Haciendo caso omiso de la oposición internacional, las autoridades de Guinea Bissau, han investido el día 29 de junio al general del ejército amotinado, Antonio Indjai, como jefe del ejército del país. El general Indjai lideró el motín militar del pasado mes de abril, expulsando al anterior jefe de Estado Mayor, que todavía está bajo custodia, y detuvo durante un breve periodo de tiempo al primer ministro. Una polémica elección como jefe del que es considerado el ejército más indisciplinado del África Occidental.
El general Antonio Indjai ocupó los titulares de la prensa internacional el pasado mes de abril cuando estuvo a punto de derrocar al gobierno del presidente Malam Bacai Sanha, a la cabeza de un grupo de militares anárquicos que capturó y detuvo tanto al primer ministro guineano como al anterior jefe del ejército.
Mientras que el primer ministro Carlos Gomes Junior ha sido puesto en libertad posteriormente, el ex jefe de Estado Mayor, el general José Zamora Induta,a permanece detenido desde entonces.
El anuncio hecho la semana pasada, el nombramiento de Indjai como jefe del ejército de Guinea Bissau, fue ampliamente condenado por la comunidad internacional.
El gobierno de los Estados Unidos se opuso abiertamente al nombramiento. Su embajada en Dakar, capital de Senegal, que supervisa la nación vecina abrumada por el tráfico de drogas, publicó un comunicado condenando la investidura de Indjai y lamentando el nombramiento del general al que considera “no apto” para el cargo. El comunicado de la embajada estadounidense anunció la retirada del apoyo a la vital reforma del sector de la seguridad en Guinea Bissau, prometida la semana anterior.
“Estos actos de insubordinación, indisciplina y amotinamiento hacen del general Indjai una persona no válida para liderar las fuerzas armadas del país”, asegura el comunicado, haciendo referencia a los incidentes del pasado mes de abril.
No sólo los incidentes de abril demuestran que el polémico jefe del ejército es una amenaza para la democracia más joven del África occidental, sino que también su amistad con el supuesto golpista y famoso barón de la droga, el ex jefe de la marina del país, el almirante José Americo Bubo Na Rchuto, hacen de él una incuestionable fuerza de discordia en el gobierno.
Malam Bacai Sanha, el presidente que tiene bastante poco poder, justificó su decisión del polémico nombramiento como jefe del ejército al que amenazase con matar al primer ministro tan sólo unos meses antes, diciendo que el gobierno había tomado la decisión soberana de nombrar al general Indjai como jefe del ejército “porque Guinea Bissau es un país soberano y estoy hablando como el presidente electo democráticamente”.
Sanha dirigió unas palabras al general Indjai durante su investidura: “Le recomiendo que dé prioridad al diálogo, para resolver los problemas en los cuarteles militares. El ejército debe respetar y someterse al régimen político”.
Pero la actual relación inviable entre el recién nombrado jefe militar y el primer ministro del país, descarta cualquier posibilidad de cooperación. Esto es un enorme riesgo para un país que no sólo supone una amenaza seria para sus ciudadanos, sino que lo es también para el resto de la región.
Kemo Cham, reportero de Africa News, en Dakar, Senegal.
(Africa News, 30-06-10)
