Mientras millones de estadounidenses acudían a las urnas el martes para elegir a su nuevo presidente, muchas más personas en todo el mundo también esperaban con ansia el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Mientras Hillary Clinton, candidata presidencial del Partido Demócrata, y exsecretaria de Estado de Estados Unidos, se enfrentaban cara a cara con Donald Trump, el líder del Partido Republicano; Zachary Donnenfeld, investigadora estadounidense del Instituto de Estudios de Seguridad (ISS) del Departamento de Futuro e Innovación de África en Pretoria, describió cómo el ganador podría afectar a África.
“Lo que suceda afectará a casi todos los países del mundo, y especialmente a los de África”. Por ejemplo, “El gobierno de George W. Bush y su política exterior estarán siempre contaminados por la desastrosa decisión de invadir Irak y la eventual caída que reforzó las organizaciones terroristas existentes, como Al Qaeda y el Estado Islámico”. “Pero en otros frentes, los esfuerzos de la administración Bush para ayudar a África fueron bastante exitosos. Por ejemplo, el Plan de Emergencia del Presidente Bush para el Alivio del SIDA que fue tremendamente beneficioso para el desarrollo humano”.
Donnenfeld cree que Trump podría convertirse en la herramienta de reclutamiento más eficaz para las organizaciones terroristas. “Para África, la política más perjudicial de la actual administración de Barack Obama fue sin duda la falta de seguimiento en Libia después de la caida de su exlíder, Muammar Gaddafi”. «Cuando la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se alejó de Libia, creó un vacío de poder que dejó a la región completamente desestabilizada».
“La pregunta clave ahora es hasta qué punto el sucesor de Obama se desviará de la trayectoria actual de la política exterior de Estados Unidos”. “Una presidencia de Hillary Clinton probablemente vería una continuación del statu quo, aunque con una postura más halagadora en asuntos como Siria y la invasión de Rusia de Ucrania”. «La presidencia de Donald Trump, por otra parte, podría ir desde el regreso al aislamiento de los años de Bush antes del 11-s, hasta el desmantelamiento total de una política exterior nacional y bipartidista que ha permanecido prácticamente sin cambios desde la administración de Eisenhower».
Donnenfeld añadió la cuestión de la tortura, ya que amplias pruebas sugieren que anteriores presidentes estadounidenses la habían aprobado. Lo diferente en la política de Trump, sin embargo, es que aboga abiertamente por el uso de la tortura. El 23 de marzo, Trump dijo a CNN: “Creo que tenemos que cambiar nuestra ley en lo que respecta al waterboarding (tipo de tortura)”. Además, de su deseo de mantener abierta la Bahía de Guantánamo.
Según Donnenfeld, Trump está aparentemente decidido a eliminar no sólo a los directamente afiliados a ISIS, sino también a sus familias. Hoy en día “Un número creciente de organizaciones terroristas de África han declarado su afiliación con ISIS, por lo que esto podría significar no cientos, si no miles de civiles muertos en ataques durante su administración. Un enfoque impetuoso de la lucha contra el terrorismo, que sin duda, será contraproducente”. “Si Trump implementa la política exterior de la que hizo campaña, esto podría convertirse en la herramienta de reclutamiento más eficaz para organizaciones terroristas de todo el mundo”.
De acuerdo con el programa «Morning Joe» de MSNBC, Trump se dirigió repetidamente a un asesor de seguridad nacional, para preguntarle por qué Estados Unidos no podía usar armas nucleares, si se tratan de las mejores armas para combatir el terrorismo.
Aparte de la fuerza militar, hay otra cuestión importante que gira en torno a la presidencia de Trump y rodea el futuro de la asistencia humanitaria estadounidense. Trump propone “Un giro hacia el aislacionismo para crear América de nuevo”. Ademas, Trump «ha reiterado su propuesta de prohibir a los musulmanes entrar en Estados Unidos, a invertir menos fondos en planes para el cambio climático, aprobar el uso de armas nucleares y la tortura, entre otras posiciones políticas».
La incapacidad de Trump para articular un conjunto coherente de políticas también plantea serias dudas sobre si tiene o no alguna convicción sobre lo que cree que promovería los intereses estadounidenses. La presidencia de Trump también probablemente verá un elevado apoyo de los líderes autoritarios, muchos de los cuales gobiernan los estados africanos y utilizan el contraterrorismo como una forma de reprimir a los ciudadanos que expresan opiniones opuestas, restringiendo aún más las libertades civiles.
Fuene: ANA
[Traducción y edición, Marta de la Mata]
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