El comandante en jefe de las fuerzas armadas sudanesas, general Abdel Fattah al-Burhan, declaró el pasado viernes 5 de enero que no entablaría negociaciones con las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). Al-Burhan citó como motivo las acusaciones de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos por el general de las RSF, Mohamad Hamdan Dagalo.
En un mítin celebrado en el este del país, a las orillas del Mar Rojo, el jefe de las fuerzas armadas sudanesas subrayó que las RSF habían participado en actividades criminales «en Darfur Occidental y en todo Sudán» y que, en consecuencia, “se considera inaceptable cualquier intento de reconciliación o acuerdo con el RSF”. Esta evolución se produce tras el acuerdo alcanzado el mes pasado entre los generales beligerantes para celebrar una reunión cara a cara e iniciar conversaciones sobre un posible alto el fuego, según informó el bloque regional de África Oriental IGAD.
El comandante de la RSF, Hamdan Dagalo, que en un principio se mantuvo discreto durante la guerra, se ha vuelto más activo recientemente en las redes sociales y se ha embarcado en una gira por África Oriental. El mismo viernes 5 de enero estuvo presente en Kigali, Ruanda. Durante sus viajes, Dagalo ha afirmado estar comprometido con el fin de las hostilidades en Sudán, al tiempo que ha destacado «los retos derivados de la reticencia de la fuerza contraria y sus esfuerzos deliberados por prolongar este conflicto«.
La guerra en curso en Sudán ha causado, durante los últimos nueve meses, una destrucción significativa y ha provocado más de 12.000 víctimas mortales. El subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios emitió una declaración el jueves 4 de enero en la que revelaba que aproximadamente 25 millones de personas en todo Sudán necesitarán ayuda humanitaria en 2024.
Fuente: Sudan Tribune
[Traducción y edición, Gabriel Castro]
[CIDAF-UCM]