Panafricanismo, feminismo y búsqueda de las mujeres panafricanistas olvidadas

10/02/2017 | Opinión

Hay numerosas mujeres en la diáspora africana que han trabajado para la liberación de los africanos bajo la bandera del panafricanismo. Estas mujeres deben ser rescatadas de la oscuridad política. El panafricanismo, como ideología revolucionaria, debe abrazar firmemente el feminismo.

claudia_jones.jpgEl 25 de mayo, estamos conmemorando el 58 aniversario del Día de la Liberación Africana. Cuando la mayoría de nosotros pensamos en el panafricanismo y en sus principales iconos, no nos vienen a la mente las mujeres. La historia y el activismo panafricanista pueden parecer como un dominio exclusivo de los hombres africanos. Sin embargo, estoy alentando a los lectores a adoptar la posición del grupo de hip hop radical Public Enemy y su canción “Don’t Believe the Hype” (no te creas la publicidad) no te creas que las mujeres no son los principales contribuyentes al panafricanismo. En el libro, de Hakim Adi y Sharika* Sherwood, Pan-African History: Political Figures from Africa and the Diaspora since 1787, aparecen cuarenta panafricanistas y sólo tres son mujeres. El panafricanismo es una ideología y un movimiento que pide la solidaridad global y la cooperación entre los africanos para liberarse de la opresión racista y la dominación (neo)colonial e imperialista. África ocupa un lugar central en los pensamientos y organización panafricanistas. Es la tierra ancestral de los africanos. El aprovechamiento de los recursos del continente para el beneficio del pueblo servirá de base para la liberación. Un panafricanismo de liberación debería basarse en las clases trabajadoras como su principal objetivo y, como tal, debe ser un movimiento anticapitalista, feminista, antiimperialista y antirracista. Este artículo se centrará en las mujeres panafricanistas de la diáspora africana.

Las mujeres panafricanas de la diáspora han contribuido al movimiento panafricano desde sus comienzos en la Conferencia Panafricana de 1900 organizada por Henry Sylvester Williams en la ciudad de Londres. Según el informe de la conferencia del panafricanista haitiano Benito Sylvain, su objetivo principal era “examinar la situación a la que se enfrenta la raza africana en todos los rincones del planeta para protestar solemnemente por el desprecio injusto y el trato odioso que continúan acumulados contra la raza en cualquier parte”. Esta conferencia quería formar una organización que coordinara la lucha mundial contra la opresión de los africanos y promover sus intereses. El informe histórico de Sylvain está disponible en el libro de Tony Martin, The Pan-African Connection: From Slavery to Garvey and Beyond.

Había al menos seis mujeres africanas (Anna H. Jones, Anna Julia Cooper, Fannie Barrier Williams y Ella D. Barrier de los Estados Unidos y la Sra. Loudin y la Srta. Adams de Irlanda) entre los 51 delegados africanos en la conferencia. Estas mujeres no eran simplemente observadoras en esta reunión internacional. Anna Julia Cooper, educadora, dirigente de un club de mujeres y defensora antirracista, hizo una presentación titulada, The Negro Problem in America (El problema de los negros en América). Su compatriota Anna H. Jones, lingüista, activista de clubes de mujeres y educadora, abordó el tema The Preservation of Racial Individuality (La Preservación de la Individualidad Racial). Estas delegadas participaron activamente en movimientos sociales comprometidos con la transformación de la condición oprimida de los africanos. Por ejemplo, Ella Barrier fue educadora y participante activa en Colored Women’s League.(Asociación Nacional de la Liga de Mujeres de Color) de Washington, D.C.

La Asociación Universal de Desarrollo Negro (UNIA, por sus siglas en inglés) fue la principal organización panafricana de masas del siglo XX que movilizó a los africanos para la lucha contra el colonialismo y el imperialismo. Rhoda Reddock, feminista y académica del Caribe, sugiere en su artículo, “The first Mrs Garvey” (La primera Sra. Garvey) que la UNIA fue “una de las más exitosas organizaciones panafricanistas de todos los tiempos y, ciertamente, la más internacionalista”.

Garvey es universalmente conocido como fundador de la UNIA. Sin embargo, esa percepción no es exacta. Amy Ashwood Garvey fue cofundadora del grupo, como afirma en el documento, “The Birth of the Universal Negro Improvement Association,” (El Nacimiento de la Asociación Universal de Desarrollo Negro), (anexo a The Pan-African Connection, de Martin). Fue fundadora del periódico de circulación internacional de la UNIA, The Negro World, y desempeñó otros papeles importantes. Posteriormente, participó en otras organizaciones e iniciativas panafricanas como la anticolonial y antiimperialista International African Service Bureau (Oficina Internacional de Servicios Africanos) y en la organización del Quinto Congreso Panafricano.

Como feminista, para Amy Ashwood la emancipación de las mujeres africanas fue una parte central de su política. En la edición del 1 de abril de 1944 de la publicación afroamericana, New York Amsterdam News, manifestó sus compromisos feministas e internacionalistas: “Debe haber una revolución entre las mujeres. Deben ser conscientes de su importancia en el mundo de posguerra… Las mujeres del mundo deben unirse”. En el Quinto Congreso Panafricano de octubre de 1945 celebrado en Manchester, se opuso a la marginación de las mujeres africanas: “se ha escrito y se ha hablado mucho sobre el hombre negro, pero, por alguna razón, muy poco se ha dicho acerca de la mujer negra, se la ha relegado al fondo de la sociedad, con el solo objetivo de parir hijos, este ha sido principalmente su destino”. Amy Ashwood también se refirió a las condiciones de explotación en el trabajo de “las mujeres de clase trabajadora que se encargan de los campos, llevan los productos al mercado, etc,” en Jamaica y la falta de solidaridad de los hombres africanos.

