Dos explosiones en una mezquita de la capital de Somalia, Mogadiscio, ocurridas el día 1 de mayo, mataron a 39 personas e hirieron a varias docenas más, entre ellos un alto mando del grupo rebeldes Al Shabaab, relacionado con Al Qaeda.
Este fue el segundo ataque de esta semana a una mezquita, en el mercado de Bakara, una zona de Mogadiscio dominada por los miembros de los dos principales grupos rebeldes de Somalia, Al Shabaab y Hizbul Islam.
Se cree que la mayoría de los muertos y heridos del ataque del día 1 a la mezquita de Abdallah Shideye, a la que van a rezar los rebeldes de Al Shabaab, y donde sus altos mandos pronuncian discursos, eran miembros, comandantes y oficiales del grupo de la línea radical del Islam.
Algunos testigos aseguran que el objetivo era el líder de Al Shabaab, Fuad Mohamed Khalaf, también conocido como Fuad Shongole, que está en la lista de sancionados por la ONU por su supuesta relación con el conflicto.
Según el Consejo de Seguridad de la ONU, Khalaf, que también tiene nacionalidad suiza, ha recaudado fondos para Al Shabaab y participó en dos ataques bomba en la capital, en 2008.
Los ataques a mezquitas es un fenómeno nuevo en el país del cuerno de África, plagado por la violencia y la anarquía desde que el dictador Siad Barre, en 1991.
No está claro quién está detrás de este ataque. Los residentes sospechan que puede ser el resultado de luchas internas entre los dos grupos insurgentes, que quieren derrocar el gobierno federal de transición, respaldado por occidente.
El ministro de Información, Dahir Mohamud Gelle, ha negado cualquier implicación del gobierno en el último ataque, afirmando que no atacaría a los rebeldes en lugares tan concurridos por otras personas.
Al Shabaab ha estado combatiendo contra el gobierno respaldado por occidente desde principios de 2007 y ahora controla la mayor parte del sur y centro de Somalia, haciendo retroceder al gobierno, que no controla más que unos cuantos bloques de la capital.
Hizbul Islam también está luchando para derrocar al gobierno federal de transición y su presidente, Sheikh Sharif Ahmed. Aunque los dos grupos han estado luchando juntos contra las tropas del gobierno en la capital, se han enfrentado en numerosas ocasiones en el sur y centro del país.
El gobierno ha prometido durante meses que lanzará una ofensiva contra los rebeldes para retomar el control de Mogadiscio.
Algunos residentes temen que los últimos ataques a mezquitas sean tácticas que los insurgentes somalíes han copiado de Irak, conde los insurgentes sunni y shia, a menudo atacan las mezquitas del contrario.
Al Shabaab también ha utilizado tácticas de suicidas para obtener efectos devastadores durante los dos últimos años, matando, además de civiles inocentes, a cinco ministros del gobierno y a docenas de soldados de la misión de paz de la Unión Africana, AMISOM.
(Mail & Guardian, Suráfrica, 02-05-10)