Miles de estudiantes se manifestaron en la capital de Burkina Faso, el día 23 de mayo, en apoyo a la huelga de profesores por los salarios y el tamaño de las clases, entre otras cosas, algunos de ellos rompieron ventanas y destrozaron oficinas en el ministerio de educación.
El normalmente pacífico país del África occidental, productor de algodón se está viendo convulsionado en los últimos meses por oleadas de protestas, incluidas algunas de los militares, que no se calmaron hasta el mes pasado, cuando el presidente, Blaise Compaore prometió ocuparse de las demandas del ejército.
La semana pasada comenzó la huelga de los profesores, que piden un aumento de salario, promociones y clases con menos alumnos. “¿Por qué las demandas de los militares tiene éxito y a los profesores no se los escucha?”, preguntaba uno de los estudiantes de la manifestación.
“Si no escuchan, es porque sus propios hijos están estudiando en Europa”, dijo otro, “Si no se toman en serio nuestras demandas, saldremos a la calle mañana y será peor”.
Un testigo de la agencia Reuters dice que al menos 3.000 estudiantes se han manifestado en la capital, la mayoría de ellos en frente del ministerio de Educación, y no había evidencia de fuerzas de seguridad en la zona.
Docenas de manifestantes lanzaron piedras a las ventanas del ministerio, mientras que otros destrozaron las oficinas del primer piso, según los testigos.
Sobre las cuatro de la tarde, la manifestación había terminado, sin informes sobre muertos ni heridos. No hubo ningún portavoz del gobierno para comentar los hechos.
Los soldados, la policía y los civiles de Burkina Faso han tomado las calles en repetidas ocasiones en los últimos meses, para protestar por las condiciones de vida en el empobrecido país sin salida al mar, que se enfrenta al enorme aumento del precio de los alimentos y el combustible.
Compaore dijo el mes pasado que los soldados habían prometido terminar con la oleada de protestas violentas, después de que él les prometiera mejorar las condiciones para los militares de vivienda, ropa y otros suplementos para alimentación.
Los analistas creen que estos disturbios, que han incluido hasta protestas de la propia guardia presidencial, supone un grave riesgo para su gobierno de 24 años de duración.
(IOL, 24-05-11)