El ex ministro Henry Kosgey adopto el día 5 de septiembre un enfoque independiente para defenderse de las acusaciones del fiscal, acerca de ser el cerebro de la violencia post-electoral.
Su abogado utilizo la audiencia del lunes para tratar de demostrar que el Sr. Kosgey no tenía ninguna vinculación con KASS FM, acusado de haber retransmitido en su programación mensajes de odio.
A diferencia de los otros dos sospechosos, William Ruto y Josué Sang, Kongsey se dio por vencido y decidió no llamar a testigos, pidiendo a la corte que se basara, para decidir la admisibilidad de la cuestión, en lo expuesto por su abogado.
En su defensa, el Sr. Kongsey trató de ofrecer una coartada para el día en el que se vierten las acusaciones, asegurando que estuvo en diferentes reuniones mientras se tramaban los ataques a las tribus Kikuyu, Kisii y Kamba.
Acusó al Fiscal Luis Moreno Ocampo de confiar en un único testigo que le implicaba a él mismo en la violencia post-electoral siendo este testigo poco fiable y desde luego insuficiente.
El abogado de Kongsey, el Sr. Oraro también pidió ser escuchado por la Cámara, para presentar una serie de documentos importantes. El abogado afirmó que, para que las acusaciones de la fiscalía siguieran adelante, el fiscal debía conseguir más testigos para corroborar los hechos. El Sr. Oraro también afirmo que la fiscalía no había encontrado ningún enlace entre el acusado, su cliente, y la Fundación Emo, acusada de financiar el caos.
(La Nación, Kenia, 5 de septiembre, 2011)
Noticia enviada y traducida por Eva Estaun, española residente en Nairobi.