A pesar del importante crecimiento de los recursos dedicados al control de la malaria, durante los últimos años, la necesidad de fondos para cubrir las intervenciones más básicas sigue siendo muy alta.
La carga de la malaria es humana, económica y tiene un importante impacto en los sectores vitales de la sociedad, en particular en el empleo. En este primer Día Mundial de la Malaria, el Consorcio de la Malaria, el Foro Internacional de Líderes Empresarios, la Organización Nigeriana de Mujeres y el Congreso de Sindicatos de Comercio se han unido para pedir la movilización y el compromiso para la acción de todos los miembros de la sociedad civil del Reino Unido en la respuesta a la malaria.
Los Gobiernos tienen obligaciones y se han comprometido a luchar contra la malaria, pero la sociedad civil, como un todo, también tiene un rol crucial en la creación de un marco efectivo para la movilización y la coordinación que hará que el impacto de sus acciones sea fuerte.
El secretario general del Congreso de Sindicatos de Comercio, Brendan Barber, ha declarado que “la malaria es suficientemente mala para los infectados y sus familias. Pero también daña a toda la economía, que se ve afectada por una baja productividad y un mayor coste en salud. Para los sindicalistas de Reino Unido, combatir la malaria consiste en solidaridad con los sindicalistas del los países en desarrollo más afectados por la enfermedad. Los Gobiernos de los países industrializados deben construir unos servicios sanitarios mejores en aquellos países afectados por la Malaria, con más y mejor pagados trabajadores sanitarios, y los empresarios en el Sur necesitan negociar políticas contra la malaria en los lugares de trabajo, con sus sindicatos.
Aunque la malaria es una enfermedad que ya no se da en los países desarrollados, con solamente algunos viajeros afectados, sigue matando hasta 3 millones de personas al año en el mundo. Por ejemplo en el Día Mundial de la Malaria, 3.000 personas morirán de esta enfermedad en África, principalmente niños de menos de cinco años.
Martha Osamor, la Presidenta de la Organización de Mujeres de Nigeria, de la Asociación de Bienestar de Mujeres Africanas, ha declarado que “la malaria es tanto una enfermedad de la pobreza como una causa de pobreza. La malaria cuenta con el 40 % del gasto en salud pública de África. Creo que para aliviar la pobreza debemos acabar del todo con la malaria”.
“Para movilizar a nuestros miembros para que se conviertan en activistas, reconocemos que se necesita hacer conexiones entre las organizaciones del sur o que representen al Sur, como nosotros mismos, y los interesados del norte. Esto es lo que creemos que hemos conseguido con la Asociación para organizar el Día Mundial de la Malaria”, comenta Oliver Boles, Director de la Asociación Global de la Salud, un Foro Empresarial Internacional. Este Foro ve cómo cada vez más empresas reconocen el impacto económico de la malaria y están dispuestas a encontrar la manera de contribuir, mediante sus principales operaciones empresariales, a la inversión social y a programas filantrópicos, así como a través de una política de diálogo y de apoyo.
La contribución que las diferentes compañías pueden hacer depende de su particular sector industrial. Hoy escuchamos información sobre el papel del sector farmacéutico, pero otros grandes sectores empresarios están interviniendo para ayudar, por ejemplo dando educación para los trabajadores y sus familias.
Sunil Mehra, Director Ejecutivo del Consorcio de la Malaria, ha declarado “hoy, van a celebrarse eventos por todo el mundo, destacando la dedicación y el compromiso de los que trabajan cada día para ayudar a los millones de afectados por la malaria, y mostrando que cada acción, por muy pequeña que pueda ser, puede suponer una diferencia. Este evento en Gran Bretaña ha reunido a todos los actores por primera vez y ha demostrado una fuerte disponibilidad para aumentar la concienciación.
(Africa Science News, 25-04-08)