La historia de los países no se debería limitar a lo que nos han contado, a lo que hemos escuchado y hemos repetido. A veces esa historia «oficial» se queda corta en relación a lo que un país ha vivido y sobre la riqueza y diversidad cultural que posee dentro de sus dinámicas internas. Por ejemplo, ¿Qué tanto sabemos de Guatemala y de su historia?
Seguro muchos de los lectores conocen la fuerte lucha que por décadas ha tenido el pueblo indígena de Guatemala, en su mayoría civilización maya, para lograr preservar su territorio, siendo este un espacio vital en donde se desarrollan su identidad, cultura, lenguas y cosmovisión. Pero, ¿qué tanto sabemos sobre la población afrodescendiente que en este país habita?
Y para responder a esta y muchas otras preguntas hablamos con Joanna Wetherborn, una joven feminista negra guatemalteca, integrante de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora, parte de la Asamblea General de Action Aid/ Guatemala y de la colectiva Lúdica Feminista/ Nicaragua.
Es periodista y Licenciada en Ciencias de la Comunicación, egresada de la Universidad San Carlos de Guatemala y Máster en Igualdad y Equidad en el Desarrollo titulada en la Universidad VIC de Barcelona. Especialista en Género y Comunicación para el Desarrollo, con experiencia de trabajo en Centroamérica y el Caribe; dedicada a comunicación alternativa, inclusiva e incluyente, educación popular, investigación social, activismo, ciberactivismo, ludopedagogía y procesos de incidencia por los Derechos Humanos de mujeres, afrodescendientes, pueblos originarios y jóvenes.
Somos Afro: ¿Cuál es el papel que ha tenido la población afrodescendiente en la historia de Guatemala?.
Joanna Wetherborn: Nuestra presencia misma es una prueba viva de resistencia y resiliencia. Tenemos largo rato cuestionando y criticando las jerarquías sociales que se basan en el color de la piel, que significan roles impuestos por la sociedad hacia las personas de color de piel oscuro, personas negras, garífunas y afrodescendientes. Por eso buscamos incidir para que se implementen medidas para eliminar y sancionar el lenguaje discriminatorio y los elementos simbólicos que ridiculizan, humillan, estereotipan y agreden a las personas de las culturas garífuna y afroguatemaltecas, tanto en espacios públicos y privados como en los medios de comunicación en general.
Jerárquicamente hemos estado excluidas y excluidos de la estructura del Estado y de la toma de decisiones del país a través de sus poderes formales. Aun cuando sí aportamos, no se nos ha visibilizado justamente como protagonistas en las esferas económicas y políticas del país. La historia oficial no ha contado la presencia y los orígenes de lo que yo llamo la GuateNegra.
S.A: ¿Cuáles consideras han sido los principales aportes de la cultura afrodescendiente para la cultura de Guatemala?.
J.W: Es innegable la influencia de la cultura afro y caribe en el país, desde los intercambios a partir de la música, el baile, los instrumentos musicales, la gastronomía, los deportes, las visiones desde la cosmovisión ancestral, los conocimientos, sabiduría y medicina tradicional, las plantas medicinales, y particularmente, las poblaciones negras en el país se caracterizan por ser culturas de paz. Desde nuestras cosmovisiones siempre hemos hablado de la trascendencia, de la vida después de la muerte y reconocemos a nuestras ancestras y ancestros, antes de los Acuerdos de Paz en el país (1996), sólo se hablaba de las abuelas y los abuelos, ahora la ancestralidad está presente en el imaginario colectivo de los distintos pueblos y culturas.
Por ello en nuestras prácticas, ceremonias y actividades, recordamos, reconocemos, nombramos y honramos los aportes de cada una y cada uno de nuestras/os ancestras/os. Aun cuando la mayoría jamás pasó por salones de aulas ni educación superior, sus enseñanzas de vida y experiencias motivan y dan fuerza a nuestro accionar. Hacemos énfasis en que la Afrodescendencia y la identidad no se limitan únicamente al color de la piel o rasgos físicos. Involucra elementos históricos, culturales y ancestrales que marcan nuestro diario vivir, nuestras cosmovisiones, espiritualidad, formas de concebir y habitar el mundo, así como nuestra comprensión de la vida y la muerte. Luchamos cotidianamente por la preservación de la cultura y los valores ancestrales.
