Entrenados para encontrar colmillos de elefante escondidos por los cazadores furtivos, estos caninos son una nueva arma contra la caza ilegal.
Estamos acostumbrados a ver a los perros olfateando las bolsas y maletas de los viajeros en los vestíbulos de aeropuertos, en busca de explosivos o drogas. Pero es una novedad verlos con la nariz pegada al suelo rastreando en busca de marfil ilegal. Este nuevo tipo de búsqueda se lleva a cabo tanto en los parques nacionales de Tanzania, como en todas partes del continente donde la caza furtiva ha experimentado un fuerte aumento desde hace varios años.
Según el periódico The Guardian, el proyecto es muy reciente. Por ahora, sólo hay dos perros entrenados para encontrar marfil y armas ocultas en el Parque Ruaha. Su adiestramiento tuvo lugar, durante 18 meses, en una escuela especializada en Gales.
El proyecto se encuentra en su primera fase y en él colaboran la Wildlife Conservation Society (WCS) y los Parques Nacionales de Tanzania.
«Vamos a seguir con el proyecto y adiestrar más perros. El reto es mantenerlos sanos y entrenados. Nos pueden ayudar en esta tarea y es una nueva herramienta a nuestra disposición», declaró el Dr. Tim Davenport a The Guardian.
Una «nueva herramienta», que se une a todos los demás dispositivos ya existentes como por ejemplo la formación de los rangers contra la caza furtiva con métodos importados del Ejército de Estados Unidos, un ejército privado, protege la mayor reserva de rinocerontes en el mundo en Klerksdorp en Sudáfrica, aviones no tripulados sobrevuelan el parque Nacional Kruger para detectar cualquier intrusión de cazadores furtivos y francotiradores.
kijani.info (Tanzania)
Fundación Sur