¿Qué significa Obama para África?

22/01/2009 | Opinión

Barack Obama, un hombre con Fuertes lazos de unión con el continente Africano, está ahora mismo en el punto de mira. Aunque nunca le he conocido, me es familiar por lo que defiende: un triunfo contra los aparentemente insalvables pronósticos, y el cambio.

Conozco la historia de su colorida familia, la universidad a la que fueron él y su mujer y los nombres de sus dos hijas. Definitivamente, conozco más sobre él que sobre mi vecino de al lado. Es un hermano. Siento que puedo participar de sus logros al convertirse en presidente de los Estados Unidos.

Sin embargo, uno no puede por menos de preguntarse qué significa la presidencia de Obama para África, o para Suráfrica.

¿Cómo afectará al director ejecutivo de la JSE Company, (la bolsa de valores de Johannesburgo) a contar sus pérdidas después de un mal año 2008 en términos fundamentales? ¿Qué ocurre con cualquier Joe, de mediana edad, que va a casa conduciendo su coche de lujo más caro de lo que debiera ser?

¿Cómo percibirá la gente que vive en chabolas este histórico evento? Mientras miran por encima del hombro a esos personajes diligentes, los Red Ants. *

Mi cálculo es que hay muy poco que ganar para los africanos en el desarrollo, en términos de beneficios materiales, como más fondos de ayuda y más comercio. Y mi cálculo no se basa en un montón de periódicos mordaces. Mis comentarios se basan en informes y análisis exhaustivos e intuitivos de los medios tanto nacionales como internacionales.

Gracias a que el mundo es una aldea global, he podido seguir la campaña de Obama desde cero. Por lo tanto, también tengo bastante conocimiento sobre los asuntos de la familia de Obama.

Sería irrealista si pensase que Obama concentrará sus energías en los problemas del continente africano. Todos conocemos la ironía de esto: es el hijo de un inmigrante keniata y madre americana. Pero la realidad es que su país se enfrenta a un desmoronamiento financiero de proporciones sin precedentes.

También tendrá que atender inmediatamente al conflicto de Oriente Medio, algo que hasta el momento ha evitado discutir en público.

También se puede señalar que los analistas políticos creen que la inauguración de Obama puede acabar con la contienda, porque Israel puede sr reacia a poner a prueba el respaldo de la Casa Blanca a sus controvertidos ataques contra el grupo palestino Hamas.

También hay que ocuparse con bastante urgencia de las guerras de Irak y Afganistán, si Obama quiere llegar al final de su legislatura sin un incidente tipo el del lanzamiento de zapato.

Incluso el actor de Holliwood, Will Smith, se da cuenta de lo duro que es el trabajo.

Esto es lo que dijo cuando se le preguntó si seguiría la senda de los actores que se acaban metiendo en política, como Ronald Reagan y Arnold Schwarzenegger: “Es muchísimo más divertido ser una estrella de cine. Ser presidente es un trabajo muy difícil con un montón de vidas dependiendo de las decisiones que tomas. En mi trabajo todo lo que puedo dar es diversión. No tengo que dar malas noticias, así que creo que me quedaré donde estoy durante bastante tiempo”.

Sea como fuere, hay un montón de lecciones que podemos aprender del libro de Obama como africanos. O el libro americano para ese asunto. Es increíble cómo se le da allí significado a la palabra democracia.

La campaña de Obama ha sido inspiradora. Estoy seguro que los estudiantes pronto escribirán títulos como: “Copmo utilizar efectivamente el Internet para ganar unas elecciones”.

Incluso antes de que comenzase la campaña del actual presidente, el presidente número 44 de los Estados Unidos se enfrentó a una enemiga formidable dentro del Partido Demócrata. Hillary Clinton tenía muchos factores aparentemente en si favor, uno de los más importantes, como muchos pensaban, es que era blanca.

Estos argumentan que los Estados Unidos no estaban preparados para un líder negro. Sin embargo, la película de Chris Rock, en 2003, “Jefe de Estado”, en la que un reacio candidato negro a la presidencia es catapultado a la Casa Blanca, ha resultado ser profética.

Además, Clinton parecía una persona de dentro, con influencias, ya que era la primera dama antes de la presidencia de George Bush.

Dado que la experiencia de su marido, Bill Clinton, en campañas, seguro que ella no dudó en ningún momento que tenía más oportunidades que un simple senador de Chicago.

