Pioneros en la celda 79, por Nse Ramón

18/04/2011 | Bitácora africana

Crecidos en la era de Obiang Nguema Mbasogo perseguimos un sueño un sueño: SER NOSOTROS MISMOS.

«Maestros» que aprendieron su arte a base de creerse ellos mismos el cuento de que «el país va a cambiar algún día». Jóvenes dispuestos a crecer en lo que vale la pena, mujeres y hombres especialistas en salir adelante con lo inexistente. Buscando respuestas a unas preguntas que no hacen en el interior del país, uno se encuentra con que la «generación perdida» en el exilio obligado en Europa o América pide a gritos que alguien haga un relevo creíble para que la población joven tenga un espejo en donde mirarse. Se nota el cansancio de los «viejos luchadores» y se tiene en cuenta la cantidad de años que han tenido que pasar para que uno se de cuenta de lo jodido que puede llegar a ser el mundo. ¿Bajamos los brazos pues?, ¡no!… el relevo debe ser real y claro. Muchos han hecho un intento de «reeducar» a la sociedad, pero no lo han tenido fácil. Tampoco se ha visto un interés colectivo hacia lo «correctamente legal» que es decir que «esto me está rayando un montón». No se entienden muchas actitudes, ni falta que hace, se busca simplemente que la actitud correcta sea la del ser que sepa diferenciar lo «abusivo» de lo «entendible». Si tenemos que soportar más años una situación que se tambalea sobre los tiempos modernos y no abre camino hacia las mejoras, entonces debemos renunciar a ciertos ideales que diferencian al hombre «libre» del hombre «encerrado». Muchos se han declarado en favor (de alguna manera) de trabajar para el opresor, ya que siendo otra manera de ver la cosa, resulta que estamos contribuyendo a la «democratización» del sistema obsoleto. No hay que culparles… ¡el mundo (casi) funciona así!. Otros se han declarado en favor de una nueva estrategia donde quepan ideas innovadoras y que aporten algo a la vida invivible. Esos han hecho una apuesta a largo plazo y que con su «locura» se encontrarán ante el muro de las lamentaciones eternas.

No puedo entender el país de mis amores si no recojo la fe y la voluntad que sembraron personas importantes como Acasio Mañe, Edmundo Bosió, Enrique Nvo, entre otros al intentar cambiar una situación claramente desfavorable a los que deben beneficiarse. Yo creo que se enfrentaron a personajes mucho más poderosos que los de ahora en un país que en su día recibía al «ntagnan» como un dios terrenal. Ellos, con la ayuda de otros, creyeron que las cosas estaban mal hechas y solicitaron una de esas cosas que hoy en día se niega a buena parte de los mortales en África: HABLAR. Dicen que murieron asesinados, que pena. Cuentan que fueron mataos para dar ejemplo en un mundo dominado por el colono ignorante y que hasta nuestros días, nuestros sufridos días, el ejemplo sigue muy profundo transmitiendose de generación en generación. Recojo el guante de esa gente por que creo que ayudaron a que una pequeña parcela sin importancia del mundo mundial tuviese al menos la gentileza de elegir a su «enviado de dios». ¿Se hizo mal?, ¡Claro!, yo no estoy hablando de «la mano colonizadora» que hasta el siglo 21 sigue dándonos dolores de cabeza. Hablo de los que pueden cambiar el rumbo de las cosas y enfrentarse a un mundo mejor, pero no exento de barbaridades.

En Guinea Ecuatorial, esa querida patria, tenemos el privilegio de asistir a una purificación de la CELDA 79. Artistas jóvenes que han decidido emplear en sus obras la realidad de su país que tiene un lenguaje universal sin miedo y que busca en la palabra «pacificación» la esencia de un cambio real y directo. He vivido 32 años en ese país, sobre todo en el bendecido territorio de los bubis, y nada me hace más feliz que saber que estoy rodeado de pioneros en todas las formas de representar la cultura en su adaptación a un nuevo siglo lleno de contrastes y cambios bruscos. Me gusta asistir a los eventos culturas que por «DESGRACIA» (para los que se atreven a mirarlo desde un lado negativo) dan cobertura a los que sueñan con vivir una vida artística dentro de lo que cabe. Obras de teatro escritas por «nativos». Películas rodadas y dirigidas por «nativos» (cosa de casa, que conste. La ilusión es la que cuenta).. festivales y manifestaciones culturales y populares dirigidos por jóvenes de «casa» y animadas por jóvenes de «casa». Una juventud guineoecuatoriana que quiere aferrarse a la idea de «MEJOR» y que no escatima en esfuerzos. Malabo es una de las sedes de la proyección cultural y artística de todo el país. Una ciudad donde el nivel intelectual sube gracias al aprendizaje insistente de sus jóvenes que artos de no entender la «MALA GESTION» deciden emprender un camino que libera la mente y el alma tan pisoteados que ya da pena pensar que no van a lograr levantarse algún día. Pioneros, somos todos pioneros.

Una cosa genial en el apartado personal que quiero plasmar en ésta carta mía sin sentido, es que no recuerdo conocer a nadie en el mundo de las artes y la cultura de mi país de menos de 35 que no grite en su interior (ante el público) o a viva voz (en petit comité): ¡LIBERTAD PARA TODO!

Yo, desde mi humilde posición de «El guineoecuatoriano que no va a engañar a Obiang Nguema Mbasogo» pido a los pioneros que den lo mejor de si para que el relevo no nos recuerde que nos quedamos anclados en el 3 de Agosto de 1979.

MI VIDA POR MI PUEBLO no es el Mein Kampf

Nsé desde un estado de incultura total.

Autor

  • Nse, Ramón

    Nse Ramón o Ramón Esono Ebalé (alias Jamón y Queso) es un artista guineoecuatoriano nacido en Nkoa-Nen Yebekuan (Mikomeseng-Kie Ntem) en 1977 y residente en Malabo desde 1982. Dibujante e ilustrador autodidacta, compagina su pasión por el dibujo y el cómic con su trabajo de grafista. Actualmente es el grafista titular del Centro Cultural de España en Malabo y como dibujante de cómics ha ganado varios premios y certámenes internacionales como el concurso "Regarde 9", en el Festival Internacional de BD de Angulema (Francia), el premio obtenido en Cocobulles, Costa de Marfil con el trabajo "Le réveil d'Akoyo". Ha expuesto en los Centros Culturales Francés y Español en Malabo y Bata, en el Feshcary (Camerún) y en diversas galerías de Europa, América y Estados Unidos. El artista ha iniciado diferentes proyectos para organismos internacionales que operan en Guinea Ecuatorial realizando carteles e ilustraciones para la campaña de la Unión Africana en fomento de la Juventud y sus Derechos de la Organización de la Unión Africana.

    Participó en ARCO2010 con dos series ácidas y corrosivas sobre las dictaduras y la corrupción

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