OPOSITOR VS DD.HH, por Nse Ramón

28/06/2012 | Bitácora africana

«De lo único que no sabe el mundo de una dictadura, es que existe».

Así empezó a contarme mi colega de andanzas peligrosas después de leer la carta de LOCO sobre la fiesta del 25 de junio que se celebra desde hace ya un buen tiempo con dinero del Estado, y por lo tanto, dinero nuestro. Del pueblo. Y es verdad que las dictaduras parecen no existir para la gente que vive en el mundo. No vayamos tampoco a cometer el error de generalizar, porque al fin y al cabo, todos buscan su sitio en un mundo convulso, lleno de contrastes, incómodo, y donde alcanzar la pobreza si antes se ha sido rico, resulta vergonzoso para muchas almas. Hay dictaduras visibles e invisibles, todas con el mismo principio matemático: Joder al pueblo si es que el pueblo se deja joder legalmente. Y los pueblos, para que sean pueblos en un mundo que presume de globalizado, deben dejarse joder por todos menos por ellos mismos que ya les saldría la cosa hasta gratis. Ya sea joderle al pueblo como demócrata, (es lo que se lleva ahora…), como para joderles como totalitarios, (que es lo que se llevaba antes de que alguno diese en en clavo de cambiar las siglas de dicta a demo…), lo importante es que el pueblo juegue un papel fundamental a la hora de tomar decisiones que beneficiarán a esa gente que decide qué decisión del pueblo es buena o mala para sus intereses personales. El modus operandi ya es bien sabido, pero nadie quiere saber nada de la parte que reza «Por el pueblo, para el pueblo y con el pueblo», suena muy yankee, y los yankees a lo largo de la historia, han logrado trabajarse con esfuerzo una imagen de «Te invado, te democratizo y te jodo para que mi sueño americano sea el perfecto escaparate para aquellos que no saben de dictaduras, pero sí de derechos humanos», y así, seamos sinceros por una puta vez, no vamos a ningún lado. Nadie en su sano juicio quiere jugar al juego de la democracia, en algunas partes del mundo donde tocar las pelotas es peligroso, podrían ustedes, o ellos, o nosotros, perder nuestras vidas. Porque de eso se trata. Se trata de que la democracia sea un sistema imperfecto que de cabida a todos los que la usan para aparentar, mientras que otros sistemas, por ejemplo el «libre mercado», se paseen por los rocosos caminos de la democracia, y logren instaurar «relaciones bilaterales» que por más que quieras entenderlas, siempre acabas por respetar el derecho de los demás, y asumir tu responsabilidad ante tu propia historia.

Una historia tuya que a su vez un eslabón perdido que cuaja en paralelo con las historias de las demás personas que conforman el chistoso conjunto de la humanidad. Tus vecinos esperan de ti más de lo que esperas tú de ti mismo. Tu familia te tiene en mente, pero en sus mentes también están sus intereses personales, y en un escalón un poquitín más alto que en el que te tienen a ti. Tus amigos siempre estarán cuando les necesites, pero si no respetas a cada cual con sus ideas, acabas por darte cuenta de que tus amigos te tienen en alta estima sólo para que no les dejes tener una opinión única, para ellos, la tuya es muy importante. Tu esposa, o tu esposo (no importa del gremio sexual que seas…) asegura que tú eres lo mejor que le ha pasado en la vida, pero jamás te dirá que seas libre «de hacer lo que te de la puta gana». Y así te vas dando cuenta de que tu mundo tiene una historia que jamás contarás tú, a la gente les cuentas tu historia y te dicen «¿Crees que eres el único que…?», al final recurres a la opción siempre infalible de tener «Esas personas que cuando yo sea mayor, jamás me dejarán solo…», pero claro, esas personas se hacen adultas, dejan de dormir en tus brazos, y una buena mañana te dicen «Te quiero papá. Te quiero mamá, pero me tengo que marchar llego tarde a…». Definitivamente, tu vida anda bastante jodida por todos, y sólo tienes dos salidas:

Ser tú mismo o dejar de ser tú mismo.

