¿Por qué las antiguas colonias británicas se desarrollan mejor?

30/01/2012 | Opinión

He leído con gran interés los artículos “La resaca poscolonial” y “¿Por qué los países francófonos quedan a la zaga de los anglófonos?”. En el primer artículo –de carácter más general– el historiador Niall Ferguson opina que ello se debe al legado positivo del Imperio Británico, subrayando “la difusión de los valores liberales en términos de libre mercado, el imperio de la ley y finalmente el gobierno representativo”.

La conclusión de Ferguson es compartida por Lee y Schultz que ilustran su validez con el ejemplo de Camerún, uno de los pocos países africanos con regiones que fueron colonizadas por separado entre Francia y el Reino Unido, antes de ser unidas al alcanzar la independencia.

El segundo artículo apunta a África, en particular a las antiguas colonias británicas y francesas. La conclusión general es que los países africanos de habla francesa en los últimos años se quedan retrasados con respecto a los países de habla inglesa. Entre otras razones están la falta de infraestructuras, una pobre cultura política y una mala gobernanza.

Jean-Marino Severino, gerente de I&P (Investisseur et Partenaire pour le developpement) menciona concretamente la falta de infraestructuras en los países de habla francesa, apunta también el hecho de que la moneda común de esos países del oeste y del centro africano, el franco CFA, puede haber sido más una carga que una bendición. Thierry Tanoh, vicepresidente del IFC (International Finance Corporation) reitera el asunto de las infraestructuras, así como la dimensión del mercado, a las que considera las mayores debilidades del bloque CFA.

Anthony Bouthelier, vicepresidente del Consejo francés de inversores para África dice que “la regionalización de los mercados funciona mejor en el este africano (anglófono) que en el oeste (francófono)”. Serge Michailof, profesor del Instituto de Estudios Políticos de París cree lo mismo y enfatiza la importancia de la formación de las élites administrativas, especialmente por el Reino Unido, dando como resultado una “mentalidad ágil” donde los negocios privados son esenciales para el desarrollo.

El economista jefe del Banco Mundial, Shanta Devarajan, tiene una opinión más matizada. Sugiere que la brecha entre los dos bloques lingüísticos “no es tan grande como pensamos” y que los países de habla inglesa también han pasado por momentos difíciles. Culpa al sistema de financiación de los estados y a la corrupción de funcionarios y políticos que no parece que se responsabilicen del correcto uso de los fondos públicos.

Devarajan también apunta que el hay más países sin litoral marítimo de habla francesa que de habla inglesa y que los altos costes de las deficientes infraestructuras afectan negativamente a estos países en la competencia internacional.

Aunque todas las observaciones tienen su interés, algunas de ellas parece ser que están comprobadas, prefiero hacer los comentarios en los siguientes términos y continuando con el fondo de los artículos sobre las antiguas colonias británicas y francesas, no se justifica por esta razón una distinción entre el norte africano y el subsahariano, teniendo en cuenta además que, es más útil echar un vistazo a los logros posteriores a la independencia en lugar de hacerlo sobre estos últimos años.

Ante todo déjenme poner las cosas claras.

1. África está formada por 54 países independientes, donde antes había muchas colonias que no tenían una relación bis a bis. El Reino Unido tenía 20 colonias incluyendo fideicomisos, Francia también disponía de 20 colonias.

2. En términos generales la suma africana de los PIBs nacionales de los 54 países es igual a la de Holanda. Las cinco economías más grandes en orden de importancia son Sudáfrica, Nigeria, Egipto, Argelia y Marruecos. En el África Subsahariana las dos potencias económicas dominantes son Sudáfrica y Nigeria, que suman más de la mitad del PIB de los países de esa área, ¡quedando la otra mitad para los restantes 47 países!

3. La población africana también está distribuida desigualmente. La población total del continente, incluyendo los estados insulares, es aproximadamente de 1.000 millones de personas. Casi la mitad vive en sólo cinco países: Nigeria (155 millones), Egipto (90), Etiopía (88), República Democrática del Congo (70) y República Sudafricana (50).

Déjenme ahora referirme al fondo de la cuestión de los dos artículos ¿están los países francófonos a la zaga de sus vecinos anglófonos?

Tal y como se ha dicho, interpretando el asunto como “colonizado por franceses” y “colonizado por británicos” y no haciendo distinción entre colonias oficiales, protectorados y fideicomisos, la pregunta así hecha se refiere a 40 países africanos con una población total de cerca de 800 millones de habitantes.

En primer lugar, ni los países anglófonos ni los países francófonos forman un grupo homogéneo. Hay una enorme variedad en tamaño de población, superficie, dotación de recursos naturales, ubicación geográfica y después de la independencia, la estabilidad política, sólo por mencionar algunas de sus peculiaridades.

