Hace unos años, encontré un grupo de mujeres Fulani en Bittu. Vinculadas a “Bittu lácteos”, terminaban su segundo curso de alfabetización en fulfulde, la lengua Fulani.
Al final de nuestro encuentro, una mujer se levantó para pedir en el nombre de las mujeres presentes «una escuela primaria para su pueblo, SIGNOGHIN”. Me agradó la petición y les dije: «Decídselo a vuestros maridos”. De vuelta a Kudugú se me olvidó esa demanda.
Unos meses más tarde, la gerente de la lechería me llamó por teléfono y me dijo que los maridos estaban de acuerdo: «Ellos apoyaban la petición de sus esposas y querían también esa escuela primaria”. Me alegré y respondí: «Si quieren nuestro apoyo, deben formalizar una solicitud a la Inspección de la Enseñanza Primaria».
Los representantes de los ganaderos Fulani de Signoghin fueron a la Inspección donde fueron recibidos por el propio Inspector. Los ganaderos se presentaron y expusieron el motivo de su visita. «Señor inspector, hemos venido a decirle que necesitamos una escuela en Signoghin, nuestro pueblo. Queremos una escuela primaria como en los demás pueblos de Burkina”. El inspector quedó sorprendido; no sólo nunca había recibido una semejante petición de parte de los Fulani, sino que tampoco había oído nunca que tal demanda hubiese sido hecha en Burkina por los ganaderos Fulani. Creía, como se oye a menudo, que los Fulani no quieren la escuela. Y les preguntó: «¿Quién os ha dicho de venir a pedir una escuela?” «Nadie, – respondieron ellos – somos nosotros quienes queremos la escuela.»
El inspector acogió favorablemente su petición, pero añadió: «¡Por desgracia no tenemos los recursos económicos para ofreceros esa escuela, pero si vosotros la construís conforme a las normas del Estado de Burkina Faso, la reconoceremos oficialmente y os proporcionaremos los maestros. Por supuesto, ustedes pueden hacer, como ya han hecho otros muchos pueblos, es decir: pueden pedir ayuda a sus amigos de Burkina y a los amigos del extranjero!
Unos días más tarde, supe que la Inspección de Educación Primaria había dado el visto bueno para la construcción de la escuela y que los ganaderos Signoghin habían pedido nuestro apoyo.
Como SEDELAN (Servicio de Publicación en Lenguas Nacionales) en Kudugu, no tiene fondos para este tipo de proyectos, me dirigí, sin éxito, a una ONG internacional francesa. Y continuamos nuestros contactos con los Fulani.
He abierto muchos centros de alfabetización en fulfulde, y cada vez, las mujeres venían numerosas y con entusiasmo. A veces, ya desde el primer año, a veces después del segundo, las mujeres que tenían niños en edad escolar los inscribían sin tardar en la escuela.
He visto a los ganaderos Fulani, hombres y mujeres, almacenar forraje.
He visto a las mujeres Fulani cultivar su campo de soja para alimentar a las vacas nodrizas y hacer leche de soja para los terneros.
He visto a una anciana Fulani con su teléfono móvil de colgante alrededor de su cuello que me dijo cómo había visto aparecer una nueva enfermedad: hombres que caminaban solos con una mano pegada a la oreja y hablando en voz alta. Y agregó: «Hoy me siento orgullosa de mi portátil, me siento orgullosa de enviar sms en fulfulde a mis hijos.»
Todo eso, nos ha permitido madurar nuestro proyecto y optar por una escuela primaria bilingüe. La primera vocación de una escuela es enseñar a los alumnos a pensar… y, ¿cómo podrán hacerlo en una lengua que no entienden?
Si una «escuela bilingüe» es buena para todos los que no entienden el francés, ella se impone para los ganaderos fulani. Les ayudará a comprender el interés de la escuela, aprenderán a reflexionar sobre lo que ocurre en el pueblo, en la familia… será una escuela en la que los padres podrán dirigirse a los profesores en su propio idioma.
Adaptaremos los programas escolares a los ganaderos.
