Desde su lanzamiento en 2014, la película Timbuktu, también llamada «le chagrín des oiseaux» sigue cosechando premios a nivel internacional. En 2015, fue galardonada con siete César, incluyendo el de mejor película y mejor director.
Sin embargo, los actores de la película, incluidos los refugiados del campamento de M’berra en Mauritania están descontentos porque hasta la fecha no han visto la película, sus vidas no han cambiado y no han podido sacar provecho de estos premios. «Estamos muy decepcionados», afirman.
Leila WaletImahta de13 años. Ella interpretó el papel de Toya en Timbuktu.
«Yo estaba muy feliz cuando me enteré de que iba a participar en esta película. Pensé que todo iba a cambiar», nos dice. Leila cuenta que durante el rodaje conoció a mucha gente de diferentes países (África y Europa). «Hoy estoy un poco decepcionada por no poder estar con los que reciben los premios. Nosotros, todos los refugiados, estamos orgullosos de esta película. Este éxito, de alguna forma, es gracias a nosotros. No deberían olvidarnos», se queja.
Med Elmehdy Ag Elhaj tiene también 13 años. Él interpretó el papel del pequeño pastor Issane. Él cree que la película no ha cambiado para nada su vida.
«Sólo he descubierto la realidad que hay detrás de las películas que veía en la tele o en el ordenador». «Antes, las películas me traumatizaban. Pensaba que lo que veía era real. Hoy en día, me gustaría actuar en otras películas».
El joven actor todavía recuerda los buenos tiempos en el lugar del rodaje: «Con Leila, que era mi amiga en la película, jugábamos al fútbol. Nos sentábamos en la cantina, cantábamos o escuchábamos a los músicos de la película tocando la guitarra tuareg”.
Para Acheikh Ag Med, que interpretó el papel de adjunto del jefe yihadista (el conductor su nombre en funciones), venido de Nuakchot, las cosas son diferentes: «asumí muchos riesgos para hacer este papel. Los yihadistas ahora me conocen. Desde que acabó el rodaje, a menudo recibo mensajes de advertencia y en las mezquitas me amenazan de muerte. «Sé que interpreté un papel muy difícil. Era el único que dominaba el dialecto árabe argelino, por eso me eligieron para este papel».
«Hoy estoy muy decepcionado. La película cosecha premios y recompensas y yo sigo mi vida normal, pero además estoy amenazado. Yo trabajo en un campo de refugiados de una ONG con un sueldo de 50 euros».
Por otra parte, otro joven que desempeñó el papel de yihadista dice estar feliz de haber participado en este rodaje “Conseguí dinero para pagar mis deudas. Estoy satisfecho porque realmente lo necesitaba, independientemente de si la remuneración fue mínima o no».
Por su parte, Albaker Ag Zein El Abidine, figurante, fue elegido en diciembre de 2013 en Nuakchot. Se muestra insatisfecho y decepcionado por haber participado en el rodaje: «En Nuakchot firmé en el contrato que recibiría 30.000 ouguiya mauritano (MRO) por sesión de rodaje y 3.500 MRO por día. Pero en Oualata recibí sólo 20.000 MRO por sesión y 3.000 MRO diarias. Había abandonado mi trabajo en una gasolinera en Nuakchot por participar en este rodaje. Hoy en día, me siento mal, vivo en el campamento de refugiados de M’berra y no tengo trabajo».
Enaderfé Ag Elmehdy tutor de los mineros venidos de M’berra para el rodaje piensa que al menos tres actores deberían haber acompañado el director a Egipto, a los César y al FESPACO. Esto habría permitido ofrecer una oportunidad al joven pastor, Med Elmedhy, Toya, Leila, y al adjunto yihadista, Acheikh.
«Por lo demás, todo el mundo se mostró satisfecho con el pago e incluso hay personas que cobraron tres veces por error, cada escena en la que habían participado en el rodaje», declara Enaderfé.
Ousmane Ag Idrissa, asistente de producción de la película, explica que «el director de la película, Abderrahmane Sissako, se ha hecho cargo de los refugiados malienses que no habían hecho nada en la película y les pagó simplemente por asistir al rodaje», señalando que el director también se ha comprometido a ayudar a todos los niños que participaron en la película”.
Se ha intentado, muchas veces, contactar con Abderrahmane Sissako para conocer su versión, pero hasta ahora no se lo logrado conseguir una cita con él.
La película Timbuktu es una obra de ficción rodada entre Tombuctú en Malí y la ciudad de Oulata en el sureste de Mauritania en enero de 2014. Cuenta cómo los yihadistas habían llegado al norte de Malí en 2012 y habían impuesto la Charia (1), pero debido a la ferocidad de su represión, la gente se resistió con coraje, a menudo en nombre de una concepción distinta del Islam.
(1) Ley islámica basada en el Corán y la Sunna (tradición) y elaborada según los principios analíticos de las cuatro escuelas jurídicas ortodoxas
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