La tregua humanitaria vigente en el este de la República Democrática del Congo (RDC) no ha logrado frenar el avance de los rebeldes del M23 en Kivu Norte y Sur a pesar de los esfuerzos de las Fuerzas Armadas del país. En su reciente declaración al Consejo de Seguridad, Bintou Keita, jefa de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas (MONUSCO) en el país, expresó su preocupación por el deterioro de la seguridad en la región y los niveles alarmantes de violencia y desplazamientos. Según Keita, la crisis humanitaria es uno de los aspectos más críticos de esta situación y actualmente la RDC cuenta con 7,3 millones de personas desplazadas. Las violaciones del derecho internacional humanitario están dificultando la entrega de ayuda humanitaria y la proximidad de las líneas del frente y la presencia de armamento pesado alrededor de los campos de desplazados comprometen seriamente su seguridad.
Por su parte, Zenon Ngay Mukongo, representante permanente de la RDC ante la ONU, afirmó que «la RDC defenderá su soberanía y seguridad a toda costa, pero permanece abierta a resolver el conflicto con Ruanda a través de medios diplomáticos, siempre y cuando las tropas ruandesas se retiren del territorio congoleño”. Un informe reciente de un grupo de expertos de la ONU señaló que Uganda está proporcionando apoyo al M23, un grupo armado que está respaldado por Ruanda.
Fuente: Africa News
[Traducción y edición, Bruno Rodríguez]
[CIDAF-UCM]
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