El ex general del ejército ruandés, exiliado en Suráfrica, primero sufrió un intento de asesinato, cuando fue disparado por un hombre armado. Tras sobrevivir a este primer intento, el fiscal asegura que la gente que lo quería muerto, planeó estrangularle en la cama del hospital surafricano.
El Fiscal se negó a decir si creía que detrás de este intento de asesinato está el gobierno del presidente de Ruanda, Paul Kagame. Pero el día 28 de junio, al comienzo del juicio, el fiscal desveló que los principales testigos ahora están bajo protección oficial en Suráfrica, porque “tienen miedo del gobierno de Ruanda”.
Las autoridades de Ruanda han negado las acusaciones de intento de asesinato del general Faustin Kayumba Nyamwasa, e incluso han contratado a un abogado surafricano para monitorear el proceso judicial, que se ha abierto esta semana en Johannesburgo.
“El gobierno de Ruanda no tiene nada que ocultar. No está implicado en esto”, señaló el abogado Gerhard van der Merwe.
El fiscal Shaun Abrahams se negó a decir el día 28 de junio si su caso implicaría al gobierno de Ruanda, explicando que las pruebas hablarán por sí solas durante el complejo proceso, que está teniendo lugar en inglés y traducido a otras tres lenguas: francés, suajili y kinyarwanda.
La víctima también se enfrenta a una orden de arresto internacional por acusaciones de crímenes de guerra, cometidos poco después del genocidio cometido en Ruanda en 1994, acusaciones que él niega.
Nyamwasa fue un alto mando militar en Ruanda antes de discutir con el presidente y huir al exilio a Suráfrica, el año pasado. Él y otros ex ayudantes cercanos de Kagame han sido acusados por ser “una amenaza a la seguridad del estado” y condenados en absentia en Ruanda.
Ahora, tres ruandeses y tres tanzanos están acusados de intento de asesinato y conspiración para cometer asesinato, entre otros cargos, por el tiroteo en el que Nyamwasa resultó herido en Suráfrica. Todos ellos se han declarado no culpables de los cargos.
Nyamwasa y otros ruandeses que viven en el extranjero acusan al presidente de Ruanda de aplastar a la disidencia y la democracia, desde que llegó al poder, en 1994.
En mayo, la policía británica advirtió a algunos exiliados ruandeses que viven en Gran Bretaña de que sus vidas corrían peligro, y las amenazas, según consideraba la policía británica, emanaban del gobierno ruandés.
Activistas de derechos humanos también han acusado al gobierno de Ruanda, liderado por los tutsis, de persecución a todos los hutus, en la vecina Uganda, donde se han producido una serie de ataques a ruandeses hutu que viven en el país vecino. El gobierno de Ruanda también niega estas acusaciones.
Diversos grupos de derechos humanos afirman que los políticos de la oposición, periodistas y activistas de la sociedad civil han sido objeto de represión dentro de Ruanda también, en los últimos días. A principios de este año, en un juicio que según Human Right Watch estaba motivado políticamente, el Tribunal Supremo de Ruanda condenó a cuatro años de prisión a un líder de la oposición por “poner en peligro la seguridad nacional, intento de organizar protestas no autorizadas e incitar a la división étnica”.
El principal sospechoso en el caso de Suráfrica es Pascal Kanyandekwe, un empresario ruandés. El mismo también está acusado de planear el asesinato de Nyamwasa en el hospital. Además está acusado de soborno, después de que dos oficiales de policía afirmasen que les había ofrecido un millón de dólares por dejarle escapar, en junio de 2010.
Los otros dos ruandeses acusados en este caso son el conductor y un ex soldado ruandés, según el fiscal.
Aunque Nyamwasa se presenta a sí mismo como un defensor de la democracia y una víctima en el juicio recién abierto en Johannesburgo, él también se enfrenta a graves acusaciones criminales.
Él y otros altos cargos militares tutsis están acusados de llevar a cabo una campaña de exterminación contra los hutu, en el caos reinante poco después del genocidio de 1994.
Un juez español acusó en 2008 a Nyamwasa y otros 39 miembros de la cúpula militar de Ruanda de asesinatos en masa de civiles, tras llegar al poder en Ruanda en 1994.
Un informe de la ONU del año pasado, repetía las acusaciones del juez español en 2008, acusando a las tropas de Ruanda de invadir el vecino Congo, matando a decenas de miles de hutus entre 1996 y 1997.
Grupos de refugiados y de derechos humanos de Suráfrica han acudido al tribunal para intentar que se retire a Nyamwasa el estatus de asilo político, por todas estas acusaciones.
En una demanda presentada a principios de este mes, los grupos reconocían que podría no ser seguro para Nyamwasa volver a Ruanda, y en su lugar propusieron que fuera juzgado en Suráfrica.
(IOL, 28-06-11)
