El presidente de Kenia, Mwai Kibaki, y el primer ministro, Raila Odinga, han presionado a los ministros y viceministros para que aprueben una ley crucial que pretende afianzar el propuesto Tribunal Especial en la constitución, para juzgar a los perpetradores de la violencia post-electoral.
En una reunión celebrada en el Centro Internacional de Conferencias Kenyatta, se intentó recabar apoyo para la enmienda de la constitución, después de que se hiciera público que los miembros del parlamento están divididos a partes iguales sobre el polémico proyecto de ley.
Los parlamentarios que apoyan la formación de un tribunal especial argumentan que preservará la soberanía de Kenia, mientras que los que creen que los acusados deben ser juzgados en el Tribunal Penal Internacional de La Haya, son de la opinión de que un tribunal local sería susceptible de manipulación por parte de los políticos más poderosos.
La aprobación de este crucial proyecto fue presentado el día 9 de febrero, pero fue retirado en el último minuto, después de que el gobierno descubriese que podría ser rechazada por los parlamentarios opuestos al proyecto de ley.
Este proyecto ha levantado profundas divisiones incluso dentro de los círculos del gobierno, y por el momento, no parece que vaya a obtener el “si” de los dos tercios de los parlamentarios, como requiere la aprobación. Hace falta una mayoría de 148 parlamentarios, de los poco más de 200.
Según los analistas, si el proyecto de ley fracasa, el fiscal especial del Tribunal Penal Internacional tendrá que ordenar que se inicie una nueva investigación sobre la violencia post electoral que se cobró la vida de más de 1.000 personas y desplazó a más de 300.000.
(African Press Agency, 10-02-09)