Preocupación en Ruanda por la investigación francesa del atentado contra Habyrimana.

29/01/2014 | Crónicas y reportajes

Los partes querellantes están preocupadas por la existencia de obstáculos en la investigación francesa del atentado contra el avión del presidente ruandés Juvenal Habyarimana en 1994, especialmente tras la muerte en Johannesburgo de un antiguo jefe de los servicios secretos ruandeses al que los investigadores querían interrogar como testigo.

El atentado del 6 de abril de 1993 en el que fue asesinado el presidente hutu está considerado como el hecho desencadenante del genocidio ruandés que causó, al menos, 800.000 muertos, esencialmente de la minoría tutsi.

Varios familiares del actual presidente ruandés Paul Kagame que dirigía en 1994 a los rebeldes tutsis del Frente Patriótico Ruandés (FPR) fueron imputados en el curso de una investigación abierta en Francia en 1998. Pero el bando de Kagame siempre atribuyó los disparos sobre el Falcon (1) presidencial a los extremistas hutus que habrían querido hacer fracasar el proceso de negociación entablado con el FPR.

“Cerca de 20 años después de los hechos existen numerosos impedimentos”; lamentó ante la AFP (2) el abogado de la viuda de Habyarimana, Philippe Meilhac, que acaba de reunirse con el magistrado instructor Marc Trévidic y con varios abogados de las partes querellantes.

Investigación abierta por asesinato.

En el centro de sus preocupaciones está el asesinato de Patrick Karegeya, un antiguo próximo a Paul Kagame que cayó en desgracia tras convertirse en disidente del régimen. El cuerpo del ex jefe de los servicios de inteligencia fue descubierto el 1 de enero de 2014 en Johannesburgo donde vivía en el exilio.

Se ha abierto en Sudáfrica una investigación por asesinado sin que se sepa por el momento quién lo ha inducido. Los parientes de Patrick Karegeya acusan al régimen ruandés de haberlo ordenado, lo cual desmiente Kigali.

En una entrevista a Radio France Internationale (RFI) el pasado mes de julio, este disidente acusaba a Paul Kagame, entre otras quejas, de ser el responsable del atentado, afirmando disponer de pruebas al respecto.

“En esta investigación parece que cada vez que un testigo quiere hablar es asesinado”. Acusó Jean-Yves Dupeus que representa a los hijos de Habyarimana.

En 2010 otro disidente exiliado en Sudáfrica, Faustin Kayumba Nyamwasa, fue objetivo de un intento de asesinato. Un antiguo jefe de Estado Mayor ruandés que acusa igualmente a Kagame de ser el instigador del atentado de 1994.

Kayumba Nyamwasa está en busca y captura tras una orden de arresto emitida por la justicia francesa. También existe contra él una petición de extradición a la que Pretoria nunca ha respondido.
A causa de la imposibilidad de conseguir esta extradición, Trévidic había expedido una comisión rogatoria internacional en 2012 para pedir – sin éxito – el interrogatorio por la policía sudafricana no sólo de Kayumba Nyamwasa, sino también de Karegeya. Este requerimiento acaba de volver a formularse.

“Vía muerta”

“Queremos saber lo que van a hacer las autoridades francesas frente a la falta de cooperación de Sudáfrica, que viola los tratados de cooperación judicial y asistencia mutua”, insistió el letrado Dupeux.
Del lado de los parientes de Paul Kagame inculpados, se juzga que el interés de los interrogatorios es “relativo”, así como la credibilidad de los testigos, que son disidentes ruandeses.

“M. Kayumba Nyamwasa tardó cerca de 20 años en descubrir que tenía cosas que decir”, ironizó León-Lef Forster, abogado de los parientes del presidente ruandés Kagame. “Él podría perfectamente, haber venido a Francia donde hubiera estado totalmente seguro o en su defecto haber realizado sus declaraciones ante los jueces”.
“La insistencia de los querellantes para hacer que estos testigos sean interrogados ocurre, cuando materialmente ya ha sido probada la inocencia de nuestros clientes” añadió.

El bando de Kagame quiere basar su inocencia en los peritajes técnicos presentados a principios de 2012 por los instructores que habían calificado como una zona de lanzamiento de misiles (la causa más probable de la muerte, dicen) un campo entonces ocupado por la guardia presidencial de Juvenal Habyarimana.

Para los querellantes, estas pruebas periciales no ofrecen ninguna certeza sobre la identidad de los asesinos y de sus inductores. Los jueces han rechazado este otoño una petición de sobreseimiento realizada por los imputados en la causa.

“No debe descartase ninguna pista y todos los que saben algo deben ser escuchados”, estima Emmanuel Nidanda, el abogado de la familia de una de las víctimas de nacionalidad francesa (la tripulación del avión de Habyarimana era nacionales franceses) que denunció la falta de medios concedidos a los jueces para la investigación.
“Francia había asumido la responsabilidad de esta investigación que nadie quería y que debe ser llevada hasta el final” insinúa el letrado Meilhac. “Ahora bien, los querellantes temen que la investigación termine en vía muerta por razones diplomáticas”.
La emisión de órdenes de detención en 2004 contra los parientes de Kagame había llevado a Kigali a romper sus relaciones con París antes de que fueran restablecidas a partir de 2009. La distensión franco-ruandesa se aceleró por el levantamiento de las órdenes de arresto a los seis familiares de Paul Kagame imputados en 2010.

Slate Afrique

Traducido por Antonio Vázquez

(1) Un tipo de avión.

(2) Agencia de noticias France-Presse.

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