Guinea Ecuatorial es un país repleto de graciosos. No es un calificativo despectivo dicho con mala fe, no. Es un calificativo despectivo dicho con dos cojones, como se debería decir las cosas si uno opta por «Ser uno mismo». Y ser gracioso en mitad de tanto gracioso no tiene ninguna gracia. Puestos a ser graciosos, ¿Por qué no reconocemos que nuestra gracia ya fue un golpe de gracia?. ¡Sí, claro!… Si es fácil y todo. Miren ustedes. Tenemos un Presidente que anda por los mundos asegurando que él no es malo, es dinosaurio y dicta, pero de malo no tiene nada. Al decir y afirmar eso, pretendemos que lo normal es hacerle caso y respetarle eso. No por nada el buen hombre está amparado por los mismos derechos que amparan a Mandela, por dar un ejemplo. Obiang Nguema Mbasogo, que es nuestro presidente, dice que la prensa mundial se ensaña bastante contra su gestión, la de su hijo y la de su esposa (si él mismo entendiese ese orden tratándose de un país soberano compuesto por más personas, a lo mejor se daba la baja y todo…). Asegura que desde que tenemos el preciado petróleo, no ha visto nada mas que malas intenciones de hacerle daño al noble pueblo de Guinea Ecuatorial (aquí se la clava. Antes es a su figura y la de dos de sus más allegados, y ahora es el país ¿Ellos son el país?…) auspiciado por enemigos de la patria que son hijos de Guinea Ecuatorial, y que están muy mal influenciados por otros seres que quieren reimplantar el neocolonialismo en nuestras vidas, cosa que claramente nos llevará de nuevo a estar bajo un yugo que se supone dejaron atrás pueblos luchadores por la independencia y sus propias libertades. Obiang usa ese discurso en el extranjero. También lo usa en casa.

Ese es un discurso que tiene una lectura cuando lo hace fuera. Viene a sonar algo así como «Por favor, denme más tiempo de dejarlo todo atado. Vengan e inviertan en nuestro país, y verán los grandes avances que hemos llevado a cabo». Fino el hombre al que dicen que no calentó más banco que con pantalón de oficial de la armada allá por los años de la España de puta madre. Pero no queremos engordar el discurso ese cuando lo hace fuera del país, ya que es de donde viene ese elenco de tecnodemócratas que luego nos hace pensar que «No todo se debe pintar tan feo a la hora de presentar al régimen de Guinea Ecuatorial al mundo. ¡Miren… Wenceslao Mansogo está libre!». No muy fino, siempre se puede mejorar el estilo que ya es muy antiguo y recuerda a los de la CIA cuando con códigos llamaban a Mobutu «IDIT 0T4» para que los agentes que le vigilaban la buenas gestiones que hacía no se equivocaran con «GAD4F1» que tenía misiles, pero no diamantes de sangre para Tiffanys. Bueno, eso. Que cuando Obiang usa ese discurso en el extranjero nos parece la mar de bien. Así no tienen que venir aquí a soltarnos estupideces como las que ya conocemos todos. El problema empieza cuando usa ese discurso dentro.

Si EE.UU fuese el exilio perfecto para los guineanos exiliados por razones de esa «dictadura amiga del mundo democrático», les puedo asegurar que haría ya mucho que habríamos tenido un sistema multipartidista de los cojones y como dios manda. Los americanos no tienen porque jugar siempre, y como no juegan siempre, acaban por tomárselo todo muy en serio hasta tal punto de que si sus palabras ya se pierden en el vació, sus balas siempre hacen que hayan muchos vacíos en muchas familias que no tienen absolutamente nada que ver ni con las democracias tan bonitas y tan sanas, ni con las dictaduras tan inexistentes por culpa de la teoría de los fiables derechos humanos «Para Todos». Por eso, a lo mejor, nuestro país sigue siendo el perfecto escenario para muchos graciosos no muy graciosos. Digamos que «por suerte», a Obiang no le ha tocado precisamente un país muy de exigir. A ellos les mola pedir como pedigüeños y así comprobar que por cada gesto de bondad y de gracia hecho por el régimen obsoleto, sus esperanzas de pronunciar palabras no graciosas se desvanecen en el tiempo que jamás se para y que te clava 33 años como el que dice «suave». Obiang, al usar ese discurso en «su casa», y no nos crean, pero lo repite tanto que Goebbels habría flipado con la comedia come coco que tiene montado para que una mentira repetida 1000 veces acabe por convertirse en verdad. Un discurso que hace profundidad en un nutrido grupo de graciosos que luego lo transmiten a sus familiares, a sus compañeros de trabajo, a sus amigos… ¡¡¡Y HASTA A SUS PROPIOS HIJOS!!!. La suerte de Obiang, es que los exiliados no eligieron EE.UU para montar sus «pajas mentales». Eligieron el peor país en cuestiones de política exterior gracias a la mala utilización de la hipocresía en sus diplomacias: España.