Amy Jacques Garvey, la segunda esposa de Marcus Garvey, es reconocida, como merece, por su contribución al panafricanismo. Tras el encarcelamiento de Marcus, difundió sus ideas panafricanas editando y publicando sus escritos en el libro, La Filosofía y Opinión de Marcus Garvey. Sus memorias, Garvey and Garveyism, de 1963, expusieron los pensamientos y el legado de Marcus Garvey al Movimiento del Poder Negro. Keisha N. Blaine afirma que Jacques Garvey podría legítimamente ser “acreditada como cocreadora del Garveyismo” dada su influencia en los pensamientos de Marcus Garvey y su aporte intelectual a sus artículos y discursos como alguien que le ayudó a escribirlos.

Jacques Garvey difundió los ideales del panafricanismo por todo el mundo en su posición de redactora y columnista de The Negro World y creadora de, Our Women and What They Think, una página dedicada a educar políticamente a las mujeres. Jacques Garvey fue una feminista liberal o burguesa. Su columna del 25 de octubre de 1925, Women As Leaders (Mujeres como Líderes), con aprovación, resaltó la emergente “igualdad” de género: “Ningún esfuerzo es obstáculo, por mucho tiempo, para la mujer moderna. Lucha por la igualdad de oportunidades y la consigue. Hace bien el trabajo y se gana el respeto de los hombres que hasta ahora se opusieron a ella. Prefiere ser quien trae el pan que una ama de casa medio hambrienta”.

El artículo de Jacques Garvey titulado, “Listen Women” (Escuchad, mujeres) en The Negro World, publicado el 9 de abril de 1927, elevó el trato que recibía la mujer blanca del hombre burgués como el modelo a seguir de las relaciones de género entre mujeres y hombres africanos: “Han desafiado las selvas tropicales y matado hombres negros para obtener oro y diamantes con los que adornar a sus mujeres… construir una gran república para que sus mujeres pueden vivir con comodidad y lujo”. Obviamente, las mujeres blancas de la clase trabajadora no estaban viviendo ese estilo de vida.

Claudia Jones era una panafricanista, feminista, antiimperialista y comunista, cuyo objetivo era la clase trabajadora. Durante sus años americanos, tenía un enfoque más internacionalista que panafricanista, a excepción de sus artículos sobre el Caribe. En cuestiones internacionales, se opuso al imperialismo y la explotación de Estados Unidos de los países del Sur y su agresión militar y amenaza a la paz mundial. En su trabajo como organizadora comunista, educadora y periodista, colocó la triple opresión de las mujeres africanas de la clase obrera en el centro de su trabajo teórico como lo demuestra en, We Seek Full Equality for Women (Buscamos la plena igualdad para las mujeres) y An End to the Problems of the Negro Woman (Un final a los problemas de la mujer negra).

El compromiso panafricano de Jones se intensificó después de su deportación, motivada por cuestiones políticas, a Gran Bretaña. Jones creó la West Indian Gazette como un instrumento para resistir a la explotación racista y de clase de los africanos en Gran Bretaña. El periódico también fue utilizado para exponer el imperialismo en África y el Caribe, así como en otras partes de los países del Sur. The West Indian Gazette cubrió positivamente la Revolución Cubana, expuso las actividades criminales del Apartheid en Sudáfrica, cubrió el asesinato de Patrice Lumumba en el Congo y abogó por la descolonización del Imperio Británico. Carole Boyce Davies sacó a la luz en, Left of Karl Marx, un estudio político de Claudia Jones, que ella “influenció panafricanistas, como Nkrumah, trayendo un punto de vista marxista-leninista a su pensamiento panafricanista”. En conclusión, hay numerosas mujeres en la diáspora africana que han trabajado y/o están trabajando para la liberación de los africanos bajo la bandera del panafricanismo. Deben ser rescatadas de la oscuridad política. Es necesario elevar el trabajo panafricanista de las mujeres de la diáspora en países cuyas lenguas oficiales son el español, el francés, el portugués y el holandés. Cuando las mujeres panafricanistas estén en condiciones de expresar sus necesidades a niveles estratégicos, operativos e ideológicos del proyecto de liberación, consumarán la unión del feminismo y el panafricanismo.

Para que el panafricanismo funcione como una ideología y un movimiento revolucionarios, debe centrar las necesidades de emancipación de las mujeres africanas a través de un firme abrazo del feminismo. Tendría que ser una corriente ideológica de feminismo que se opusiese al imperialismo, al capitalismo, al racismo, al heterosexismo/homofobia y otras formas de opresión. El feminismo liberal o burgués es un enemigo de las mujeres africanas de la clase trabajadora. El feminismo transversal y revolucionario de Claudia Jones es un buen punto de partida para la unión del feminismo y del panafricanismo.

Ajamu Nangwaya

Pambazuka News

* El doctor Ajamu Nangwaya es un educador, organizador y escritor. És coordinador en la Network for the Elimination of Police Violence (Red para la eliminación de la violencia policial).

N del T.: en el texto de Nangwaya publicado en Pambazuka, la obra Pan-African History: Political Figures from Africa and the Diaspora since 1787 se atribuye a Sharika Sherwood cuando debería ser atribuida a Marika Sherwood.

[Traducción, Carles Sola]

[Fundación Sur]

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