Perseguidos, por Ramón Echeverría

23/01/2023 | Bitácora africana

vaticano_religion_catolico_cristiano_cc0.jpgA propósito de la próxima visita del papa Francisco a la República Democrática del Congo /RDC), Stan Chu Ilo escribía este 16 de enero en The Conversation: “Los católicos africanos están reinventando y reinterpretando el cristianismo. Dada su expansión, la Iglesia Católica en África está bien situada para ser un motor central de la vida social, política y espiritual. La iglesia proporciona una comunidad de esperanza en muchos de los entornos en los que el tejido de la sociedad es débil debido a la guerra, los desastres humanitarios y las enfermedades. La RDC, por ejemplo, tiene el mayor número de centros de salud católicos en África, 2.185”. Pero también ese mismo día, y sobre la misma visita del papa, Jorge Reyes titulaba en desdelafe.mx: “Asesinato de 17 cristianos antecede a la visita del Papa al Congo”. Se refería a la matanza que tuvo lugar el domingo 15 de enero en una iglesia pentecostal de Kisindi, en el Este del país. El miércoles 18, el Estado Islámico y su agencia de noticias Aamaq atribuyeron el atentado a sus militantes, miembros del ANF (Fuerzas Democráticas Aliadas), uno de los numerosos grupos militares activos en la región.

Las estadísticas del Pew Research Center muestran que el cristianismo es la religión más perseguida del mundo. Según Open Doors International, 4.761 cristianos fueron asesinados en 2020, 4.488 iglesias y edificios cristianos fueron atacados, 4.277 cristianos fueron arrestados y detenidos sin juicio y 1.710 cristianos fueron secuestrados. Eritrea y Nigeria aparecen entre los 12 países (junto a Burma, China, India, Irán, Corea del Norte, Pakistán, Rusia, Arabia Saudita, Siria y Vietnam) en los que, según el informe 2020 de la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de los Estados Unidos, los cristianos son más perseguidos. Y The International Christian Concern, en un informe del 15 de mayo de 2022, describió a Nigeria como el país más aterrador del mundo para quien se dice cristiano. Aunque que no he podido contrastarlas con otras fuentes, de entrada son aterradoras las cifras ofrecidas por Genocide Watch, la entidad fundada en 1999 por Gregory H. Stanton. Entre 1992 y 199 Stanton trabajó en el Departamento de Estado, en donde compuso las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que crearon el Tribunal Internacional de Crímenes en Ruanda. Según Genocide Watch en su detallado “Intersociety International Report (Vol.2: 2022)”, 2.543 cristianos murieron en Nigeria a manos de los yihadistas en los seis primeros meses de 2022. Son cifras similares a las del 2021, en el que 5.191 cristianos fueron asesinados y unos 3.88 secuestrados. Cifras enormes, aunque no hay que olvidar que la población actual de Nigeria es de 211 millones de habitantes. Con todo, cabe preguntarse; ¿Fueron todos asesinados por motivos principalmente, aunque no exclusivamente, religiosos?

Tal parece la opinión de la religiosa nigeriana Nkiru Esther Ezedinachi, de la Congregación de las Sirvientas del Señor Jesús, entrevistada para la agencia de noticias católica estadounidense Crux (30 diciembre 2022) por el periodista camerunés Ngala Killian Chimtom: “Monja nigeriana hace sonar la alarma sobre ataques anticristianos y critica el silencio del Vaticano”. “Muchos nos preguntamos”, dijo la hermana Ezedinachi, “por qué el Vaticano y Canterbury guardan silencio sobre lo que está sucediendo en Nigeria: el secuestro y asesinato de personas religiosas”. “La intención de los secuestradores y asesinos de sacerdotes y pastores cristianos es bien conocida: Islamización y Fulanización«, añadió Ezedinachi, al mismo tiempo que criticaba al gobierno del presidente Muhammadu Buhari por lo que describió como su complicidad con los pastores fulani que atacan a los cristianos. Diferente es la opinión de Jideofor Adibe, Profesor de Relaciones Internacionales en la Nasarawa State University, en The Conversation del 2 de agosto 2022): “Es mucho más complicado. Ciertamente existe la percepción de que los líderes nigerianos utilizan el Estado para promover su religión o fe a expensas de los demás”. Por otra parte “también los no cristianos tienen sus propias historias de maltrato. En Yorubaland los musulmanes se sienten perseguidos. Los seguidores de las religiones tradicionales, lo mismo que los ateos, se quejan de que las instituciones favorecen a musulmanes y cristianos. Y los miembros del “Movimiento Islámico en Nigeria [chiitas] protestan contra la brutalidad de la policía controlada por los musulmanes sunitas”. Perspectiva diferente es la del obispo de Sokoto (Noroeste de Nigeria), Matthew Hassan Kukah, que ha acusado al presidente Buhari de crear un sistema que favorece a los habitantes del Norte (de mayoría musulmana): “El presidente Buhari ha sacrificado deliberadamente los sueños de aquellos que votaron por él, por lo que parece un programa para estratificar e institucionalizar la hegemonía del norte, convirtiendo a los demás en miembros de segunda clase en la vida pública”. La declaración de Kukah apareció en el artículo de Ngala Killian Chimtom citado anteriormente. Tal vez porque se acercan las elecciones del 25 de febrero, a las que no se presenta Buhari tras haber agotado los dos mandatos.