En el grupo anglófono se incluyen pequeños países como Gambia, dos condados sin salida al mar en Sudáfrica, Lesoto y Suazilandia y los estados insulares de Mauricio y Seychelles. Aunque también se incluyen en ese grupo grandes países como Egipto, Nigeria, Sudáfrica, Tanzania y recientemente Sudán.

También el bloque francófono es muy diverso, cinco países tienen más de un millón de kilómetros cuadrados de superficie: Argelia (2 millones de km2), Chad, Mali, Mauritania y Níger, aunque zonas extensas de estos forman el desierto del Sahara, mientras que Djibouti en el cuerno de África y las Comores son de los más pequeños de todo el continente.

Con respecto a los países dotados de recursos naturales, los “ricos” del grupo anglófono son Botswana (diamantes), Ghana (oro), Nigeria (crudo), Sudáfrica (oro, diamantes y muchos más), Sierra Leona (diamantes) y Zambia (cobre). En el lado francófono, Argelia (crudo), República Centroafricana (diamantes) Chad (crudo), Gabón (crudo), Guinea-Conakry (bauxita), Níger (uranio) y Togo (fosfato). En general los países anglófonos del sur de África son más ricos en recursos naturales que las antiguas colonias francesas del oeste y centro africano.

En segundo lugar, en el grupo anglófono hay cinco países que tuvieron periodos de guerra civil o fuertes disturbios de índole política después de la independencia, Ghana, Nigeria, Sierra Leona en el oeste africano y Sudán y Uganda en la zona oriental. De estos cinco países, en la actualidad tres de ellos están yendo por vías correctas, Ghana y Uganda, después de introducir reformas macroeconómicas y con una ayuda importante de la comunidad internacional y Nigeria a causa de su riqueza petrolífera y su enorme población.

Los países del área francófona, Benín, Burkina-Faso, República Centroafricana, Chad, Comores, República del Congo, Mauritania y Níger padecen inestabilidad política provocada por diversos golpes de estado de carácter militar, Argelia estuvo en la década de los 90 al borde de la guerra civil, mientras que Costa de Marfil recientemente finalizó su propia guerra. En general los países inestables políticamente no logran enderezarse y los afectos adversos pueden aminorar su inestabilidad dada la importancia estratégica de sus exportaciones; Nigeria es un buen ejemplo en el área anglófona y Argelia en lado francés.

En tercer lugar, la fiabilidad de los datos económicos y de otras variables es baja en general. En muchos países los llamados informales o no registrados, es decir, sectores de la economía sumergida son muy importantes, algunas veces tan grandes o incluso más que la economía oficial. El Banco Mundial y otras organizaciones internacionales calculan el tamaño de la economía sumergida pero también en este caso las cifras resultantes son meras estimaciones.

Lo mismo puede aplicarse para las remesas de dinero que los trabajadores inmigrantes envían a sus familias. Los datos de población son muy poco fiables sobre todo por la ausencia de censos de población recientes. Otra causa de la falta de fiabilidad de las estadísticas demográficas son las hambrunas y las guerras con refugiados en los países vecinos, personas internamente desplazadas (IPDs en sus siglas inglesas) y un número desconocido de víctimas.

En cuarto lugar es pertinente agrupar a las antiguas colonias británicas y francesas en tres categorías:

1.- Estados insulares

2.- Países sin salida al mar

3.- Países costeros.

Varios comentaristas han considerado la desventaja que tienen los países sin salida al mar y la importancia de las infraestructuras.

Estados insulares

Cuatro antiguas colonias se convirtieron en estados insulares:

Mauricio y Seychelles (Reino Unido) y Comoras y Madagascar (Francia).

Indiscutiblemente Mauricio, con una población de cerca de dos millones de habitantes aunque sin ninguna materia prima lo está haciendo económicamente bien. Sin embargo la gran isla de Madagascar, con una superficie de 600.000 km2 y una población de 20 millones de habitantes no es consciente de su potencial económico, especialmente en el sector agrícola. Ni las Seychelles ni las Comores pueden presumir de grandes logros y aunque las Seychelles son políticamente más estables pueden hacerlo económicamente un poco mejor. Ambos países están escasamente poblados (menos de 1 millón de habitantes).

Países sin salida marítima

Estos países se enfrentan a unos altos costes de transporte, tanto para las importaciones como las exportaciones y se han beneficiado menos que los países costeros de la financiación colonial de infraestructuras.

Sorprendentemente las antiguas colonias británicas sin salida al mar superan en número a las francesas, ocho de aquellas respecto a cinco de estas*. Los trece países difieren enormemente. Varios de ellos están escasamente poblados, algunos están bien dotados de recursos naturales, unos pocos tienen muchos y variados y la mayoría de ellos son políticamente inestables.

Cuatro de las antiguas colonias británicas están bien dotadas de recursos naturales, Botswana (diamantes), Sudán del Sur (crudo), Zambia (cobre) y Zimbabue (agricultura). De estos cuatro países sólo Botswana lo está haciendo bien, siendo económica y políticamente estable. La esperanza de vida sin embargo está cayendo debido a la epidemia de sida. Sudán del Sur alcanzó la independencia en julio de 2011, por tanto no hay datos económicos y está por demostrar su estabilidad política.

