Orgullosa de ser un “coconut”

Soy una mujer negra de 25 años nacida y criada en Suráfrica.

Fui a la universidad de Tecnología de Tshwane, donde estudié periodismo. Para ser aceptada en la universidad como estudiante de periodismo tienes que aprobar dos exámenes y después una entrevista realizada por dos profesores periodistas de profesión.

Una de las chicas que iba en mi grupo a la entrevista dijo que si éramos aceptadas, probablemente hablaríamos inglés el 100 % del tiempo en el campus. Fui aceptada y cuánta razón tenía. No tengo ningún problema con hablar inglés, pero la mayoría de nuestros hermanos y hermanas negros (aunque yo prefiero decir marrones, porque en realidad, cuando uno nos mira, ¿somos negros?) te pone apodos cuando te oye hablar inglés.

Uno de los más populares es el de “coconut” (coco). Me encanta el coco y que me llamen como ese fruto es para mí un cumplido. Ahora, no sólo me gusta leer, escribir y hablar inglés, sino que también aprecio la lengua afrikaan, así como el xhosa, zulu, venda, sotho del sur, etc. Incluso aprendo afrikaan en la universidad y los estoy disfrutando mucho.

¿Qué me llamarán ahora?

Soy un coco y ahora aprecio el hecho de que respeto y acepto a la gente de todas las razas y culturas. Mi conocimiento del inglés, el xoxha, el afrikaan, el venda, etc, me ha permitido estar al nivel de todo el mundo y un montón de amigos sensacionales.

Acabo de tener una interesante conversación (y tengo muchas de estas) con una mujer mayor blanca. Ella ha decidido hablar afrikaan conmigo y yo he decidido responderla en su lengua. He podido ver cómo ella lo agradecía. Yo me siento así de impresionada cuando oigo a un blanco o a un indio hablar en mi lengua.

Eso, amigos míos, me hace estar orgullosa de ser surafricana. Mi padre me animó a leer y estudiar. Heredé de él el amor por las lenguas y la literatura. Como resultado llegue a estar realmente interesado en la lengua inglesa, (que todavía estoy aprendiendo). Ahora, ¿debería estar avergonzada de ello porque algunas personas me llaman cosas? ¿Debería fingir que soy ignorante por miedo a ser ridiculizada por mi propia gente? Claro que no.

Nadie puede juzgar mis preferencias. Si lo haces, peor para ti y peor para quien quiera que te haya enseñado a ser intolerante. Para aquellos de vosotros que leáis esto y creáis que hay mejores cosas sobre las que podría haber escrito, tranquilos, es época festiva y hay que estar alegre.

Tomado de la sección “Tu historia”, de la Agencia de Noticias Surafricana News 24. El 10 de diciembre de 2008.

Traducción de Rosa Moro, Fundación Sur.