La Asamblea General de las Naciones Unidas ha recibido una petición por parte de dos grupos de derechos humanos, pidiendo la suspensión de Arabia Saudita en el Consejo de Derechos Humanos. Human Rights Watch y Amnistía Internacional han hecho este llamamiento en una carta conjunta a la ONU l semana pasada, acusando a Arabia Saudí de lo que ellos denominan como «violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos». «… Arabia Saudí … ha utilizado su posición en el Consejo de los Derechos Humanos, con la ayuda de sus aliados, para obstruir de manera efectiva la creación de una investigación internacional independiente … «, dice la carta. Desde 2015, Arabia Saudí y un puñado de los miembros de su coalición islámica, han estado involucrados en una conflictiva «intervención militar» en Yemen, matando a miles de personas en el proceso.
Esta no es la primera vez que uno de dos grupos grupos presenta una queja ante la ONU sobre violaciones de los derechos humanos en Yemen, pero, hasta ahora, ninguna de estas quejas han dado lugar a ninguna acción. Amnistía Internacional afirma que ha documentado informes de cómo los militares de Arabia, armados con armas británicas y estadounidenses, han abierto un camino de destrucción en Yemen, en un intento por reducir el poder de Irán en el país. Hasta el momento, unos 3.000 civiles, entre ellos niños, han sido supuestamente muertos por ataques aéreos de Arabia Saudita en Yemen. Por lo tanto, fue sorprendente cuando, después de la presión diplomática de Arabia Saudita, las Naciones Unidas retiraron al califato islámico de su lista de «estados y grupos armados que violan los derechos de los niños en los conflictos», hecho que cuestiona aún más la credibilidad de la organización. La posición de Arabia Saudita en el Consejo de Derechos Humanos se encuentra en el centro de atención, ya que tiene que pasar revisión este año. Es probable que no sea eliminada con la ayuda de sus «amigos en altos puestos».
Tampoco es la primera vez que la ONU ha permitido la matanza de los niños por su falta de acción. El conflicto Israelí-palestina, que se ha prolongado durante bastante tiempo, llamó la atención en todo el mundo después de que la noticia de las ejecuciones extrajudiciales de niños por soldados israelíes irrumpiera en los grandes medios de comunicación. Y a pesar del número de documentales que condenaban los asesinatos, la ONU parece haber hecho la vista gorda y oídos sordos a estos incidentes.
La resolución de la ONU 60/251 de la Asamblea General, en virtud del cual se creó el Consejo de Derechos Humanos, establece que «la Asamblea General, por mayoría de dos tercios de los miembros presentes y votantes, podrá suspender el derecho de membresía en el Consejo, del miembro del Consejo que cometa violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos”. Esto probablemente no sucederá. Con los principales especuladores de la guerra, es decir, el Reino Unido y los EE.UU., su aliado probablemente podrá esquivar todas las denuncias, al igual que lo hizo Israel, y todavía lo hace. Es irónico que los dos países, en medio de problemas de migración, estén todavía dispuestos a patrocinar las guerras en los países árabes, a pesar de su última intervención fallida en Irak con la proliferación de ISIS. Debemos esperar una afluencia de inmigrantes de Yemen en Europa y en América muy pronto.
Por lo tanto, si Human Rights Watch y Amnistía Internacional, a pesar de su pedigrí como defensores de los derechos humanos, no pueden conseguir que la ONU cambie sus políticas relativas a sus favoritos, ¿quién lo hará? Ciertamente, no los otros miembros de la ONU, que probablemente tienen sus propias violaciones de derechos humanos con las que lidiar con o necesitan favores de Arabia Saudita. El título de este artículo sugiere al lector ávido que es de carácter retórico; no hay respuesta.
venturesafrica.com
Fundación Sur
