Pablo Strubell siguió la Ruta de la Seda por Asia y escribió el libro “¡Te odio, Marco Polo!”. Ahora cruza el continente africano con su novia Itziar Martínez-Pantoja Marcotegui. Partieron el 10 abril 2010 de Ciudad del Cabo con la intención de realizar Africa de cabo a rabo. Hasta el momento han visitado una docena de países en transportes públicos. Han tenido muy buena experiencia en las islas de Sao Tome y Príncipe y volcaron cuando iban en un camión de butano en Gabón. Pablo Strubell se comunico en directo con La Casa de la Palabra el viernes 7 de enero 2011.
Pablo e Itziar han denominado a su proyecto “África de cabo a rabo”. Llevan nueve meses de viaje subiéndose y bajando en transportes populares, a veces también practican el auto-stop. Pablo nos comento que ha sufrido mucho con el tema de la movilidad. Los vehículos van sobrecargados, las carreteras y pistas dejan mucho que desear. Por ejemplo, nunca ha vista socavones tan grandes como los de Nigeria. Aseguran algunos viajeros que los transportes públicos en África es uno de los males a padecer incluso peor que la malaria.
Pablo e Itziar estuvieron un mes en Sudáfrica. Durante ocho días en Lesotho, un país muy montañoso y tradicional en donde vieron jinetes a caballo ataviados con mantas vistosas.
Un par de semanas antes que empezara el Mundial de Fútbol pensaron que debían de largarse de Sudáfrica. Volaron a Madagascar en donde todo funciona muy lento y lo disfrutaron a su mismo ritmo. Estuvieron dos meses recorriéndolo de sur a norte por la costa oriental. Nunca pagaron más de diez euros por una noche en habitación doble.
Trascurridos los Mundiales de Fútbol regresaron a Sudáfrica para pasar directamente a Namibia. Durante 12 días les visitaron familiares llegados de España. Estuvieron en el parque nacional de Tosha. Conectamos con Pablo e Itziar cuando se encontraban el 5 de septiembre en Opuwo, en territorio Himba, cerca de la frontera con Angola.
Tenían dudas de pasar a este país pues el visado les salía muy caro. Finalmente se decidieron y todo fueron amabilidades por parte de los angoleños, fueron muy bien recibidos e incluso les alojaron en diferentes casas ya que los hoteles son carisimos.
Para evitar los dos congos optaron por volar a Sao Tome y Príncipe. Les gusta tanto este archipiélago que se quedaron un mes y medio. Estuvieron de voluntarios en una escuela de artes y oficios. Para financiar el aprendizaje de los muchachos han reformado tres habitaciones que ofrecen de albergue. Itziar y Pablo les enseñaron a gestionarlas y a tratar con los turistas. Sao Tome tiene grandes atractivos turísticos como la ascensión al Pico Sao Tome de más de dos mil metros. En las laderas se cultiva el cacao y el café. Hay varias rutas de senderismo por zona boscosa y playas paradisíacas.
Aterrizaron en Gabón. En tren fueron hacia el interior a la localidad de Lopé en la única línea ferroviaria del país. Tuvieron un sonado pero, afortunadamente, anecdótico accidente cuando hicieron auto-stop y se volcó el camión de butano que les transportaba.
A Pablo le gusto mucho Camerún por el contraste entre el sur verde y el norte en donde comienza el sahel y cambia la religión, son mayoritariamente musulmanes. Hicieron senderismo de aldea en aldea por las montañas Mandar en donde les daban cobijo en casas sin agua ni electricidad.
Pasaron Nigeria con un visado de siete días. No tuvieron ningún incidente y les trataron muy bien.
En Benin estuvieron un mes. Le llamo la atención la cultura vudú tan arraigada y la historia del esclavismo. En el norte del país, en el parque de Pendjari les coincidió la Noche Buena y la Navidad.
Ahora en Ugadugú, la capital de Burkina Fasso, aprovechan para ir al cine.