El Ministerio de Defensa y Asuntos de Veteranos de Uganda confirmó el nombramiento del general Muhoozi Kainerugaba como jefe del Ejército de Uganda, destacando el rápido ascenso de Kainerugaba en las filas militares desde finales de la década de 1990. El anuncio del ascenso ha generado múltiples especulaciones sobre las futuras intenciones políticas de su padre, el presidente Yoweri Museveni, debido a que este movimiento ha avivado la preocupación de que Museveni esté preparando a su hijo para ocupar la presidencia en el futuro.
El hijo del presidente se mantiene muy activo en la política del país, a pesar de que la ley prohíbe a los oficiales del ejército participar en actividades partidistas. Sin embargo, Kainerugaba insiste en que sus acciones, incluido el lanzamiento de la Liga Patriótica de Uganda, no están vinculadas a ningún partido político en particular. Este ascenso ha sido apodado como el «Proyecto Muhoozi», un plan que según algunos observadores sugiere una transición planificada hacia un gobierno en el que el poder se mantenga dentro de la familia. A pesar de las negativas tanto de Museveni como de Kainerugaba sobre esta idea, el nombramiento del último como jefe del Ejército, junto con una reorganización ministerial, alimenta las especulaciones sobre una transición planificada.
Este suceso ha generado tanto apoyo como críticas dentro de Uganda. Algunos ven en Kainerugaba la posibilidad de una transferencia pacífica de poder, la primera desde la independencia del país en 1962. Sin embargo, los críticos advierten que esto podría llevar a un gobierno hereditario, alejándose de los principios democráticos. A pesar de su posición como oficial militar, Kainerugaba ha estado envuelto en varias controversias políticas, lo que ha generado tensiones diplomáticas para Uganda. Algunas de sus declaraciones públicas, como su broma sobre una posible invasión a Kenia en el pasado, han sido motivo de discusión y preocupación tanto dentro como fuera del país. Aunque el presidente Museveni ha defendido a su hijo como un «muy buen general», estas acciones y declaraciones continúan generando incertidumbre sobre el futuro político de Uganda y la influencia que la familia presidencial podría ejercer en él.
Fuente: Al Jazeera
[Traducción y edición, Bruno Rodríguez]
[CIDAF-UCM]
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