El hip-hop engloba una amplia variedad de elementos. En la actualidad, se ha convertido en una comodidad, en un negocio más, pero siempre ha sido, y continúa siendo, una cultura global que representa las realidades locales. El hip-hop profundiza en las raíces de uno mismo a través de las letras de las canciones, los beats de los disc-jockeys y otras artes como el grafiti o el break dance, incorporando un lenguaje de lo más coloquial y las jergas «del barrio». En sus raíces y manifestaciones, tal como comenta Msia Kibona Clark, feminista y profesora de la Universidad de Howard, el hip-hop ha demostrado ser una herramienta vehicular para la difusión y la articulación del panafricanismo.
Más allá de las fronteras
El panafricanismo es el reconocimiento de los vínculos sociales, culturales e históricos que unen a los pueblos de descendencia africana. Es la aprehensión de las dificultades compartidas y, al mismo tiempo, de los destinos compartidos. El panafricanismo es también entender la importancia de superar las diferencias entre los pueblos africanos para volcarse hacia una solidaridad social, cultural y política.
Kibona Clark concibe el hip-hop como una banda sonora de la transnacionalización de las comunidades e identidades africanas. Un artista que ejemplifica perfectamente esta tendencia hacia transnacionalización del panafricanismo es el rapero de origen ghanés, Blitz the Ambassador. Sus letras presentan una clara inspiración en sus raíces culturales africanas, con canciones como Emmet Still, Sankofa, y Hello Africa. De esta última canción podemos extraer el siguiente verso:
“Just touched down, Ecowas passport. Internationally known, I give ’em what they ask for. From Accra city all the way outta Marrakech…”
Esta canción nos transporta a diferentes lugares de África, rapeando algunos de sus versos en diferentes idiomas: árabe, suajili, kinyarwanda, wolof…
El nuevo panafricanismo
El panafricanismo no es un movimiento nuevo. Sus raíces se remontan a la era precolonial. Hoy en día, todavía es una idea que se encuentra en las agendas de muchos gobiernos, que se inspiran en diversas figuras de panafricanismo, como el ghanés Kwame Nkrumah, el tanzano Julius Nyerere de Tanzania, o el estadounidense W.E.B. DuBois. El componente panafricanista también se está manifestando a través de las colaboraciones entre artistas africanos y de la diáspora. Algunas de estas canciones están promoviendo el mensaje más social, como puede ser el ejemplo de Opps (2018) con Vince Staples (EE. UU.) y Yugen Blakrok (Sudáfrica), canción compuesta para la película de Marvel, Black Panther. Otro ejemplo se puede encontrar en el remezcla de la canción Time’s Up (2020) con Sampa the Great y Junglepussy.
Colaboraciones
Quizás los proyectos que más repercusión mediática en esta categoría de hip-hop panafricanista hayan sido la banda sonora de la película estadounidense Black Panther (2018), y el álbum Black is King de Beyoncé (2020). Estos proyectos han recibido muchas críticas. Al haber sido dirigidos y lanzados por grandes productoras y discográficas se les ha criticado por sobreponer el beneficio económico a la innovación artística. También se les ha acusado de promover una tendencia hacia la homogenización del continente y a la marginalización de las voces de los artistas africanos. Sin embargo, se debe apreciar que este tipo de proyectos son producto de la transnacionalización de las comunidades e identidades africanas. Existen, en parte, gracias a la movilidad de las comunidades africanas en el mundo y crean cierto nivel de conciencia sobre la identidad panafricana.
En el álbum Black is King se puede apreciar una influencia de la cultura del África Occidental. Y detrás del mismo, están figuras como Beyoncé, el director creativo ghanés, Kwasi Fordjour, y otros profesionales creativos como Blitz Bazawule (Blitz the Ambassador) y Emmanuel Adjei. También participaron en este proyecto los directores creativos nigerianos Ibra Ake y Jenn Nkiru.
El panafricanismo es hip-hop
Canciones como Time’s Up y Hello Africa son celebraciones de la negritud en el espacio global. Este reconocimiento al panafricanismo reconoce la transnacionalidad y multiculturalidad de las comunidades africanas, refuerza el sentimiento de unidad africana, y respeta las diferencias en las dificultades y la imposición de modelos universales de liberación. El panafricanismo es también feminista, anti-homófobo y antimperialista.
La repercusión de la música africana y del hip-hop también nos da una idea de cómo está evolucionando el panafricanismo. El panafricanismo no es un movimiento que ha desaparecido o que está restringido a una minoría. Se trata de una dinámica, que se ha ido ajustando a las nuevas realidades.
Fuente: The Conversation
[Traducción y edición, Omar Benaamari Hedioued]
[Fundación Sur]
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