Por una economía inclusiva, equitativa y sostenible, desarrollada por jóvenes empresarios

14/12/2020 | Editorial

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El encuentro internacional que reunió en Roma, por tres días, (18-21 nov. 2020) a jóvenes economistas y empresarios del mundo, tuvo como objetivo: el potenciar el cambio hacia una economía inclusiva y sostenible.

Conscientes de la crisis tan compleja que sufre toda la Humanidad, particularmente los pueblos más empobrecidos en el hemisferio sur, como África, los organizadores del Dicasterio para el Desarrollo Humano integral en Roma afirman, que: “Es necesario desarrollar una gobernanza y economía del cuidado mutuo, con una sanación, educación y colaboración, que cree una vida digna para todos, basada en valores comunes”. Necesitamos potenciar una «cultura del cuidado mutuo» en vez de una cultura de consumo y descarte.

La cuestión relevante es: ¿cómo “curar” la economía capitalista?

Existen varios caminos. Uno de ellos es “cambiar la mentalidad extractiva y de tecnofix”, es decir, extraer de la tierra para producir y consumir y después tirar y desechar. “A través de esta mentalidad, extraemos de la tierra y de los seres humanos sin dar nada a cambio, no extraemos responsablemente, no nos relacionamos ni con la tierra ni con los seres humanos y generamos una cultura de consumo y descarte, con una globalización económica que va a la par de una globalización de la indiferencia, del grito de la tierra, del grito de los pobres, del sufrimiento”.

Al mismo tiempo, es necesario potenciar una solidaridad universal para combatir la mentalidad del saqueo y del descarte, creando un «valor relacional», comunitario, no sólo individual, donde la tecnología esté al servicio de crear valores comunes y no solamente de tapar agujeros. Los movimientos de jóvenes por la justicia y la paz, en África y el mundo, son cruciales para potenciar esta economía inclusiva y sostenible.

De esta manera, se genera una «cultura del cuidado» en vez de una cultura de consumo y descarte, en el respeto de la creación y de los seres humanos.

A la par de una economía global es imperativo generar la globalización de una nueva “solidaridad universal”, es decir, “que me toque el corazón el grito de la tierra, el grito de los pobres”, para combatir la globalización de la indiferencia.

Crear esta solidaridad universal para combatir la práctica del saqueo y del descarte en los países africanos, es precisamente uno de los Objetivos básicos del nuevo proyecto misionero que los Misioneros de África junto con la UCM están a punto de firmar: Un Convenio para la Información y Documentación sobre África.

Cuanto más de cerca. nuestros jóvenes hispanohablantes conozcan a los pueblos africanos, tanto mejor podrán colaborar juntos para potenciar una solidaridad nueva que se manifieste en la cultura, en la economía y en las relaciones sociales.

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