La economía de Zambia se benefició del alto precio del cobre en el periodo posterior a la independencia pero desde entonces tiene un declive enorme a consecuencia de la política económica errónea aplicada. La economía de Zimbabue está en la ruina después de treinta años de independencia. Aunque políticamente es más o menos estable, económicamente está muy mal administrada.

Las otras cuatro ex colonias británicas, Lesoto, Malawi, Uganda y Suazilandia, aunque hoy en día son políticamente más o menos estables, en lo económico no logran tener éxito con la excepción de Uganda. Después de muchas turbulencias políticas en los años 70, el país ha alcanzado la estabilidad desde 1986 y se ha beneficiado de importantes donaciones y fondos.

Resumiendo, dos de los ocho países lo están haciendo bien, Mauricio (2 millones de habitantes) con su propios medios y Uganda (alrededor de 30 millones de población) con un fuerte liderazgo y después de hacer reformas económicas con el apoyo de la comunidad económica.

El imperio colonial francés incluía vastas áreas de aparente tierra infértil, sobre todo en el oeste africano (desierto del Sahara). Los cinco países tuvieron dramáticas experiencias de inestabilidad política. Tres de las cinco ex colonias tienen más de un millón de kilómetros cuadrados cada una y escasa población. Las comunicaciones y las infraestructuras son los mayores problemas. Sólo dos de ellas poseen importantes reservas de recursos naturales, Chad (crudo) y Níger (uranio).

Le siguen en importancia los diamantes para la República Centroafricana y mucho más reciente el oro en Mali. Burkina Faso es probablemente el país más pobre con menos potencial, aunque en los últimos años no lo está haciendo mal dado su limitado potencial. Mali representa un hito exitoso en el campo de la agricultura, mientras que en los años 70 y 80 era un país que importaba alimentos, ahora es autosuficiente e incluso es exportador de ellos.

En resumen, ninguno de los cinco lo está haciendo muy bien a pesar de los recursos naturales de dos de ellos, Chad y Níger.

Países costeros

Del total de los 40 países que fueron ex colonias británicas y francesas son costeros los siguientes:

9 ex colonias británicas: Egipto, Gambia, Ghana, Kenia, Nigeria, Sierra Leona, Sudán del Norte, Tanzania, Sudáfrica.

13 ex colonias francesas: Argelia, Benín, Djibouti, Gabón, Guinea-Conakry, Costa de Marfil, Camerún, República del Congo, Mauritania, Marruecos, Senegal, Togo y Túnez.

Los siguientes países de habla inglesa los están haciendo económicamente bien: Egipto, Ghana, Kenia, Nigeria, Sudáfrica y Uganda, mientras Sudáfrica, Nigeria y Egipto pertenecen al grupo de “arriba” de las economías africanas, todo ello dicho en términos relativos (ver mi comentario previo con la comparación de la economía holandesa). En el grupo de habla francesa sólo Argelia, Gabón (más o menos), Marruecos y Túnez lo están haciendo bien.

Conclusión

Ocho países africanos anglófonos están haciéndolo bien por encima de la media, mientras que sólo tres o cuatro países del área francófona merecen la misma calificación. Por lo tanto estoy de acuerdo con el economista jefe del Banco Mundial Shanta Devarajan. La diferencia entre los dos bloques no es tan grande como algunos sugieren.

¿Cómo se explica entonces el éxito o fracaso de las economías africanas? Cientos de libros y artículos ya se han escrito sobre este asunto y no seré capaz de resumir en unas pocas líneas la respuesta. Además he demostrado ampliamente lo diversas que son sus improntas.

Incluso me atrevo a decir que no hay parecido entre un país y otro. Sin embargo no estoy convencido de los argumentos de aquellos que sostienen que la cultura o la lengua de la potencia colonizadora responden a una explicación aceptable para describir las diferencias en los logros que puedan llevarse a cabo en el continente africano.

Terminaré llamando la atención sobre una serie de características importantes sobre los países que lo están haciendo bien, compartiendo aquello de mis declaraciones anteriores pero con las excepciones que siempre pudieran existir.

Países que lo están haciendo bien:

• Países costeros
• Bien dotados de recursos naturales
• Con una gran población relativa
• Políticamente estables y sin conflictos violentos (guerra civil)
• Políticas macroeconómicas sólidas
• Inversiones en agricultura e infraestructuras

Doctor Fred van der Kraaaij

Africa News, publicado el 24 de enero de 2012.

Para saber más sobre el tema http://blog.liberiapastandpresent.org/

Traducción para Fundación Sur, de Juan Carlos Solís Santander.

* Nota del traductor: se respetan los datos expuestos por el autor en el artículo original, aunque se contradigan o sean inexactos.

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