Nuestro proyecto tiene tres dimensiones:
1. A corto plazo, en relación con la Inspección de Educación de Primer grado, el Ayuntamiento y el Director Provincial de Recursos Animales, queremos ofrecer a la población del pueblo de Signoghin una escuela bilingüe (fulfulde-francés) de 5 clases con un apatán del tamaño de una clase:
Un edificio con un despacho-tienda, y dos clases con un apatán entre las dos.
Otro edificio con una sala de reuniones para profesores y 3 clases. Letrinas, electricidad solar. Un pozo, una cocina…
2. Deseamos prolongar este proyecto ofreciendo capacitación técnica para jóvenes y adultos (tipo colegio técnico o casa familiar… – nuestra reflexión no ha terminado todavía – en donde el idioma fulfulde nunca estará ausente): formación para diferentes tipos de cría de ganado y procesamiento de leche (apoyándonos en Bittu lácteos, una de las lecherías más antiguas de BURKINA).
En el fondo, queremos establecer un centro de educación y capacitación técnica (cría y procesamiento de productos lácteos) adecuado a los ganaderos: niños, jóvenes y adultos.
3. Hace casi 5 años que publiqué dos cartas con referencia al mismo tema:
– La primera: «¡Después de la cuestión tuareg, es el tema Fulani el que se va a hacer presente en la región!”. Y llevaba como subtítulo: “¿Qué hacer para desmentir esta profecía?”
– La segunda: «¡Lo peor nunca es seguro!”
Desde entonces, el «Frente de Liberación de Macina», fundado por un Fulani llamado Amadou KOUFA, reivindica varios ataques mortales en el vecino Mali.
Es por eso por lo que habrá un tercer sector en los cursos de formación que queremos ofrecer:
Ofreceremos una formación a la ciudadanía, a los derechos del hombre, de la mujer y de los niños, sobre la prevención y la gestión de conflictos, la protección del medio ambiente, con intervenciones del Ayuntamiento, el Consejo Municipal, los servicios de salud … todo ello, con el fin de facilitar la integración social.
Nuestro ambición es doble:
1. Que este centro de formación ayude al conjunto de los Fulani de BURKINA a cambiar su visión sobre la escuela y la formación técnica (procesamiento de la leche y alimentación del ganado). Que los Fulani comprendan el valor de la escuela para sus hijos hasta el nivel del bachillerato (liceo técnico o educación general). Que este centro de formación ayude a los Fulani a cambiar su visión sobre la sociedad, el medio ambiente, el mundo… y, así, facilitar su integración social.
2. Que este centro de formación ayude al conjunto de la población de Burkina a cambiar su apreciación sobre los Fulani. Estos, hoy en día, no son los del tiempo de la independencia. En este sentido, el centro estará abierto a todos, aunque garantizando que los ganaderos Fulani tengan un lugar privilegiado.
Este proyecto, no podremos llevarlo solos. Los primeros interesados (los ganaderos de Signoghin) ya se han movilizado y han recogido 1 millón de francos CFA. El Ayuntamiento de Bittu se ha comprometido con 2,5 millones francos CFA. Algunos amigos se han ofrecido también para apoyarnos; en particular, una asociación bretona (ABADAS.bzh).
Pero, ya sea ABADAS o el SEDELAN, necesitamos de ustedes, de sus amigos y de todos aquellos que deseen participar en la construcción de un mundo en el que haya sitio, respeto y hermandad para todos.
Sus ayudas no sólo son bienvenidas sino, queridas, deseadas, indispensable… Sin ustedes, no podremos realizar, ni tan siquiera, la primera fase del proyecto.
Con ustedes, todo es posible. Con ustedes, crearemos un centro de excelencia, con sus tres dimensiones.
Confiamos en nuestros amigos de Francia, Bélgica, Suiza, Canadá y del mundo entero…. Pero, también, en la participación de muchos de Burkina Faso. Si 1000 personas de Burkina Faso nos envían 1000 F.CFA, ya es un millón. Para ello pueden utilizar:
Orange Money (antiguamente AirtelMoney): (226) 77 23 63 78
Mobicach: (226) 60 19 51 76
También pueden enviar su participación a nuestra cuenta bancaria en SEDELAN Banco UBA Kudugu.
Pinchen aquí: UBA