“El pánico no es una estrategia”, dijo la ministra de Economía y Finanzas de Nigeria, Ngozi Okonjo-Iweala, tras la decisión de los países exportadores de la OPEP de no recortar la producción de crudo, lo que hizo que hoy el precio de barril cayera a 72 dólares.
La ministra señaló que desde el año 2000 el gobierno nigeriano se está preparando para una caída de los precios ahorrando recursos en un fondo especial creado para los momentos de dificultades.
Sin embargo, algunos observadores prevén que vendrán tiempos oscuros. Según expertos de Deutsche Bank, para cubrir los gastos del presupuesto, Nigeria necesitaría un barril a 120 dólares. La Economist Intelligence Unit, un grupo de expertos que trabaja para el semanario británico del mismo nombre, prevé que en 2015 los ingresos de Abuja de las exportaciones de crudo no excederán los 67.000 millones de dólares, un 18% menos que el año pasado.
En cuanto a las reservas para compensar este cambio brusco, la propia Okonjo-Iweala admitió que cayeron de los 9.000 millones de diciembre de 2012 a 4.100 millones este año. La ministra culpó a las continuas demandas permanentes de los 36 estados de la Federación, que dependen de los petrodólares hasta para pagar los salarios, por no hablar de las inversiones.
Pero Nigeria también tiene otros problemas igualmente importantes, comenzando por Boko Haram, el grupo islamista que continúa expandiendo su “califato” en las regiones del norte que limitan con Níger, Chad y Camerún. Sólo en el ataque contra la ciudad de Damasak, ocurrido esta semana, habrían muerto cerca de 50 personas. Además, en febrero habrá elecciones legislativas y presidenciales, que al parecer serán polémicas y durante las cuales la tensión seguirá aumentando.
En cuanto a los pronósticos, muchos analistas creen que el presidente Goodluck Jonathan, quien está buscando un nuevo mandato, se aflojará el cinturón, lo que aumentaría aún más la actual inflación del 8,1% y probablemente devaluaría la moneda nacional, que ya el martes pasado sufrió una devaluación del 8% frente al dólar.
Fuente MISNA
Fundación Sur