Sí caballeros. Cuando la dictadura empieza a NO EXISTIR, es porque todos se han equivocado a la hora de tratarla con la humanidad que merece el tema, y que a cambio han decidido utilizar los medios legales para ver si la hacían caer. ¿Cómo quieren que caiga la dictadura si nadie es capaz de verla como tal?. «Pues verá usted caballero. Los opositores siempre han luchado para que se entere el mundo de la existencia de la dictadura de la antigua ex colonia pasada española afincada en el continente de la moda del TODO PARA MI y una mierda para vosotros. Lo que está ocurriendo caballero, es que los opositores de Guinea Ecuatorial se fueron a un país en el que la excusa era que estaban asentando las bases para su recién estrenada democracia, que todavía había indicios de revueltas militares, y también habían espacios propicios para que los de siempre pudieran rapidamente hacerse con los pilares de un Estado supuestamente amparado por el pueblo, que son la economía… la economía… y la economía. Por eso los opositores de Guinea Ecuatorial están como están hoy en día, y no le llegan a la suela de los zapatos a los opositores africanos que fueron educados por otros occidentales. No se piense que estamos intentando decir que los nuestros son estúpidos. De lo que se trata es de que entienda de que un opositor en un país donde es hasta materia reservada hablar de él, amparado por la constitución española, es como hablar del enemigo del pueblo que quiere siempre realizar intentonas golpistas y cosas raras de esas que le asegura Obiang a sus graciosos que serían capaces de hacer. Eso añadido conque España es torpe en política exterior, no nos niegue de que al pueblo ya le tienen muy clavado de que un opositor es un ser vil, cruel y ávido de sangre fresca para consumar venganzas inexistentes, y bailar sobre la tumba de sus antiguos enemigos. Luego dígnese usted caballero a entrar en la historia contemporanea africana de los últimos 50 años, parcticamente con la independización del continente, y verá que ningún país de la zona es estable en el extenso de la palabra, así que cuando Obiang lanza su discurso anti neocolonialista español y el fuera los opositores, lo adorna con la invitación a que sus graciosos vean lo que ocurre en otros países de la región en cuyas calles salieron muchos a pedir la democracia y acabaron bebiéndola con grandes gotas de sangre coagulada mientras las noticias hablaban del asesinato vil del que hubo realizado grandes obras continentales y nacionales en pro de la identidad y la cultura africana llevada a cabo en su arranque por personajes míticos e históricos como el hombre íntegro de Burkina Faso y otros intelectuales»

Eso, que montan esas películas para que nos fumemos la pipa de la paz mientras los que están en el campo de batalla intentar esperar a que se acabe el fumeteo de la jodia pipa, y salga alguno con una bandera blanca. Y si no nos creen, pregúntenle a los paraguayos. La llevan bien clavada en el orifico estrecho por culpa de una constitución a la que decidieron leer ajustada a los intereses de los mismos energúmenos de toda la vida.

Muchas claves podrían haber hecho historia en nuestra carta de LOCO de hoy para que al abordar éste tema se pueda ver hasta donde queremos llegar. Por suerte no tenemos intenciónes reales de llegar a ninguna parte. ¿Para qué llegar si jamás hemos empezado a andar libremente?. Que llegar espere, ya nos cruzaremos en la lista de espera que no cesa de colocar a cada cual, individuo, individua, en su sitio. De eso es lo que estamos más que seguros. Por eso nos quedaremos aquí. Estamos convencidos de que ustedes han leído la carta y o han disimulado que la entendieron, o entenderla no ha sido lo suyo. Así que resumimos brevemente la idea de base:

Ser opositor en una dictadura amiga de las democracias de lujo, es sinónimo de ENEMIGO PÚBLICO NUMERO 1.

¿Quieren que les expliquemos la diferencia entre Plácido Micó y Severo Moto?… Continuará.

Nsé, mi vida por mi pueblo, siempre y cuando el pueblo se joda en su propia realidad para intentar abandonarla.

MI FRASE DE LA SEMANA: «Los buenos gobiernos se conocen cuando lo que hacen vale más que lo que sus opositores dicen»

Autor

  • Nse, Ramón

    Nse Ramón o Ramón Esono Ebalé (alias Jamón y Queso) es un artista guineoecuatoriano nacido en Nkoa-Nen Yebekuan (Mikomeseng-Kie Ntem) en 1977 y residente en Malabo desde 1982. Dibujante e ilustrador autodidacta, compagina su pasión por el dibujo y el cómic con su trabajo de grafista. Actualmente es el grafista titular del Centro Cultural de España en Malabo y como dibujante de cómics ha ganado varios premios y certámenes internacionales como el concurso "Regarde 9", en el Festival Internacional de BD de Angulema (Francia), el premio obtenido en Cocobulles, Costa de Marfil con el trabajo "Le réveil d'Akoyo". Ha expuesto en los Centros Culturales Francés y Español en Malabo y Bata, en el Feshcary (Camerún) y en diversas galerías de Europa, América y Estados Unidos. El artista ha iniciado diferentes proyectos para organismos internacionales que operan en Guinea Ecuatorial realizando carteles e ilustraciones para la campaña de la Unión Africana en fomento de la Juventud y sus Derechos de la Organización de la Unión Africana.

    Participó en ARCO2010 con dos series ácidas y corrosivas sobre las dictaduras y la corrupción

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