¿Qué pasó con el boom petrolero de África Oriental?

12/09/2017 | Crónicas y reportajes

Las políticas han sido fundamentales para el progreso, o su falta, en el desarrollo del petróleo de África Oriental. Y continuarán siéndolo.

No ha pasado mucho tiempo desde que África oriental era la brillante frontera de la escena petrolera del continente. Uganda desencadenó la carrera en 2006 después de que las prospecciones se aventuraron profundamente tierra adentro y realizaron los descubrimientos terrestres más grandes de África en décadas. Y la región noroccidental de Turkana en Kenia continuó la carrera con nuevos yacimientos de petróleo descubiertos en 2012.

Con precios del crudo en un promedio de casi 112 dólares por barril en ese momento, se esperaba que estos nuevos descubrimientos pudieran ser vinculados con una nueva red regional de gasoductos que se extendiera desde Sudán del Sur hasta la costa. Se creía que el petróleo podría transformar económicamente la región del África Oriental.

Sin embargo, una década después, se ha avanzado poco en el oleoducto, mientras que el petróleo de Uganda y Kenia permanece atrapado lejos de los mercados internacionales.

Riesgos de seguridad han obstaculizado el desarrollo del proyecto, mientras que la fuerte caída de los precios del crudo desde finales de 2014 ha frenado los planes. Además,las diferentes políticas, tanto domésticas como regionales, han sido también causa importante de los retrasos.

Políticas domésticas

– Uganda

petroleo-africa.jpgEn Uganda, donde las estimaciones del gobierno sugieren reservas de 6,5 mil millones de barriles, se ha llegado ahora a un acuerdo para desarrollar un oleoducto de exportación para principios de 2020. Pero este acuerdo ha llegado después de varios litigios que han retrasado la evolución del proyecto.

Por ejemplo, el presidente Yoweri Museveni tardó años en abandonar su idea original de satisfacer las necesidades de petróleo de África Oriental a través de una refinería de petróleo a gran escala. Este plan fue considerado ampliamente como no rentable económicamente y ahora se acepta una opción de menor escala.

El progreso quedó también estancado por una serie de disputas fiscales en los tribunales ugandeses y londinenses. Sin embargo, fue la dura negociación de Museveni con las compañías petroleras internacionales sobre los términos de las licencias de producción que llevó el tema a punto muerto, con las dos partes alcanzando finalmente un acuerdo en agosto de 2016.

Para su crédito, Museveni ha proporcionado a Uganda un acuerdo relativamente favorable. Pero este acuerdo se produjo a costa de retrasar la producción de petróleo durante varios años.

– Kenia

En Kenia, después de mucha fanfarria después de su primer descubrimiento de petróleo, sólo se han
conseguido ganancias marginales de exploración en los últimos tiempos. Las estimaciones del petróleo recuperable en la cuenca de Lokichar, al sur de la región de Turkana, han aumentado ahora, según el operador Tullow, a 750 millones de barriles.

Sin embargo, el petróleo de bajo costo en tierra continúa atrayendo a grandes actores de la industria energética mundial. Recientemente ha entrado en escena la gran compañía de petróleo francesa Total después de adquirir Maersk Petróleo y Gas, junto con sus activos de Kenia. Con sus socios Tullow y Africa Oil, buscará llevar el petróleo keniano a los mercados internacionales.

Sin embargo, una relación malsana entre los políticos locales y nacionales podría presentar un obstáculo a la producción. Esto se demostró más recientemente en las elecciones de agosto de 2017. Durante la campaña, el presidente Uhuru Kenyatta discutió con el gobernador de Turkana, Joseph Nanok, sobre la negativa del presidente a firmar un proyecto de ley que otorgaría al condado una alta proporción de los ingresos del petróleo.

La región de Turkana ha sido descuidada por Nairobi durante décadas, y los políticos locales están ahora luchando para controlar los nuevos recursos llegados con el desarrollo del petróleo. El desacuerdo llevó a una suspensión de las operaciones de varias semanas en 2013 debido a la oposición local, y de nuevo en Junio de este año, cuando locales bloquearon las carreteras y se apoderaron de activos de la compañía petrolera.

En Turkana, las quejas por la falta de empleo y desarrollo no desaparecerán porque la temporada de elecciones haya terminado. Kenyatta tendrá que trabajar para llegar a un compromiso con los políticos del condado y con las comunidades locales para que la industria pueda seguir avanzando.

– Sudán del Sur

Desde su separación de Sudán en julio de 2011, la industria petrolera de Sudán del Sur ha quedado gravemente socavada por la intervención política y el conflicto armado. La producción de petróleo era de alrededor de 350.000 barriles por día en la época de la independencia, pero, según funcionarios del gobierno, se ha reducido a 130.000 barriles por día a principios de 2017.

El gobierno tiene planes ambiciosos para más del doble de la tasa de producción actual, pero Sudán del Sur necesita un período significativo de estabilidad interna antes de que las compañías petroleras estén dispuestas a asumir el riesgo de invertir en la revitalización de sus antiguos yacimientos petrolíferos. Sin inversiones en recuperación mejorada de petróleo o nuevos descubrimientos significativos, la producción de los actuales yacimientos petrolíferos de Sudán del Sur no alcanzará los máximos anteriores a la guerra civil.

