Paul Kagame echa el cerrojo en las presidenciales

22/07/2010 | Opinión

La campaña presidencial del 9 de agosto ha sido lanzada este martes en Ruanda en un ambiente deletéreo. Asesinatos e interpelaciones a opositores y periodistas independientes se han multiplicado estos últimos meses. La comunidad internacional exhorta a Paul Kagame a que vele por el respeto de los derechos del hombre.

Ambiente tenso este martes en Ruanda en la apertura de la campaña electoral para las presidenciales del 9 de agosto. Aunque está seguro de su reelección, el presidente Kagame, que ha celebrado su primer mitin de campaña, es sospechoso de haber maniobrado para apartar cualquier candidato que pudiera molestar su plebiscito anunciado. Detenciones, asesinatos e intimidaciones han marcado los últimos meses precedentes al lanzamiento oficial de la campaña. “La Federación Internacional de derechos del hombre (FIDH) hace un llamamiento para que se detenga la actual oleada de violencia en Ruanda y pide una investigación independiente e imparcial sobre los asesinatos de opositores políticos y periodistas”, se lee en un comunicado publicado el lunes. La Federación califica de “escalada de violencia y agresión”, la situación que prevalece en el país de las mil colinas.

El pasado miércoles, el cuerpo del opositor André Kagwa Rwisereka, vicepresidente del Partido democrático verde, ha sido encontrado en una marisma al sur de Ruanda, casi decapitado. El 24 de junio es el cuerpo de Jean Léonard Rugambage, el que había sido encontrado en su domicilio de Kigali acribillado a balazos. Ello después de que hubiera emitido la hipótesis de la implicación de las autoridades de Kigali en la tentativa de asesinato cinco días antes del general Faustin Kayumba Nyamwasa, un antiguo compañero de guerra de Paul Kagame que ha pasado a la oposición. En febrero y en mayo, dos ataques con granadas causaron dos muertos y varias decenas de heridos en Kigali. Paralelamente a estos crímenes todavía no aclarados, varios opositores y periodistas han sido interpelados en nombre de la preservación de la seguridad personal de Paul Kagame o del Estado.

Signos de una deriva dictatorial

Todo cuanto podría molestar el plebiscito de Paul Kagame parece sufrir las iras del hombre fuerte de Kigali. El Partido verde, cuyo vicepresidente ha sido asesinado no ha obtenido su inscripción. Lo mismo para las Fuerzas Democráticas Unificadas (FDU Inkingi). Liberada tras una breve interpelación, la presidenta de esta última formación, Victoire Ingabire está bajo control judicial, inculpada por “negación del genocidio y complicidad con el terrorismo”. En cuanto al Partido Social Imbwerakuri, su líder Bernard Ntaganda está en la cárcel desde hace ahora casi un mes por los mismos motivos.

Las tres únicas personas autorizadas a presentarse como candidatas son reconocidas como próximas a Paul Kagame. Se trata de Jean-Damascène Ntawukuriryayo, vicepresidente de la Asamblea y ex ministro de Salud, Prosper Higiro, vicepresidente del Senado y antiguo ministro de Comercio y Alvera Mukabaramba, única mujer que se presenta. Ya era candidata en el último escrutinio presidencial y desistió en el último momento, tras pedir que se votara a Paul Kagame.

La comunidad internacional pide cuentas al presidente ruandés a propósito de la violación de los derechos humanos en su país. El primer ministro español, José Luis Rodríguez Zapatero ha renunciado el viernes pasado a copresidir en Madrid un encuentro de la ONU sobre la pobreza. Por su parte, el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon ha exhortado al régimen ruandés a que aclare algunos asesinatos cometidos estas últimas semanas. La FIDH ha llamado a Kigali a que se conforme a las disposiciones de la resolución sobre elecciones en África, en concreto a “velar por que todas las partes concernidas puedan llevar a cabo su campaña libremente, sin violencia ni intimidación”, y a “proteger antes, durante y después de las elecciones, a los periodistas, defensores de los derechos del hombre, a los observadores y supervisores electorales, de las intimidaciones y otros abusos de los derechos humanos”.

por René Dassié

(Afrik.com 21/07/2010)

Traducción: Ramón Arozarena.

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