Paso atrás del español en África , Por José Naranjo

17/07/2012 | Bitácora africana

Es una puerta, una ventana pedagógica que se cierra y que funcionaba en los dos sentidos, beneficiaba tanto a los países africanos como a España. Sufro cuando pienso en esto”. Así describe Amadou Ndoye, veterano profesor de español de la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar, el drástico recorte al programa de lectorados para el próximo curso 2012/2013 que ha llevado a cabo la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid). De los 57 profesores españoles que impartían clases en universidades africanas el pasado curso subvencionados por este programa, sólo quedará uno el año que viene.

Los lectores de español son algo más que profesores universitarios. Imparten no sólo lengua, sino historia, geografía o civilización española, forman el acento de los alumnos que aprenden nuestra lengua, resuelven dudas a los docentes no nativos, administran los exámenes para obtener el Diploma de Español Lengua Extranjera (DELE), colaboran con las embajadas en actividades culturales… Sobre todo en países donde la presencia diplomática es más débil, son auténticos embajadores de la lengua castellana y de la cultura española. Y la Aecid, de un plumazo, los ha borrado del continente africano.

Ya en la convocatoria publicada en febrero pasado habían desaparecido 12 de los 57 lectores presentes en África el curso pasado. Pero el 17 de mayo llegó el golpe definitivo. La Aecid, alegando falta de fondos, ha barrido del mapa los 45 lectorados del continente que se habían salvado en la convocatoria de febrero (salvo uno en Etiopía). Una situación idéntica se ha producido en Asia y Europa del Este. Sin embargo, el Ministerio de Exteriores, de quien depende la Aecid, ha decidido mantenerlos en los países más ricos, como Australia, Estados Unidos o Canadá, y en los emergentes, como India, Brasil, República de Corea o China. Una vez más, los perjudicados son los estudiantes de los países en desarrollo.

Lo más curioso de todo es que uno de los objetivos del programa de lectorados es “cooperar en el fortalecimiento y desarrollo académico institucional de los departamentos en los que se incluya la enseñanza del español de las Universidades o centros docentes de educación superior de los países receptores de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD)”. No parece que Estados Unidos o Canadá necesiten más ayuda que Senegal o Camerún ¿Cómo se justifica esta discriminación? Fuentes de la Aecid han apuntado a lo evidente: criterios de imagen, prestigio y visibilidad de la marca España. “Hay sitios en los que no se puede dejar de estar”, aseguró al periódico El País un portavoz de la Aecid el pasado mes de abril, cuando se supo la noticia.

La Asociación para la Enseñanza de Español como Lengua Extranjera (Asele) no ha tardado en reaccionar. Los docentes hablan de “indignación” por una decisión que ni se negoció ni se consultó y que demuestra el “nulo respeto” a los profesionales que ya habían optado a dichas plazas y a las universidades receptoras, que tampoco fueron informadas. “Y lo que es peor, ignora las consecuencias y que el español, además de su importancia cultural, es también un recurso económico de primer orden (academias, editoriales, negocios, turismo idiomático, etc) que hay que valorar y cuidar y en cuyo engranaje los lectorados han cumplido siempre un papel fundamental”.

El programa de lectorados llevaba décadas funcionando en África. “Cuando yo era alumno de la Universidad en el año 1966 ya había un lector de español”, asegura Amadou Ndoye, “su aportación, la de todos los que han venido, no es sólo intelectual y pedagógica, sino algo muy importante desde el punto de vista humano”. Senegal es sólo una muestra. Desaparecen los tres lectorados, dos en Dakar y uno en Saint Louis, en un país donde crece sin parar el interés por nuestra lengua. “En el nivel de Secundaria debe haber unos 100.000 alumnos en todo el país y en la UCAD como mínimo unos 2.500”, asegura Ndoye.

Los países que se quedan son sin lectores son Burundi (1), Cabo Verde (2), Camerún (4), Costa de Marfil (1), Etiopía (pierde 1, queda otro), Gabón (1), Gambia (1), Ghana (1), Kenia (1), Madagascar (1), Malí (1), Mauricio (1), Mozambique (2), Namibia (2), Níger (2), Nigeria (1), Senegal (3), Sudáfrica (4), Tanzania (1), Togo (1), Uganda (1), Argelia (4), Egipto (6), Marruecos (6), Mauritania (4) y Túnez (3).

