Por Amor a la Enseñanza

2/02/2015 | Crónicas y reportajes

Vanessa Obioha (escritora y periodista), nos acerca a un atareado maestro de una escuela pública en Lagos (Nigeria).

Adewale Adeogun comienza el día con una mini gira por cinco o seis escuelas públicas primarias y secundarias en el distrito de Ajeromi-Ifelodun en el estado de Lagos, donde inspecciona y, a veces, participa en las actividades de la mañana con los alumnos antes de que comiencen las clases. A partir de ahí, se encamina a su su oficina, que está situada en una escuela primaria y lleva a cabo la misma rutina antes de que finalmente empiece el trabajo del día con reuniones y actividades en su mayoría al aire libre. Planificar una reunión con él en su oficina fue una ardua tarea. Sin embargo, su puntualidad y el estricto cumplimiento de sus horarios finalmente lo hicieron posible.

En esta húmeda tarde de un jueves, el Secretario de Educación de Ajeromi Ifelodun estaba muy ocupado visitando diferentes escuelas primarias públicas en Ajegunle. Se celebraba la 31ª competición deportiva anual. Siendo, él mismo, un ávido deportista, Adeogun nunca se perdió ninguna actividad deportiva en su distrito, aunque su presencia en el evento no duró más de 15 minutos. Se aseguró de que todo iba bien en la celebración del evento y abrazó a los niños que corrían a su encuentro y le ponían una guirnalda alrededor del cuello.

Los gritos de ‘ES’, como se le llama popularmente, llenan el aire a su llegada a cualquier escuela. Los profesores y el personal no docente siempre tienen una solicitud u otra que hacer. De manera amigable, trata de contentar a todos sin ser demasiado arrogante o desdeñoso. Sin duda, Adeogun es muy popular y venerado en los círculos educativos. Esto no tiene nada que ver con su posición como Vice Presidente Nacional de la Asociación Nacional de Educación en Nigeria sino que ya viene de sus primeros días como maestro.

A la edad de 20 años, Adeogun ya era un maestro cualificado y sonríe con orgullo cuando le cuenta a la periodista que su contrato de empleo como profesor fue de los pocos firmados personalmente por el ex gobernador del estado de Lagos, Alhaji Lateef Jakande.

En aquel entonces, Adeogun era conocido por su puntualidad e insistía a los alumnos para que se acostumbrasen a este hábito. Aborrece la impuntualidad.

Desde su nombramiento como Secretario de Educación en 2010, Adeogun obligó a todas las escuelas primarias y secundarias de su distrito a abrir las puertas a las 7:00 am, en lugar de a las 8:00 am.

Según él, esto permite que los estudiantes se preparen adecuadamente para el día. «Cuando vienen temprano, participar en la rutina del ejercicio por la mañana y los que se saltaron el desayuno en casa puede tomarlo en la escuela antes de que empiece la asamblea de la mañana. No tolero la impuntualidad de ninguna manera”.

Su popularidad aumentó por su amor a los deportes. Ninguna actividad deportiva se consideraba completa sin su participación, tanto dentro como fuera de su escuela. En su honor, un espacio en cada escuela de su distrito lleva su nombre. Debido a su inquebrantable apoyo al deporte, su distrito ganó dos veces el famoso trofeo de fútbol para escuelas secundarias en el estado de Lagos.

Esta hazaña sería recordada durante mucho tiempo. Su deporte favorito es el tenis sobre hierba. Cuando era adolescente, visitó la prisión de máxima seguridad de Kirikiri Yard para jugar al tenis. Su amor por el tenis le llevó a construir una cancha de tenis en la sede de la Unión de Docentes de Nigeria de su distrito.

Adeogun se niega a reconocerse a sí mismo como una persona del pueblo. Más bien, él cree que hace su trabajo para asegurarse de que los demás son felices. Su trabajo es, a veces, delicado y de naturaleza política. Por tanto, Adeogun ejercita sus funciones con cuidado y mucha sabiduría.

En su primer mandato como Secretario de Educación, Adeogun atesora en su mesa y en las paredes de su oficina, toda una serie de premios nacionales e internacionales, testimonio de su éxito y diligencia. Una de sus escuelas, la “Escuela Primaria de la Asamblea de Cristo”, fue proclamada la mejor escuela primaria de Nigeria el año pasado. Además, logró recuperar la gloria perdida por las escuelas públicas dotándolas de infraestructura y docentes capacitados. «Tenemos los mejores maestros en nuestro distrito con una amplia experiencia. Nuestros estudiantes compiten justamente en concursos y debates. En deportes, somos los mejores. »

Adeogun también ha creado, para los niños, un programa agrícola. «Esta idea me vino de los tiempos en los que yo estaba estudiando para ser profesor: todos teníamos un jardín para nosotros mismos donde teníamos plantas y flores. Por eso me aseguro hoy en día de que hay granjas en todas nuestras escuelas».

Nos explica: «Antes de comenzar la clase, los estudiantes vayan a los campos para regar sus plantas. Les enseñamos cómo hacerlas crecer. También tenemos estanques con peces. Algunos de nuestros estudiantes ni siquiera saben lo que es la yuca. Queremos que todo eso cambie. Queremos que nuestros hijos absorban la cultura de la agricultura. Todo lo que estamos tratando de hacer es elevar el nivel de nuestras escuelas y recuperar de nuevo los viejos valores”.

Puestos a elegir, Adeogun optaría por escuelas públicas en contra de las privadas. Su opinión no es descabellada. Él mismo es un producto de las escuelas públicas y ha enseñado en escuelas públicas durante 25 años. Para él, la escuela pública es el hogar. Más que esto, él cree que las escuelas públicas tienen un punto de vista más alto que las escuelas privadas en términos de experiencia.
«Los maestros de las escuelas públicas tienen mucha experiencia. Ellos han vivido el sistema y lo conocen muy bien”. Adeogun sigue manteniendo que las escuelas públicas están a la par con las escuelas privadas. Todos sus hijos asistieron a escuelas públicas, aun cuando podía permitirse el lujo de enviarlos a escuelas privadas.

Otra hazaña loable de Adeogun es su campaña «Caminar por la Vida”, liderando a una gran multitud de maestros en una caminata anual para promover una vida sana.

Este educador nato, que cumplió 50 años recientemente, aún espera conseguir mayores éxitos. Hasta el momento, no se arrepiente de nada de su vida. Cree que todo le salió bien. En sus bodas de oro, recibió a amigos, familiares y colegas para una gran fiesta de cumpleaños, una excepción a sus habituales visitas a orfanatos y hogares sin padres.

«Tengo 50años. Creo que debo hacer algo excepcional: celebrarlo con mi gente», dijo con una sonrisa.

[Fuente: thisdaylive.com]

[Traducción: Fundación Sur]

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