¿Una decisión que servirá para financiar el desarrollo de la infraestructura del país o un golpe duro para los sectores sociales más débiles? Es la pregunta que está planteando un debate en Zambia sobre el anuncio de la cancelación de los subsidios estatales que desde hace años mantienen bajo el precio del combustible.
El presidente Michael Sata justificó esta decisión con el excesivo costo de los subsidios, estimado en 1,1 billones de kwachas por año (158 millones de euros). Según el jefe de Estado, con esta suma se podrían construir 100 escuelas y 120 centros de salud en las zonas rurales de Zambia o también financiar la ampliación de la red vial y ferroviaria del país
Sin embargo, algunos partidos de la oposición señalaron que la abolición de los subsidios podría agravar las condiciones de vida de los sectores más humildes. Ayer, el National Restoration Party (NAREP) denunció que a ministros, viceministros y otros funcionarios del gobierno se les acababa de garantizar subsidios equivalentes al costo de 800 litros de combustible.
En 2011, Sata y su Patriotic Front (PF) ganaron las elecciones con la promesa de combatir la corrupción y mejorar las condiciones de vida de millones de personas, las cuales siguen viviendo en la pobreza.
MISNA 07 Mayo 2013