Transcurridos más de seis meses del rapto llevado a cabo por el grupo terrorista Boko Haram, las alumnas de Chibok ya han caído en el olvido, mientras que sus familias desesperan por encontrarlas, sanas y salvas. Eso por no hablar de que las autoridades nigerianas ya no dicen una palabra al respecto, ocultando, de este modo su incapacidad para traerlas de regreso a casa.
¿Qué ocurrirá con estas jóvenes de Chibok raptadas a mediados de abril? Nadie lo sabe. Han caído en el olvido, mientras que su trágica historia ocupó las cabeceras de los medios de comunicación de todo el mundo. Seis meses después del rapto, nadie habla de las más de 200 alumnas separadas a la fuerza de su apacible vida por Boko Haram. Del lado de las autoridades nigerianas, que se suponen que están para tranquilizar a las familias transmitiéndoles noticias de sus hijas, se impone el silencio. ¿No es acaso una forma de esconder su propia incompetencia para resolver la situación?
Las autoridades, desde el principio, siempre han sido criticadas por la manera en que han gestinado este asunto. Tardaron mucho tiempo en reaccionar e intentar dar con las jóvenes. Hizo falta una ardua movilización en el plano internacional para que se dieran cuenta de la gravedad del rapto. Al igual que sucedió en Nigeria, donde se creó el movimiento “Bring back our girls” (Devolvednos a nuestras chicas), todos los países mostraron su indignación en relación con este rapto: ONG de defensa de los Derechos Humanos y países como Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, que prometieron ayuda militar al Ejército nigeriano para liberar rápidamente a las jóvenes muchachas. ¿Qué ocurrió con esta ayuda? ¿Realmente llegó a ver la luz? ¿Acaso eran sólo meras palabras?
Mucho ruido y pocas nueces.
El presidente francés François Hollande fue más lejos al organizar una cumbre sobre la seguridad de Nigeria para aniquilar a Boko Haram, movimiento considerado de ahora en adelante como un grupo terrorista que amenaza al mundo. Numerosos jefes de Estado africanos participaron en ella, a la cabeza de cuya lista en figuraba el Presidente nigeriano Goodluck Jonathan, así como su homólogo camerunés Paul Biya. En efecto, a la conclusión de la cumbre, habían propuesto muchas medidas para combatir a la organización terrorista nigeriana. Pero ninguna en concreto, ha visto la luz. Sólo cristalizó una toma de conciencia respecto de la amenaza que representa Boko Haram, lo cual es insuficiente de cara a alejar la sombra de sospecha que la milicia terrorista es financiada por saudíes.
Los expertos están de acuerdo de forma unánime sobre que la imagen de sus miembros de locos furiosos es engañosa. Al contrario de lo que se piensa, Boko Haram, es una organización muy bien estructurada. Prueba de ello es que el ejército nigeriano nunca ha conseguido dar con la cúspide de esta organización. Los soldados nigerianos, a pesar de sus ofensivas, a menudo son vencidos por la milicia terrorista.
La miseria social y económica alimenta a Boko Haram
Boko Haram, que significa literalmente que el modo de vida occidental es un pecado, ha ganado la apuesta, al secuestrar a las jóvenes de Chibok, pasando de las sombras a la luz. El grupo sabía que al llevar a cabo este rapto, daría un gran golpe mediático. Y que éste era el mejor medio de conmover a la opinión pública internacional. Antes de este hecho, el grupo no era muy conocido para el gran público. A partir de ahora ha mostrado su verdadero rostro al mundo entero. Es exactamente lo que se buscaba.
Desde 2009, Boko Haram, ha matado a muchos millares de personas. Creado en 2002, sin embargo, sólo había atacado a las instituciones del Estado: puestos de policía, comisarías…Pero en 2009, el grupo se radicalizó cuando Abubakar Shekau, su actual jefe, conocido por su ferocidad, tomó las riendas del grupo terrorista. Bajo sus órdenes se han cometido sangrientos asesinatos, masacrando a poblaciones enteras en el norte de Nigeria, queriendo transformar este territorio en una República islámica, ya que el norte del país es de mayoría musulmana y una región muy pobre, abandonada desde hace tiempo por las autoridades. Para muchos expertos, la catastrófica situación económica y social de la región ha permitió el aumento de poder de Boko Haram que ha aprovechado la ausencia del Estado para imponerse y hacer que muchos jóvenes ociosos militen en sus filas.
Hoy, Boko Haram ya no sólo se limita a matar sin cohibirse, sino que lo hace con la ambición de tomar una a una, todas la ciudades del norte para asentarse totalmente en la región y consolidar allí su autoridad. Además, sigue llevando su acción terrorista a las grandes ciudades como Lagos y la capital Abuja, donde ha mostrado recientemente su pegada al cometer atentados. Desde hace poco, Nigeria se ha convertido en la primera potencia económica africana, relevando a Sudáfrica. Pero, no es más que un gigante con pies de barro que no siempre llega a plantar cara a Boko Haram y que se muestra incapaz de traer sanas y salvas a sus hogares a las jóvenes de Chibok.
Assanatou Baldé.
Afrik.com
