Perpetuando estereotipos: Kenia y el África salvaje

4/02/2008 | Editorial

Muchos se preguntan si África llegará a desarrollarse algún día, al ver que Kenia, un país que se había considerado políticamente estable, puede llegar a este caos tan violento por razones que, según la prensa, son meramente “tribales”.
Esta aprehensión ante el futuro de África está basada en una interpretación bastante simplista de la situación. Las interpretaciones que la prensa mundial ha hecho sobre los disturbios violentos en Kenia denotan una mentalidad colonial y un entendimiento ingenuo de África. Todo se resume en “violencia tribal”. Se piensa que África es un aglomerado de tribus que se odian a muerte y a la menor oportunidad actualizan sus deseos de venganza, matándose unos a otros. Generalmente cuando hay alguna noticia de violencia en África se suele acompañar con la explicación de que es un conflicto tribal.
Curiosamente cuando hay violencia en el mundo occidental, no se suele explicar lo sucedido hablando de “tribus”, diferencias étnicas o nacionalidades. Se suelen explicar apoyándose en factores socio-económicos y políticos. Esto ocurre, incluso cuando hay algún elemento diferenciador como es la religión.
Que la cuestión “tribal” se aplique sólo a África, nos tiene que hacer pensar que eso dice mucho del que interpreta, proyectando sus ideas sobre lo que tiene que ser África, y dice muy poco de la realidad en sí: “todo es del color del cristal con que se mira”.
Quisiera invitar a todos los lectores a que descubran los verdaderos problemas que han hecho posible esa violencia tan descarnada: distribución de la tierra, acceso a la vivienda, agua potable, sanidad y educación, precariedad en las condiciones de trabajo, salarios que no llegan a cubrir los gastos básicos de una familia y un crecimiento económico del 7% del que sólo una minoría se ha beneficiado. Odinga fue el candidato que en su programa electoral habló de todos estos problemas y así se ganó el título de ser el candidato de los pobres.
¿La violencia es una cuestión tribal? Pregúnteselo a la clase media de Kenia … ¡si es que la encuentran!
Los medios de comunicación social tienen mucha responsabilidad en sus manos dando a conocer la realidad para actuar sobre ella, o proyectando una interpretación que sólo puede tener consecuencias negativas exacerbando odios étnicos y perpetuando “el mito del africano salvaje”. Ciertamente una tarea pendiente para los medios occidentales.

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