Llegado al poder a principios de 2014, el Presidente de Madagascar Hery Rajaonarimampianina había prometido a su pueblo una vida mejor después de cinco años de crisis sin precedentes. Un año más tarde, sus detractores y la sociedad civil le reprochan su ineficacia.
Investido en enero de 2014, después de una elección democrática, la primera desde 2006, este experto contable de 56 años, ha devuelto la confianza a los inversores extranjeros que habían dado la espalda al país tras el golpe de Estado de 2009, pero se enfrenta a la impaciencia de sus compatriotas.
Más del 90% de los malgaches viven con menos de dos dólares al día. Ha aumentado la inseguridad. El país ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en términos de desnutrición crónica. Y casi un niño de cada dos, menor de cinco años, sufre retrasos en su crecimiento.
Durante su campaña, el Sr. Rajaonarimampianina prometió resultados rápidos. Se comprometió, por ejemplo, a terminar en tres meses con los cortes eléctricos. Un año más tarde, el problema persiste.
Otro problema nacional, el tráfico de madera de palo de rosa, contra el cual el Sr. Rajaonarimampianina se comprometió personalmente a luchar, continúa floreciendo. Según la ONG Alliance Vohary Gasy, al menos 40.000 troncos de esta preciosa madera fueron exportados ilegalmente a Asia en el primer trimestre de 2014.
Las recientes lluvias e inundaciones, la sequía y la escasez en el sur, las tormentas que han dejado 90 muertos y 220.000 afectados en el norte y en la capital, también están poniendo a prueba la gestión del gobierno.
Los desastres climatológicos han servido para revelar un colapso general», criticó el Observatorio de la vida pública (SEFAFI) describiendo una situación «muy crítica» y reprochando al Ejecutivo haber sustituido al director de la oficina de desastres por alguien sin experiencia justo antes de la temporada de los huracanes.
Bajo presión, el gobierno se reunió el viernes para una sesión de reflexión de la que han salido ocho medidas que se han comprometido en poner en marcha en cien días: sanidad, escuelas, pozos de agua, etc.
«Un año más tarde, estoy muy decepcionado porque todo no es más que un discurso» critica la ex directora de comunicaciones del Sr. Rajaonarimampianina durante la campaña presidencial de 2013. Seducida al principio por el «humanismo y pragmatismo» del presidente, convencida de su «buena voluntad», ahora cree que «la crisis está lejos de terminar y que el andar a ciegas es la norma en la gestión de los asuntos de estado”.
Estas opiniones quedan demostradas por el retraso en la toma de decisiones. El presidente ha necesitado dos meses y medio para nombrar a un primer ministro, Roger Kolo, un completo desconocido que ha pasado la mayor parte de su vida como médico radiólogo en Francia y Suiza. A los ocho meses, el Presidente de la República de Madagascar le despidió y le reemplazó por un hombre de negocios apenas conocido, Jean Ravelonarivo.
«Las elecciones fueron la condición sine qua non del restablecimiento de las relaciones con los inversores pero esto no tuvo ningún impacto en la vida de la población», señala el analista político, Toavina Ralambomahay, autor de «Madagascar en una crisis interminable «en 2011.
«Es difícil para un presidente de una nueva República para su huella en un año,» sombra James Ramarosaona, el ex presidente de la Orden de Periodistas de Madagascar.
«Es especialmente difícil para el presidente de una nueva república dejar su impronta en un año, declara James Ramarosaona, ex presidente del gremio de periodista de Madagascar. “Sobre todo para un presidente que no dispone de un partido político. El HVM, partido presidencial, sólo ha estado vigente durante 4 ó 5 meses después de la toma de posesión y, en la Asamblea Nacional, no hay ningún diputado de este partido.
El Sr. Rajaonarimampianina subraya la necesidad de una movilización nacional, “el presidente de la República solo no puede aportar el desarrollo», declaró en enero.
maliactu.net – (Fundación Sur)
