Orania una ciudad totalmente blanca en Sudáfrica

7/10/2014 | Crónicas y reportajes

Fundada en 1991, la ciudad de Orania en el desierto de Karoo en Sudáfrica, es un regreso al pasado. Aquí, el espíritu del apartheid aún existe y, por lo tanto, sólo hay espacio para los blancos y las visitas de “personas de fuera” tienen que ser autorizadas.

Pumza Fihlani y Stanley Kwenda, periodistas de la BBC, fueron autorizados a pasar unos días en Orania, siendo los únicos negros en una comunidad de alrededor de 1.000 personas.

Aquí sólo se aceptan a los “afrikáners”, es decir, a los descendientes de franceses, alemanes y holandeses que llegaron a Sudáfrica en el siglo XVII.

Carel Boshoff Jr., líder de esta comunidad e hijo de uno de los fundadores de la ciudad, explicó a la BBC que Orania «fue la solución que se encontró para no dominar a los demás y que los demás no te dominaran”. La comunidad blanca, explica, se vio obligada a replantearse su futuro en 1994, cuando fue elegido el primer gobierno negro en el país. Orania entonces surgió como una respuesta a los descendientes de los europeos que vivían en Sudáfrica y que, a consecuencia de los acontecimientos, comenzaron a sentirse extraños en su tierra natal.

Boshoff insiste en que Orania está mal entendida: «No estamos en contra de los negros, estamos a favor de nosotros mismos.»

Esta ciudad, que tiene tiendas, salones de belleza, una biblioteca, una oficina de correos, un hotel, varias iglesias y escuelas, prevalece como un reducto en medio de Sudáfrica: tiene bandera y moneda propia.

Es el miedo a la creciente violencia en el país, que tiene una de las tasas de homicidio más altas del mundo y la confrontación con el pasado reciente lo que lleva a muchos a abandonar sus puestos de trabajo bien remunerados en sus ciudades e irse a vivir a Orania.

Esta ciudad, que comenzó como una empresa registrada por el padre de Carel Boshoff Jr., está legalmente protegida por la Constitución de Sudáfrica, donde existe una cláusula que garantiza el derecho a la libre determinación, explica el artículo de la BBC.

El futuro de Orania, un bastión blanco en el continente africano, en un mundo cada vez más interconectado, es una pregunta que queda sin respuesta pero, de acuerdo a un residente de la ciudad, ser afrikáner en Orania es algo que estamos dispuestos a defender con nuestras propias vidas.

Orania es, en gran parte, un reflejo de parte de un país que todavía lucha con su pasado y que, mientras, trabaja para construir un futuro diferente.

[Fuente: sapo.cv-Fundación Sur]

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