¿Por qué se considera el matrimonio infantil como una forma de violencia contra las mujeres y niñas?

14/11/2014 | Crónicas y reportajes

La violencia contra las mujeres y niñas es una lacra global que afecta a millones de mujeres cada año. De hecho, se estima que una de cada tres mujeres y niñas experimentan la violencia a lo largo de su vida. El matrimonio infantil es una manifestación de esta violencia.

En muchos casos, los padres sienten que lo mejor para su hija es casarse joven: creen que el matrimonio la protegerá de los ataques físicos o sexuales. Aun así, esta creencia es, a menudo, errónea. El matrimonio infantil pone a las mujeres y niñas en riesgo de padecer violencia sexual, física y psicológica a lo largo de su vida.

A continuación exponemos por qué se deberían tomar medidas contra la violencia de los derechos más básicos de las mujeres y de las niñas:

1) No acabaremos con la violencia contra las mujeres y las niñas mientras continúen casándose tan jóvenes

Hay un movimiento global, cada vez más popular, orientado a parar la violencia contra las mujeres y los niños. Dada la cantidad de matrimonios infantiles, no podemos esperar conseguir esto sin abordar una práctica que expone a las niñas vulnerables a muchos tipos de violencia.

En todo el mundo, 700 millones de mujeres hoy en día estaban casadas antes de cumplir 18 años. Sin acciones concertadas, este número crecerá: el total de mujeres casadas en su niñez aumentará alrededor de los 1.200 millones en 2050.

2) Las novias niñas son más vulnerables a la violencia física

Las chicas que se casan jóvenes están especialmente en peligro de sufrir violencia de género o violencia por parte de la familia de sus cónyuges. Sistemáticamente, es más probable que su pareja les maltrate o amenace que en chicas que se casan más tarde. Cuanto más grande es la diferencia de edad entre las niñas y sus maridos, mayor es la probabilidad de que sufran violencia de género.

Casadas a menudo con maridos mucho mayores, es más probable que las novias crean que el hombre a veces tiene razón en pegar a su mujer, que una mujer que se casa más tarde. En todo el mundo, el 44 % de las chicas de entre 15 y 19 años creen que el marido o la pareja tiene razón en pegar o apalear a su mujer o pareja en algunas circunstancias. En África y en Oriente Medio, este número está por encima de la mitad.

3) Casarse joven subordina a las niñas a formas de violencia insidiosas, emocionales y psicológicas

Las niñas novias a menudo sufren presión emocional por parte de sus familias, y sus maridos o familia política pueden limitar su habilidad para tomar decisiones sobre sus propias vidas y cuerpos. La iniciación sexual forzada y los embarazados tempranos a menudo tienen efectos duraderos en la salud mental de estas niñas, incluso años después.

Evelyn, de Liberia, acababa de cumplir 15 años cuando le forzaron a casarse. Al principio, le parecía difícil aclararse sobre si quería tener un hijo o cuándo lo tendría, y pronto se dio cuenta de que, si usase algún método anticonceptivo, su marido la dejaría. Vive constantemente con el miedo de que le abandone. Evelyn, una antigua niña novia, se convirtió en una activista por los derechos de la mujer.

Cada vez más pruebas en el África subsahariana indican que las niñas que se casan a edad temprana corren un mayor riesgo de contraer SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual. De hecho, en Uganda, la tasa de SIDA en niñas adolescentes de entre 15 y 19 años era mayor en las casadas (89 %) que en las solteras (66 %).

4) Las niñas novias tienen más probabilidades de describir su primera experiencia sexual como forzada

Las niñas novias casi nunca deciden con quién, si quieren o cuándo se casan. Melka, de Etiopia, tenía 14 años, cuando al volver del colegio, descubrió que iba a casarse ese mismo día con un hombre mayor de su comunidad. Recuerda que «después de la boda, me llevaron a su casa en el pueblo de al lado. Él empezó a empujarme hacia la habitación. Yo no quería entrar, pero nadie me escuchaba.»

Melka, que se casó con 14 años, ahora enseña a las niñas sus derechos. Melka no está sola. Un estudio en el norte de Etiopia demostró que el 81 % de las niñas novias que se entrevistaron describieron su iniciación sexual como forzada. En India, era tres veces más probable que estas niñas informaran de las relaciones sexuales forzadas que las que se habían casado más tarde. Los estudios también demostraron que las niñas novias generalmente continúan experimentando relaciones sexuales no consensuadas a lo largo de su matrimonio.

5) Las medidas contra el matrimonio infantil enviarán el mensaje de que la violencia contra las niñas y las mujeres nunca podrá usarse como excusa en nombre de la tradición y la cultura

Cuando las chicas se casan antes de los 18, sus vidas están muy a menudo marcadas por un tipo de violencia silenciosa, pero muy real; y esto ocurre, tal y como describe Ela Bhatt en The Elders, «con el consentimiento de la sociedad.»

El arzobispo Desmond escribió en su blog que «a pesar del progreso realizado, este mundo sigue siendo cruel y arbitrario para muchas mujeres y niñas» que están subyugadas a diario a la violencia que se acepta como tradición en muchas sociedades.

DESAFIANDO LAS PRÁCTICAS VIOLENTAS EN LA VIDA DE LAS NIÑAS

Como práctica compleja de las que no se puede generalizar las causas, el matrimonio infantil radica en el supuesto de que las mujeres y las niñas tienen de alguna manera menor valor. Esto a menudo conduce a situaciones en las que los actos de violencia contra las chicas son más fáciles de justificar.

Luchar contra la normalización de la violencia en las vidas de las niñas y las mujeres a las que se obliga a casarse pronto es uno de los principales retos a conseguir en nuestros esfuerzos para parar la violencia de género. Pararlo, conllevará coraje, determinación y acción coordinada de todos los sectores de la sociedad.

Este blog se publicó en un principio para resaltar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre) y los 16 días de Activismo contra la Violencia de Género en 2013.

Girls not Brides (@GirlsNotBrides )

[Traducción, María Alarcón]

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