Yemi Osinbajo, vicepresidente de Nigeria, declaró recientemente que la corrupción debería tratarse como un crimen contra la humanidad. El pasado jueves, en el foro anticorrupción para la cooperación económica y el desarrollo (OCDE, por sus siglas en inglés) que se está celebrando en París, Osinbajo explicó que es extremadamente difícil para los países africanos recuperar los activos robados del sistema financiero internacional y de los bancos.
Osinbajo pidió la creación urgente de un marco internacional robusto para la repatriación de activos robados y la rápida restitución de los países víctimas. Instó además a las organizaciones financieras internacionales a ser más proactivas en la prevención de los flujos financieros ilícitos.
«El rastreo, la congelación y la devolución de activos robados han demostrado ser excepcionalmente difíciles para la mayoría de los países africanos. En Nigeria hemos visto lo difícil que es recuperar activos robados del sistema financiero internacional. En primer lugar, los bancos ni siquiera deberían haber recibido esos activos», expuso Osinbajo en sus declaraciones. «A día de hoy, no hay modo creíble de negar que la corrupción y los flujos financieros ilícitos constituyen quizás el más grave desafío al desarrollo. Y esto es especialmente cierto en los países en desarrollo», añadió el vicepresidente.
Osinbajo aprovecho la ocasión para poner de manifiesto los efectos adversos de la corrupción en la educación, la sanidad, los servicios sociales, las infraestructuras y la calidad de vida general en los países que la sufren. Señaló además que, en el caso concreto de Nigeria, la corrupción alimentó la insurgencia terrorista del noroeste del país, uno de los más graves desastres humanitarios en el mundo, con 20.000 muertos y dos millones de personas desplazadas.
«Tendría sentido, pues, considerar la corrupción a gran escala como un crimen contra la humanidad», sentenció el vicepresidente.
Fuente: CEOAfrica
[Traducción y edición, Sarai de la Mata]
[Fundación Sur]
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