“Los medios locales están difundiendo las últimas noticias de la victoria militar del ejército en la frontera con Uganda y el fin de la rebelión que anunció el Movimiento 23 de Marzo. La alegría es grande, pero el alivio lo es todavía más, después de meses de bombas, violaciones de derechos humanos y violencia. La gente está muy cansada, sólo quiere poder reanudar una vida normal y en paz”, dijo a la MISNA el vicario de la diócesis de Goma, monseñor Louis de Gonzague Nzabanita, quien habló del clima que se vive en la capital de Kivu del Norte y en las últimas localidades reconquistadas por las Fuerzas Regulares del Congo (FARDC). Pero más allá del sentido de “liberación” y de la esperanza de una paz venidera, son muchos los que se preguntan qué acuerdos políticos se firmarán en Kampala para terminar con el M23, pero sobre todo si las otras amenazas que desde hace décadas pesan en el este del Congo serán eliminadas todas. Gonzague Nzabanita declaró que “aquí, por desgracia, no es la primera vez que un grupo armado se disuelve y que otro se forma poco después. Esperemos que esta vez no vaya a suceder, y no hay que olvidar que otros movimientos rebeldes siguen sembrando desolación y destrucción en Kivu del Norte, desde las FDLR hasta los Mayi Mayi”.
La gente se pregunta si el ejército regular, y especialmente a la brigada especial de la misión local de la ONU (MONUSCO), podrán lograr los mismos resultados en otros frentes para “derrotar a todas las fuerzas negativas”. El ejército de Kinshasa ya ha anunciado su intención de “atacar próximamente a las Fuerzas para la Liberación de Ruanda (FDLR, rebeldes hutus que huyeron del país de las mil colinas tras el genocidio de 1994. Sin embargo, según Nzabanita, tras bastidores hay otros juegos de poder y de intereses “poco claros” y de “diferentes orígenes geográficos” que lamentablemente “todavía pueden cambiar las cartas sobre la mesa”. Los últimos acontecimientos militares en el este del Congo y las negociaciones de paz que comenzarán próximamente en Kampala, para el vicario general de Goma representan “un nuevo punto de partida para la región, más que un punto de llegada. El camino hacia una paz duradera aún es largo y cuesta arriba”.
Dos editoriales publicadas por el periódico congoleño “Le Potentiel” hacen una lectura “sospechosa” de las últimas victorias de las FARDC, y señalan que detrás de la derrota del M23 está “la mano invisible de Londres y Washington”; detrás, la de Ruanda y Uganda y “los intereses corporativos por el rico subsuelo regional”. De acuerdo con esta lectura, el M23, las FDLR y otros grupos rebeldes sólo serían “títeres cuyas filas son impulsadas por los poderosos”.
MISNA