Las personas garífunas y afrodescendientes sin duda han generado impacto en la perspectiva que se ha tenido sobre la cultura, con una visión única hacia lo artístico, gastronómico y la conservación cultural de toda una comunidad. Desde hace varios años organizaciones como Asociación de Mujeres Garífunas de Guatemala (ASOMUGAGUA), Asociación de Mujeres Afroguatemaltecas Afroamérica XXI
Afrodescendientes y Sus Amigos (AFROSA), Centro de Investigaciones AFROCARIBE, Agrupación de Mujeres garífunas y Afrodescendientes de Guatemala, ISERI IBAGARI, LUBA AWANSERUNI y ONEGUA, han realizado acciones para visibilizar también los aportes, demandas y propuestas propias de las mujeres y pueblos garífunas y afrodescendientes.
S.A: ¿Cuáles consideras han sido los principales retos de la población afrodescendiente en Guatemala?.
J.W: El reconocimiento y valoración de la negritud y de la afrodescendencia en el país. Evidentemente eso se ha permeado a lo interno de las mismas culturas afroguatemaltecas y eso demanda muchos más esfuerzos por recuperar y promover nuestra cultura holísticamente.
Particularmente tenemos el reto de lograr un reconocimiento formal oficial en nuestra diversidad como afroguatemaltecas y afroguatemaltecos, y percepciones más dignificadoras, no sólo desde el folklor, los estereotipos y la hipersexualización. Otros grandes retos en esa misma línea son: aparecer en las estadísticas nacionales con datos recientes y confiables, para que el país nos cuente, nos vea; que hayan políticas públicas que visibilicen e incluyan de manera integral; inversión pública para el rescate de las culturas y para el desarrollo de las afroguatemaltecas y afroguatemaltecos; condiciones y oportunidades para la participación y representación política y en espacios de toma de decisión a nivel nacional. Necesitamos que el país en su conjunto reconozca la ciudadanía individual y colectiva de la población afroguatemalteca para no seguir siendo sólo la postal caribeña que se muestra como atractivo turístico.
S.A: ¿Cuáles son las principales características de la población afro en Guatemala?
J.W: La población negra de Guatemala está integrada por el pueblo garífuna y otras culturas afrodescendientes, por lo que se intenta visibilizar a todas las identidades.
La población creole, cultura afrodescendiente de habla inglesa (también llamados criol ó black caribeans), proviene de las etnias africanas: Efik, Ibo, Fons, Ashanti, Yoruba y Congo, de las regiones costeras de África occidental, en lo que ahora se conoce como los Estados modernos de Costa de Marfil, Ghana, Nigeria, Camerún y Congo. Como lo explica la escritora Gloria Rowe en “Giou, los otros negros” 1 , también ocurrieron desplazamientos desde Jamaica, Trinidad y Tobago y otros países del Caribe durante el siglo XIV, principalmente para trabajar en actividades económicas relacionadas con el funcionamiento del ferrocarril, la producción y exportación de frutas y los trabajos en fincas e ingenios a lo largo y ancho del país.
En tanto que la población Garífuna en particular, con un idioma propio del mismo nombre, tiene presencia en Centroamérica desde 1797 y en Guatemala desde 1802. Es un grupo étnico zambo descendiente de africanos y aborígenes caribes (también llamados caribes rojos) y arahuacos, originario de varias regiones de Centroamérica y el Caribe. También se les conoce como garinagu, plural de garífuna.
La mayoría de la población negra de Guatemala está establecida en la zona Atlántica, en el Departamento de Izabal. La población Garífuna ha estado asentada históricamente en el municipio de Livingston. No obstante, la población afroguatemalteca (garífunas, creole y otras/os), también se han extendido a lo largo y ancho del país, por lo que tienen presencia en los departamentos de Baja Verapaz, Chimaltenango, Chiquimula, Escuintla, Guatemala, Huehuetenango, Petén, Sacatepéquez y Zacapa, entre otros.
Desde las responsabilidades que asumimos en las familias, en el hogar, en las comunidades, espacios organizativos y desde los distintos roles sociales que asumimos, demostramos diariamente nuestra lucha contra los estereotipos y prejuicios. Contribuimos al entendimiento de que NO cargaremos con la etiqueta impuesta de la esclavitud y demostrando que en todos los momentos de la historia, desde nuestra llegada a estos territorios hemos resistido siempre, luchando y trabajando arduamente por nuestra superación.
S.A: ¿Cuáles han sido los principales logros en cuanto al reconocimiento de sus derechos de la población afrodescendiente en Guatemala?
