Sudáfrica, a nada de celebrar las elecciones generales, muestra preocupación por la posible violencia en el país. El Servicio Policial de Sudáfrica (SAPS) se encuentra en alerta alta en algunas regiones del país debido a las protestas continuadas por el país, entre ellas, de taxistas en las principales carreteras de Durban o la confiscación de 43 armas de fuego licenciadas.
Desde el gobierno de Sudáfrica se teme que diferentes organizaciones políticas puedan utilizar las protestas como forma de subir la tensión en el páis si los resultados electorales no son de su conveniencia. La preocupación ha aumentado desde que el Tribunal Constitucional del país declarara que Jacob Zuma, líder del MKP, podría aparecer en las listas electorales pero no servir en el parlamento. A pesar de las llamadas a la calma desde el gobierno, varias organizaciones han emitido alertas antes los potenciales disturbios para el futuro cercano; ya se han dado alertas sin confirmar sobre irrupciones en las instalaciones del almacenamiento de papeletas de la Comisión Electoral. A pesar de la dilución de tensiones como la huelga de camioneros, la preocupación sigue presente en e país.
Muchos negocios en toda Sudáfrica parecen estar preparándose para atravesar problemas y protestas por miembros y partidarios del MKP; entre ellos, el grupo bancario FirstRand, situación que ya se dio en 2021 cuando Zuma fue sentenciado a prisión. Aquellos disturbios tuvieron un coste de 50 mil millones de rand – unos 2 mil millones de euros. Algunos de los riesgos incluyen intimidación, daño a propiedades, incendios provocados, saqueos, barricadas, robo de vehículos y violencia política. Las regiones cercanas a la capital podrían ser las más vulnerables y activas. La información de FirstRand ya se ha compartido con la policía de Sudáfrica para preparar y determinar riesgos potenciales. Por su parte, el MKP ha aceptado oficialmente la sentencia del Tribunal Constitucional, pero ha cargado contra su composición y naturaleza; 10 individuos no elegidos que toman decisiones por millones de personas.
La violencia potencial no solo vendría del MKP, sino de la ANC, el partido gobernante, en caso de que venciera por menos del 50 % de los votos, llamando a otros partidos políticos mediante presión en la calle a formar parte de la coalición de gobierno. La policía se encuentra monitoreando carreteras y autopistas en toda Sudáfrica, principalmente atentos a los camioneros, que tuvieron un rol determinante en las protestas de 2021. Debido a sus quejas y acciones contra camioneros extranjeros, organizaciones de derechos humanos han avisado de la potencial xenofobia presente en las elecciones.
Autor: Ciaran Ryan
Fuente: The Citizen
[Traducción y edición, Gonzalo Querol]
[CIDAF-UCM]
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