Senegal tiene una sólida historia de activismo de las mujeres contra la violencia sexual que llevó, el año pasado, a la tipificación de la violación como delito. Sin embargo, las supervivientes de presuntas agresiones sexuales rara vez denuncian a sus violadores.
Recientemente una joven, Adji Sarr, acusó públicamente a Ousmane Sonko, líder de la oposición, de violarla. Fue arrestado y acusado de la violación, pero muchas personas se volvieron contra Sarr y defendieron a Sonko.
En Senegal prevalece la cultura de la discreción, llamada «sutura». Sutura es un híbrido de tradiciones étnicas musulmanas y normas sociales preislámicas, es el contrato social entre miembros de la comunidad senegalesa. Al mantener la vida privada oculta, otros miembros de su familia y la comunidad los protegerán y cuidarán.
Para muchos senegaleses, Sarr violó el contrato social de Sutura cuando denunció públicamente a Sonko y dió una entrevista para «contarlo todo». Pero, Sutura también significa protección. La familia de las supervivientes pueden protegerlas de tener contacto con su violador o proporcionarles alojamiento y atención médica.
Las senegalesas que han sido marginadas por romper la sutura pueden crear sus comunidades y así encontrar el apoyo que necesitan. El movimiento #MeToo en Senegal, es un ejemplo de ello. Dos mujeres senegalesas invitaron a otras a completar un formulario anónimo de Google con historias de su agresión sexual. Recibieron más de 100 historias, ninguna nombra al agresor.
Existen diversas iniciativas en Senegal para luchar contra la violencia sexual sin aislar a las mujeres. Una de ellas consiste en denunciar los actos de violencia sexual, pero no a las personas que los cometen. Esto evitaría aislar a las mujeres de sus comunidades.
A veces, la sutura puede ir contra las supervivientes, aunque movimientos feministas, ilustran que la sutura también podría ser una fuerza de cambio si protegiese a las víctimas de violencia sexual.
Beth D. Packer y Juliana Friend
Fuente: Sierra Leone Times-Imagen: Eitb
[Traducción y Edición, Isabel Garrido Celada]
[Fundación Sur]
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