Otro perjuicio derivado de la supresión de los lectorados en África está relacionado con los exámenes para obtener el DELE, el diploma que otorga el Gobierno español a los estudiantes tras superar una prueba que organiza la Embajada (en los países donde hay Instituto Cervantes es éste quien se encarga). En los últimos tiempos, los lectores habían recibido formación para administrar dichos exámenes, evaluar la parte oral y conformar el Tribunal. “Ahora, sin lectores, tendrán que buscar a otras personas”, según asegura una lectora afectada por este recorte.

Los recortes en los programas de lectorado se unen a la escasa presencia del Instituto Cervantes en él continente, que cuenta con sólo doce centros (la mitad de ellos están en Marruecos) y sólo uno está en África subsahariana, un Aula Cervantes que abrió sus puertas hace pocos años y que aún no tiene consideración de sede propiamente dicha. Esta pobre representación contrasta con el esfuerzo que están haciendo otros países emergentes, como China, que ya va por 25 institutos Confucio repartidos por 18 países africanos.

En toda África, sólo dos naciones tienen al español como lengua oficial. Se trata de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y Guinea Ecuatorial. Sin embargo, el panorama no es muy alentador. Mientras entre los saharauis que viven en los territorios ocupados por Marruecos el idioma está desapareciendo y languidece en los campamentos de refugiados, Guinea Ecuatorial no deja de hacer esfuerzos por entrar en la Francofonía y en la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), habiendo declarado ya a ambas lenguas como cooficiales.

Pese a todo, a los africanos les interesa el español. La desgracia es que este interés no parece ir acompañado de esfuerzos desde el otro lado. Como dijo hace unos años el propio Amadou Ndoye: “No hay salas especializadas, en los institutos faltan libros, las aulas las conforman entre 60 y 90 alumnos (…) Faltan profesores (…) La enseñanza de lengua española necesita por parte de los países de habla hispana un apoyo concreto: libros, material didáctico y, en un futuro próximo, relaciones seguidas entre los países africanos y latinoamericanos (…) Las condiciones subjetivas existen para desarrollar la lengua española en África. Quedan por inventar las objetivas (…). Los obstáculos que nos esperan en el camino son económicos, políticos y culturales. Empecemos a poner las primeras piedras del edificio. La mejor manera de fracasar en nuestra empresa de conocimiento mutuo es no ponernos en camino y manos a la obra. Hablándonos, podemos construir algo en común”.

Original en : Blogs de el País- África no es un País

Autor

  • José Naranjo Noble nació en Telde (Gran Canaria) el 23 de noviembre de 1971. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid en 1994, ha seguido profesionalmente el fenómeno de la inmigración africana hacia Canarias, tanto desde la óptica de las Islas como desde los países de origen y tránsito de los irregulares. Así, para elaborar sus reportajes, publicados en diversos medios de comunicación, ha viajado por el sur de Marruecos, el Sahara, Argelia, Malí, Senegal, Gambia, Cabo Verde y Mauritania, donde ha recogido los testimonios de centenares de personas. Por este trabajo le fueron concedidos los premios Antonio Mompeón Motos de Periodismo 2006 y el Premio Derechos Humanos del Consejo General de la Abogacía Española 2007, en este caso junto al también periodista Nicolás Castellano.

    Buena parte de su trabajo está recogido en los libros Cayucos (Editorial Debate, 2006), con el que fue finalista del Premio Debate, y en Los invisibles de Kolda (Editorial Península, 2009). Además, es coautor de los libros Inmigración en Canarias. Procesos y estrategias (Fundación Pedro García Cabrera, 2008) y Las migraciones en el mundo. Desafíos y esperanzas (Icaria, 2009).

    Es redacror de la revista digital de información sobre África Guinguinbali donde tiene su blog Los Invisibles , que reproduciremos en Bitácora Africana

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