La Hermana Ezedinachi se quejaba del silencio del Vaticano y de Canterbury (Primado anglicano). Curiosamente y para la crónica, sí se manifiestan algunos no cristianos. “Fostering universal brotherhood in our global village” (Fomentando la fraternidad universal en nuestra aldea global) es el lema de la página web musulmana The Muslim Times, en la que leo artículos como “Periodista cristiano perseguido dimite en Pakistán” (noviembre 2019); “Extremistas islámicos acusan a una mujer cristiana de blasfemia” (septiembre 2021); “Los pocos cristianos que quedan en Afganistán viven en constante temor, incluso de sus propias familias” (febrero 2022). Y en The Christian Post del 30 de noviembre de 2022 pudimos leer: “Los cristianos están siendo masacrados en África. ¿Qué vamos a hacer al respecto?”. Lo firmaba el periodista israelí Hananya Naftali, conocido por sus artículos en The Jerusalem Post y el Times of Israel, y desde 2018 miembro del equipo digital de Benjamin Netanyahu. Se podría pensar que las del The Muslim Times y de Hanyana Naftali son sólo palabras, y que no bastan. Lo mismo que las del papa Francisco que, en un telegrama del 17 de enero dirigido al reverendo Andre Bokundoa-Bo-Likabe, presidente de la Iglesia de Cristo en el Congo, y firmado por el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin, dijo que “se enteró con tristeza del ataque contra una Iglesia pentecostal en Kasindi que causó la muerte de inocentes”.

Ramón Echeverría

[CIDF-UCM]

Autor

  • Investigador del CIDAF-UCM. A José Ramón siempre le han atraído el mestizaje, la alteridad, la periferia, la lejanía… Un poco las tiene en la sangre. Nacido en Pamplona en 1942, su madre era montañesa de Ochagavía. Su padre en cambio, aunque proveniente de Adiós, nació en Chillán, en Chile, donde el abuelo, emigrante, se había casado con una chica hija de irlandés y de india mapuche. A los cuatro años ingresó en el colegio de los Escolapios de Pamplona. Al terminar el bachiller entró en el seminario diocesano donde cursó filosofía, en una época en la que allí florecía el espíritu misionero. De sus compañeros de seminario, dos se fueron misioneros de Burgos, otros dos entraron en la HOCSA para América Latina, uno marchó como capellán de emigrantes a Alemania y cuatro, entre ellos José Ramón, entraron en los Padres Blancos. De los Padres Blancos, según dice Ramón, lo que más le atraía eran su especialización africana y el que trabajasen siempre en equipos internacionales.

    Ha pasado 15 años en África Oriental, enseñando y colaborando con las iglesias locales. De esa época data el trabajo del que más orgulloso se siente, un pequeño texto de 25 páginas en swahili, “Miwani ya kusomea Biblia”, traducido más tarde al francés y al castellano, “Gafas con las que leer la Biblia”.

    Entre 1986 y 1992 dirigió el Centro de Información y documentación Africana (CIDAF), actual Fundación Sur, Haciendo de obligación devoción, aprovechó para viajar por África, dando charlas, cursos de Biblia y ejercicios espirituales, pero sobre todo asimilando el hecho innegable de que África son muchas “Áfricas”… Una vez terminada su estancia en Madrid, vivió en Túnez y en el Magreb hasta julio del 2015. “Como somos pocos”, dice José Ramón, “nos toca llevar varios sombreros”. Dirigió el Institut de Belles Lettres Arabes (IBLA), fue vicario general durante 11 años, y párroco casi todo el tiempo. El mestizaje como esperanza de futuro y la intimidad de una comunidad cristiana minoritaria son las mejores impresiones de esa época.

    Es colaboradorm de “Villa Teresita”, en Pamplona, dando clases de castellano a un grupo de africanas y participa en el programa de formación de "Capuchinos Pamplona".

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