Autor : Sebastián Ruiz Cabrera
“En realidad es un premio de todos los directores africanos”. Estas acaban de ser las primeras palabras de Kunle Afolayan el realizador nigeriano de la comedia Phone Swap elegida por el público como la mejor película de la Nollywoodweek. Era una de las tres candidatas a enamorar al público parisino junto a Last flight to Abuya y Man on the ground. Pero la conjunción de un romance previsible con un guión sutil hasta el final, personajes atractivos, estereotipados y divertidos como Wale Ojo, Nse Ikpe-Etim, Joke Silva, Lydia Forson o Adam Ameh, una trama narrativa entre el mundo rural y la gran ciudad, y el hilo conductor a través de dos blackberries han hecho las delicias de los espectadores.
Phone Swap, alejada de las producciones caseras nigerianas producidas en una semana (el presupuesto ha sido de 400.000 dólares), subaraya temáticas importantes para Nigeria (un país de unos 160 millones de persona) como la importancia de la religión tradicional o la necesidad imperante de la búsqueda de un empleo. De esta forma los protagonistas del filme, Akin y Mary, que no se conocían previamente, comienzan una historia rocambolesca al intercambiar sus móviles. Una trama adaptada a tiempos modernos que ya ha sido tratada en varias ocasiones: vivir la vida del otro, con perfiles antagónicos y que, finalmente, terminan combinando la suerte del destino en un final feliz. Sin embargo, la calidad, ciertamente merecía con creces el galardón.
Kunle Afolayan, actor, productor y realizador, llegó al mundo del cine por una mezcla de coincidencias. Hijo del legendario cineasta nigeriano de los años 70 Ade Love, Afolayan es graduado en dirección de empresas aunque no pudo resistir la llamada del cine a sus 30 años haciendo valer el refranero castellano “nunca es tarde…”. Como ha afirmado esta noche tras recibir el premio del jurado: “Creo que muchas personas no ponen atención ni a la producción ni a los detalles, por lo que es maravilloso que nuestro cine sea globalizado para que pueda verse en el mayor número de salas posibles. Es un premio, en realidad, de todos los directores africanos”, ha sentenciado Afolayan.
Original en : Wiriko