¿Para qué un Kampala V?, por ramón Arozarena

26/11/2012 | Bitácora africana

Se suceden las cumbres de la CIRGL desde el inicio de la crisis congoleña, sin ningún resultado para la paz y para el restablecimiento de la autoridad del Estado en el este de la RDC. Inmediatamente después de la toma de Goma por los rebeldes del M23, se convocó la cuarta cumbre que concluyó con la solemne e hipócrita recomendación (Museveni, Kagame y Kabila) al M23 de que se retirara del Goma. Y ahora, este mismo sábado, se convoca la V cumbre de Kampala. ¿Para qué?

Al parecer, Kabila en su reunión el 20 y 21 de noviembre con Museveni y Kagame, se comprometió a “examinar las causas del descontento del M23”. Algo que abre las puertas a negociaciones entre el M23 y el gobierno congoleño; opción repetidas veces rechazada por Kinshasa. Por arte de magia Kinshasa ha cedido. El mismo portavoz, Lambert Mende, que sin ambigüedad alguna rechazaba cualquier forma de diálogo con los rebeldes, calificándolos de títeres manejados por Ruanda, se ha retractado súbitamente y afirma que hay que privilegiar la vía negociadora vía CIRLG. Los fracasos militares están ciertamente por algo en esta opción, dada la incapacidad militar congoleña. Pero, la opción diplomática aparece más bien como una cesión a Kigali. Se producirán conciliábulos más o menos secretos bajo la forma de cumbres y la atenta mirada de Ruanda y Uganda, y cada parte tratará de salvar sus intereses. Es lo que han logrado Kigali y Kampala. El implícito reconocimiento del M23, con el que se negocia en Kampala V, suena a capitulación y a absolución de los agresores; el informe de los expertos de la ONU – que acusan a Ruanda y Uganda como inductores y responsables – quedará vacío. La rebelión M23, como siempre ha pretendido Ruanda presentarla, es, en consecuencia, un asunto estrictamente congoleño. En la negociación son los rebeldes los que están en posición de fuerza. Es muy posible que la llamada comunidad internacional vea aliviada la solución de este conflicto; para nada importa que sea a costa del pisoteo del derecho internacional y del sufrimiento de las poblaciones congoleñas.

Autor

  • Catedrático de Francés, jubilado.

    Cooperante con su mujer en Ruanda, como profesores de la Escuela Normal de Rwaza, de 1969 a 1973.

    Coordinador de la red de escuelas primarias en los campos de refugiados ruandeses de Goma (Mugunga, Kibumba, Kahindo y Katale), en 1995, con un programa de Caritas Internacional.

    Observador – integrado en las organizaciones de la sociedad civil congoleña – de las elecciones presidenciales y legislativas de la República Democrática del Congo, en Bukavu y en Bunia, en julio y octubre de 2006.

    Socio de las ONGDs Nakupenda-Áfrika, Medicus Mundi Navarra y colaborador de los Comités de Solidaridad con África Negra (UMOYA).

    Ha traducido al castellano varios libros relativos a la situación en Ruanda.

    Ha escrito y/o traducido para CIDAF (Ahora Fundación Sur) algunos cuadernos monográficos sobre los países de la región de los Grandes Lagos.

    Parlamentario por Euskadiko Ezkerra, entre 1987-1991, en el Parlamento de Navarra.

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