En Irán, los abusos de la llamada policía de las costumbres hicieron que el pueblo se sublevara contra ella y ha tenido que ser suprimida. También los talibanes impusieron policía islámica.
¿Hay en los países islámicos africanos policía islámica?
Por desgracia, África no se salva de esa plaga. Tras la conquista militar del norte de Malí, por parte de rebeldes y yihadistas, se había fundado su policía islámica, cuyo líder, el «emir de la policía», fue procesado recientemente por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, ante la Corte Penal Internacional, precisamente por dirigir esta «policía islámica».
¿Hay diferencia entre la policía islámica de África y la de otros países?
En África la “policía islámica” parece basarse en el uso, en paralelo, de tribunales islámicos. Los tribunales islámicos no disponen de abogados para defender a los acusados y no hay posibilidad de apelar sus decisiones finales. ¿Quién se atrevería a impugnar una decisión dictada bajo el texto infalible de la sharia coránica?
¿En qué países africanos existe la policía islámica?
En Somalia, los tribunales islámicos no ejercieron una justicia particularmente implacable, en particular no reprimiendo el vestido de las mujeres. Pero donde rige la milicia al-Shabaab, ésta ha impuesto, por medio del terror, su propia lectura rigurosa de la sharia. Libia también vio el desarrollo, en la ciudad costera de Sirte, de una «policía islámica» en 2015, creada por Daesh, que se había hecho así un hueco en África, con una aplicación oscurantista de la sharía, que era su seña de identidad.
¿En que otros países de África subsahariana se impone la sharía?
En Nigeria, su estructura federal permite una legislación basada en la sharia, en sus estados del norte. Ha sido esta misma región del país la que vio nacer y aún ve nacer a la milicia islamista Boko Haram. En el estado de Kano, se aplica un principio legal islámico interpretado como «imponer la ley y evitar que se vicie», en referencia a la sharía, que impone la policía nigeriana oficial y, aunque se supone que actúa solo sobre musulmanes. Dicha policía ha sido sorprendida varias veces en el acto de abusar de no musulmanes, incluidas, por supuesto, muchas mujeres.
En un estado de derecho, la policía es sinónimo de orden y justicia
La policía de las costumbres no asegura la justicia ni el orden público, sino un rigor obscurantista que pretende ser religión. En “estados” gobernados por organizaciones yihadistas, la policía es en el símbolo y el instrumento de represión. En un estado de derecho, también los derechos de la mujer están reconocidos y protegidos por la ley. No sorprende verlos negados, incluso con violencia, cuando el yihadismo se convierte en el fundamento de la sociedad y una “policía islámica” se impone como guardiana, no de las libertades.
Bartolomé Burgos
CIDAF-UCM