Las mejores perspectivas para extraer nuevo petróleo se encuentran en el estado de Jonglei, pero esta gran y aislada e inestable región no es un destino deseable para una exploración de bajo costo y libre de riesgo. Total ha estado flirteando durante décadas con planes de explorar allí. Recientemente, han tenido lugar conversaciones con el gobierno, junto a los socios Tullow Oil y Kuwait Foreign Petroleum Exploration Company (KUFPEC), pero las negociaciones se rompieron en abril.

Tensiones regionales

– Uganda

Además de los retos internos en curso, han surgido también problemas complicados en las relaciones regionales. En Uganda, sin salida al mar, la cuestión se ha centrado en si optar por un oleoducto a la costa a través de Kenia, a través de las reservas de petróleo de Turkana, o a través de Tanzania.

Después de años de disputas con Kenia, Uganda ha anunciado recientemente que pronto comenzaría la construcción de un oleoducto a través de Tanzania. El plan es que el oleoducto de 1443 kilómetros con un coste estimado en 3.900 millones de dólares se ejecutará, desde el lago Albert por el borde occidental del lago Victoria y el puerto de Tanzania en Tanga.

Si la decisión se mantiene, significa que África Oriental podría eventualmente tener que construir dos tuberías separadas. Uganda podría haber ahorrado grandes costos a la región uniéndose al oleoducto de Kenia, pero estaba preocupada por la seguridad y retrasos a causa de las disputas de tierras en el norte de Kenia. Kampala también estaba interesada en evitar la dependencia excesiva de Nairobi como su principal puerta de comercio.

En su oferta, Tanzania ofreció bajar las tarifas en el oleoducto a precios competitivos. Presentaba un calendario más factible, menos restricciones de adquisición de tierras y menores riesgos de seguridad.

Sin embargo, esta opción no estará libre de problemas. A lo largo de los 30-40 años de vida de la producción de petróleo, las políticas, en ambos países, sin duda, cambiarán y Tanzania podría aprovechar su posición como única ruta de tránsito de Uganda.

La carta decisiva en las políticas de oleoductos de la región dependerá de si Total, dada su reciente entrada en Kenia y participaciones mayoritarias en Uganda, revive la idea de construir un oleoducto desde el lago Albert a la costa de Kenia abandonando Tanzania por completo.

– Kenia

Dependiendo de la decisión que se tome, Kenia puede todavía necesitar ir sola en la construcción de su propia tubería. El presidente Kenyatta dice que una ruta de Turkana a Lamu estimularía el desarrollo en la, hasta ahora, marginada región y que nuevas oportunidades económicas atenuarán las preocupaciones de seguridad. Sin embargo, otros temen que las élites políticas busquen enriquecerse más a través de ocupación de tierras en el norte.

En cualquier caso, la persistencia de precios mundiales más bajos del petróleo significa que, en ausencia de un nuevo acuerdo con Uganda sobre un gasoducto regional, es probable que Kenia necesite descubrir más petróleo si quiere que inversionistas consideren rentable financiar un oleoducto solamente para Kenia.

– Sudán del Sur

Sudán del Sur puede haber alcanzado la libertad política en 2011, pero sigue dependiendo de un oleoducto a través de Sudán para exportar petróleo, la principal fuente de ingresos del gobierno.

A finales del año pasado se llegó a un compromiso para extender el acuerdo entre Juba y Jartum hasta finales de 2019. El acuerdo incluye una escala móvil para los derechos de tránsito, lo que ayudará a asegurar que Sudán del Sur no pierda beneficios cuando los precios globales sean bajos.

Sin embargo, la relación política entre los dos Sudán no es nada estable, como lo demostró la corta guerra fronteriza de 2012. Jartúm puede intentar conseguir nuevas concesiones políticas y económicas de Sudán del Sur cuando expire el acuerdo actual.

Es la política

Después de años de disputas políticas nacionales y regionales, se está logrando algún progreso en términos de extracción y exportación de petróleo de África del Este; sin embargo, aún quedan muchas disputas por resolver, mientras que otras pueden aumentar las incertidumbres.

Las indefinidas y porosas fronteras a través África, por ejemplo, podrían llevar a más peleas. La exploración de Uganda sobre el perforador del lago Albert ya es objeto de protesta por la República Democrática del Congo. Mientras tanto, los esfuerzos de Kenia para la exploración marítima en el Océano Índico están siendo discutidos por Somalia.

La aplicación de resoluciones internacionales sobre controversias en otros lugares de África, por ejemplo, entre Nigeria y Camerún, podrían establecer precedentes importantes en la resolución de esos desacuerdos fronterizos.

Más de una década después de los descubrimientos iniciales, el petróleo de África Oriental no ha cumplido aún sus promesas. Ha habido muchos factores detrás de los retrasos, pero muchos han sido causados por las políticas nacionales y regionales que seguirán siendo centrales para determinar el éxito de nuevas oportunidades de crecimiento.

Luke Patey

* Luke Patey es investigador principal en el Instituto Danés de Estudios Internacionales, investigador principal en el Instituto de Oxford para Estudios de Energía de la Universidad de Oxford y autor de The New Kings of Crude: China, India y la lucha mundial por el petróleo en Sudán Y Sudán del Sur (Hurst, 2014). Síguelo en Twitter en @lukepatey.

Fuente: African Arguments

[Traducción, Jesús Esteibarlanda]

[Fundación Sur]


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