Ningún lugar es inmune. En las paradas de autobús, la falta de civismo es una triste realidad. La práctica de la higiene y la limpieza están desapareciendo en la Cabilia. El “laissez-faire” del gobierno es flagrante, vertidos ilegales de basura proliferan por todas partes y son admitidos sin que nadie les ponga freno.
Desde la ciudad de Ouadhias me dirigí hacia Tizi-Ouzou pasando por Takhoukht. Las cunetas, a lo largo de todo el camino, están llenas, hasta el borde, de latas, botellas de plástico, bolsas, metales diversos, platos, cajas y montones de basura.
Yo vi con mis propios ojos a personas, supuestamente educadas, conduciendo su coche nuevo y flamante con una mano al volante y la otra sosteniendo una lata de bebida que, a continuación, tiraban por la ventanilla.
La falta de civismo ha tomado proporciones inimaginables. Ya no reconocemos la Cabilia: Esto es asqueroso! Los ciudadanos tienen la mala costumbre de tirar la basura sin preocuparse por la contaminación del medio ambiente, particularmente en las afueras de la RN 30, que atraviesa la ciudad de Ouadhias por todo el centro. Se espera colocar carteles por todas partes prohibiendo tirar la basura de las casas en cualquier lugar. Los contenedores de basura se encuentran desde los centros de concentración de mayor población hasta la universidad de Oued Aissi.
El Ayuntamiento de Ouadhias no tiene medios suficientes para la recogida de residuos, por lo que deja que la basura se acumule en cada esquina, creando un ambiente de lo más pestilente y una imagen de lo más repulsiva. Malos olores, enjambres de mosquitos y animales callejeros ponen en peligro la salud de todos los residentes. Todos los ciudadanos, las organizaciones de voluntarios, escuelas y autoridades locales deben compartir la responsabilidad de este desastre ecológico y ciudadano.
La Cabilia está expuesta a la propagación de graves enfermedades.
[Fuente: kabyle.com-Fundación Sur]