S.W:
– La organización, la articulación y alianza entre el pueblo garífuna y otras poblaciones afrodescendientes en el país; así como con otras culturas indígenas.
– La creación, propuesta y puesta en marcha de agendas económicas, políticas, sociales y culturales, tanto en espacios mixtos como de mujeres a nivel nacional.
– La resistencia, incidencia, valoración y recuperación de la cultura y de los idiomas propios, gestionando alianzas externas y autofinanciando procesos, siempre desde la lógica de una cultura de paz y de no confrontación.
– Visibilización y promoción de los liderazgos de las mujeres y jóvenes afrodescendientes en el país, así como la valoración de la sabiduría y aporte de las personas mayores de la comunidad.
– Programas y esfuerzos dirigidos a los ámbitos de la salud, la educación y los derechos humanos primordialmente.
– Incidencia constante ante autoridades e instancias nacionales e internacionales para que se hable de pueblos indígenas y afrodescendientes, identificando características, necesidades y situaciones diferenciadas.
– Hemos incidido y logrado que en los instrumentos y en los procesos de administración del próximo Censo Nacional 2018, se incluyan las categorías de autoidentificación: afrodescendiente, garífuna, creole y otros; para tener la posibilidad por primera vez en la historia de los censos del país, de autonombrarnos.
– Se han propuesto iniciativas de ley para el reconocimiento de la cultura creol y para la creación de una institución pública específica que atienda nuestras necesidades, prioridades y propuestas.
S.A: ¿Considerando que estamos en el Decenio internacional para los pueblos Afrodescendientes, ¿Cuáles son los principales objetivos del pueblo afro para estos años?
J.W: En la sociedad guatemalteca, la población Afro es todavía invisibilizada en la estructura del Estado. Hay un sub-registro en las estadísticas nacionales y una folklorización desde las otras culturas. Muchas de las preocupaciones y temas de interés, en los cuales se busca incidir como ciudadanas/os afroguatemaltecas/os y como parte de la sociedad civil organizada de Guatemala, se relacionan con la falta de reconocimiento oficial y de datos oficiales confiables sobre la población afrodescendiente en nuestra diversidad (garífuna, creole, afromestiza, etcétera).
Esperamos que el Estado de Guatemala ratifique y cumpla las Convenciones Internacionales contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las formas conexas de Intolerancia. También insistimos en que tiene pendiente socializar e implementar un Plan Nacional de implementación del Decenio Internacional Afrodescendiente, con acciones concretas, entidades responsables, presupuesto específico y nuestra participación ciudadana plenamente garantizada .
S.A: ¿Cómo es Joanna Wetherborn y cómo es ser una mujer negra en Guatemala?
J.W: En la mayoría de los casos, fuera de la región Caribe del país, soy «una novedad», «una sorpresa» para muchas personas, pues no encajo precísamente en la imagen estereotipada que tienen de cómo debe ser y qué se debe esperar de una mujer negra. Soy una mujer afrodescendiente creole guatemalteca, feminista negra, académica, comunicadora y activista, entre otras cosas. Hay fuertes estereotipos arraigados sobre nuestra supuesta ignorancia, falta de capacidades y holgazanería, aún cuando habemos muchísimas profesionales y figuras destacadas. Me preguntan mucho de qué país soy, se sorprenden excesivamente de mi preparación académica. Todavía muchas veces las primeras interacciones son para preguntarme que si les puedo trenzar el pelo, prepararles alguna comida con coco y las insinuaciones de tipo sexual se manifiestan a través de un acoso reiterado, a veces disfrazado de comentarios «sutiles» porque asumen que por ser mujer negra estoy sexualmente disponible.
Me encanta y enorgullece ser una mujer negra y sobre todo romper esquemas. Quiero que las niñas y jóvenes afroguatemaltecas encuentren más referentes positivos y modelos a seguir, que sepan que pueden lograr sus metas y cumplir sus sueños, que su desarrollo no tenga límites. Por eso tengo una apuesta personal por seguir saliéndome del molde, particularmente porque quiero llenar mis propias expectativas en la vida y seguir construyendo mi felicidad. No lo puedo ni quiero hacer sola, por eso desde todos los espacios a mi alcance, procuro compartir estas reflexiones, motivar cambios de comportamiento y me sostengo en las alianzas y complicidades que me dan fuerza y aliento para continuar.
Fuente: Somos Afro
[Fundación Sur]
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