Pero esa es la herencia a la que la gente de este continente se puede referir cuando cuente las historia a sus nietos. Cuando dicen a sus niños: “Tú puesdes ser cualquier cosa que quieras ser”, y respaldarán eso con la historia de resistencia de Obama. ¿La lección? No te rindas nunca.

Este no ha sido el único problema al que se ha enfrentado.

En el republicano optimista John McCain, Obama encontró un oponente inflexible, un veterano de la guerra de Vietnam que había estado en el gobierno durante más de 20 años.

Lo que nos lleva a la lección número 2: Sé valiente frente a los más duros de los retos. El equipo de campaña de McCain a menudo se centró en la falta de experiencia de Obama, dado que la anterior había sido su primera legislatura como senador.

Deberían habérselo esperado.

Pero al ir sintiendo el equipo de McCain el calor, se dieron puñetazos por debajo del cinturón. En actos que no son precisamente considerados de juego limpio, la campaña de McCain sacó a la luz su relación con el “terrorista” vecino de Chicago, Bill Ayers. Obama trabajó en dos ONG con ese hombre. Por eso se le atacó, por seguir teniendo un “amigo terrorista”.

Ayers, es un activista anti guerra de la era de los 60, que una vez bombardeó objetivos del gobierno.

El tópico Ayers era el favorito del compañero de candidatura de McCain, la gobernadora de Alaska, Sarah Palin. Siguió con ello, incluso después de que los observadores señalasen que cuando Ayers llevó a cabo estos actos, Obama era sólo un niño.

Otros, no necesariamente del equipo de campaña de McCain, intentaban crear una imagen negativa del este hombre, enfatizando que Obama era musulmán (como si eso fuera un pecado), cuando no lo es. Pero su nombre en realidad es Barack Hussein Obama.

Su respuesta a toda esta negatividad estaba en los números. El número de americanos influyentes, como el ex secretario de estado, y miembro del partido Republicano, Colin Powel, que aprobó su campaña. También batió récords, recaudando grandes sumas de dinero del público para su campaña.

La tercera lección de Obama, la de plantarle cara a los problemas de frente, es tan simple como las otras. Nunca se asustó de hablar sobre razas cuando los republicanos sacaban el tema, a través de su antiguo pastor, el reverendo Jeremiah Wright, que había hecho algunas declaraciones con connotaciones racistas.

Obama utilizó los retos como plataformas para pronunciar discursos que se ganaban el corazón de mucha gente. Se le consideraba una reminiscencia del discurso “Yo tengo un sueño”, que pronunció Martin Luther King Junior, el 28 de agosto de 1963.

Millones de personas por todo el mundo se emocionaron cuando Obama dijo ante los reunidos en Filadelfia, el año pasado: “No puedo renegar más de él, [Wright] de lo que pueda hacerlo de la comunidad negra. No puedo renegar más de él que lo que pueda hacerlo de mi abuela blanca, [que murió en noviembre], una mujer que me quiere más que a nada en este mundo, pero una mujer que una vez me confesó que tenía miedo de los hombres negros que se cruzaba por la calle, y que en más de una ocasión ha pronunciado estereotipos raciales o étnicos que me han hecho avergonzar”.

La última lección es que, en cualquier negocio, debes elegir a socio adecuado.

Un candidato a la vicepresidencia puede afectar gravemente a las posibilidades del candidato. Esto se demostró con las palabras de Palin. Incluso se hablaba de algunos republicanos ofendidos con la elección de McCain para su compañera de candidatura.

Esto, es evidente, es por lo que la perjudicial noticia sobre su revisión de armario y de su familia, de 150.000 dólares, se coló a la prensa.

También podía haber sido preocupante, sus seguidores tan conservadores, el embarazo de su hija adolescente, sin casar. Por otro lado, Joe Biden, ahora vicepresidente de los Estados Unidos, no era ni mucho menos tan controvertido.

Mientras África espera resolver sus problemas en países como Zimbabue, la República Democrática del Congo y Darfur, uno espera que nuestros diplomáticos conecten con estas lecciones universales. No hay cantidad de dinero en ayuda que se pueda equiparar a ellas.

Aubrey Dhlamini

(Daily News, Suráfrica, 21-01-09)

* [Se llama así, “hormigas rojas”, a los guardias de seguridad encargados de la evacuación de ocupantes ilegales de edificios o terrenos propiedad de la municipalidad o privada, muy criticados por las duras tácticas que emplean. Hormigas Rojas viene del color de su uniforme].

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