El asesinato de Massar Ba y el creciente hostigamiento policial sacuden a la comunidad senegalesa
Es un fenómeno que sorprende, pero desde hace unos años la creciente presencia de inmigrantes africanos en la capital porteña ha cambiado por completo el panorama étnico de la ciudad. Si bien su inserción social hasta el momento sido pacífica, ciertas turbulencias están agitando a la “pequeña Dakar” de Buenos Aires.
La cosmopolita capital argentina se ha caracterizado desde sus orígenes por ser un crisol de razas, albergando inmigrantes provenientes de todas partes del mundo que han ido reconfigurando la población del país. A los migrantes de origen español e italiano que llegaron en masa a principios del siglo pasado, le fueron sustituyendo progresivamente los migrantes limítrofes, sobre todo paraguayos y bolivianos, pero Argentina ha sido poblada a lo largo de su historia por numerosas comunidades: suizos, polacos, judíos sefardíes etc. Sin embargo, hasta hace bien poco la relación del gigante del cono sur con África era prácticamente inexistente, algo que sorprende si se tiene en cuenta que en 1810 un tercio de la población porteña era descendiente de esclavos africanos.
img5541|left> Dos migrantes senegaleses pasean por la avenida Corrientes Foto de Yoan Molinero
Algunos movimientos como el Movimiento Afrocultural buscan desde hace unos años dar visibilidad al peso que tuvo desde sus inicios la cultura africana en la conformación de la cultura argentina. De hecho, no pocos estudios e investigaciones han resaltado en los últimos años que un elemento tan argentino como el tango encuentra sus raíces en el continente negro.
El 11S, un punto de inflexión
Que los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001 cambiaron el panorama mundial es algo que nadie discute. Sin embargo, a día de hoy siguen descubriéndose nuevos efectos provocados por los atentados a las Torres Gemelas. Y la presencia de senegaleses en Argentina es, curiosamente, uno de ellos.
Aunque ya en los años 90 el número de africanos en el país empieza a crecer levemente, no será hasta 2001 cuando el fenómeno comience a adquirir una mayor fuerza. Como muestra la investigación realizada por Cerrutti y Marcelino para la CEPAL, es la imposición de controles migratorios más severos en Estados Unidos y la UE tras los atentados lo que está en el origen del progresivo aumento de esta migración.
La frontera Argentina ha sido tradicionalmente porosa y su ley migratoria particularmente flexible, así pues, el país sudamericano y su capital principalmente, empezaron a convertirse en un lugar cada vez más atractivo para este tipo de migrantes. Como dicen los citados Cerrutti y Marcelino en su informe, “la atracción de Argentina -como destino- ha sido inversamente proporcional al aumento de las medidas de seguridad en el viejo continente” siendo así que los costes de migrar a Buenos Aires se mostraron infinitamente menores que los de tratar de entrar en Europa.
Así pues, el número de senegaleses que eligen Argentina como lugar donde establecerse no deja de crecer. Como muestra la tabla 1, en el Censo de 2001 apenas se registraron 63 senegaleses en todo el país (de 1.883 habitantes de origen africano). En el censo de 2010, ya eran 425, pero en las estadísticas oficiales de radicaciones, como muestra la tabla 2, en 2013, 1.579 senegaleses solicitaron la residencia temporal y en 2014 otros 1.497 más lo hicieron, en lo que claramente ha sido un efecto del Régimen Especial de Regularización de Senegaleses aprobado por el gobierno el 4 de enero de 2013.
Sin embargo, pese a la estrecha relación histórica existente entre la formación del estado argentino y el continente africano, apenas se encontraba población negra en el país hasta hace unos pocos años.
Tabla 1: Número de habitantes nacidos en Senegal registrados en los censos de 2001 y 2010
Censo 2001
Senegaleses 63
Total de habitantes nacidos en un país africano 1.883
% de senegaleses sobre el total de africanos 3,34%
Censo 2010
Senegaleses 452
Total de habitantes nacidos en un país africano 2.953
% de senegaleses sobre el total de africanos 15,3%
Fuente: INDEC, REDATAM 2001 y 2010, Censo Nacional de Población
Tabla 2: Número de personas de origen senegalés que ha obtenido la radicación temporal en el periodo 2004-2014
2004 17
2005 47
2006 3
2007 5
2008 5
2009 2
2010 2
2011 9
2012 4
2013 1.579
2014 1.497
TOTAL 3.170
Total absoluto radicaciones (todas las nacionalidades) 2004-2014 993.369
%Senegaleses sobre el total 0,32%
Fuente: Dirección Nacional de Migraciones, Síntesis estadística de radicaciones, 2014.
Como se ve en las tablas, los datos reflejan que se trata aún de una población relativamente pequeña (que algunos estiman en torno a los 5.000) sin embargo, su inserción laboral como “vendedores de baratillas” en las principales arterias de la capital bonaerense ha hecho que obtengan una gran visibilidad.
Once, la pequeña Dakar
Once es el barrio del tango, pues ahí encontramos además de algunos de los clubes más famosos, determinados elementos icónicos de la cultura porteña como la casa-museo de Carlos Gardel. Pero también es quizás el lugar más multicultural de la ciudad, ya que pasó de ser el barrio al que arribaban los judíos que emigraban a la Argentina a principios del siglo XX, a albergar en la actualidad a coreanos, bolivianos, peruanos y chinos. Sin duda la mayor atracción que tiene para los migrantes es su carácter comercial, pues, no en vano, Once es famoso por ser el barrio de las tiendas y el comercio minorista.
Sin duda todo esto ha favorecido la inserción pacífica de los migrantes senegaleses en la zona. A ello cabe añadir una cierta cultura argentina donde la informalidad y la venta callejera hasta hace bien poco abrían una oportunidad de espacio laboral para los migrantes recién llegados. Así pues, una gran mayoría de los senegaleses residentes en Buenos Aires ha encontrado en el comercio callejero de Once un nicho donde trabajar y mantenerse.
Recorrer la famosa avenida Corrientes ya no es solo sinónimo de pasear por el Broadway bonaerense, también significa hoy en día encontrarse con la comunidad africana donde los vendedores ambulantes senegaleses ocupan gran parte de las aceras. Por ello, en más de un medio se habla ya de Once como “la pequeña Dakar”.
Los migrantes son principalmente hombres jóvenes que se reparten parcelas de aceras instalando sus puestos para vender desde carcasas de móvil a billeteras con los logos de Boca y River. Su integración ha sido hasta el momento pacífica, llegando incluso a suscitar la simpatía de una población poco acostumbrada al contacto con los “morochos” africanos (como algunos los llaman). Hoy día no solo se pueden encontrar senegaleses en las calles de Once, pues en la inmensa avenida 9 de Julio y en prácticamente todo el centro es fácil percibirlos.
Su inserción en la vida porteña sin embargo está pasando por ciertas turbulencias. El 30 de enero de 2014 organizaron un primer gran corte del tráfico en la avenida Corrientes para protestar por el “hostigamiento de las fuerzas policiales” cuyas redadas y decomisos de mercancías hacia esta población no paraban de aumentar. Lamentablemente, lejos de pararse esto ha seguido sucediendo, hasta el punto de que en las últimas semanas las aceras de Corrientes estaban vacías de migrantes y llenas policías.
Otras escenas de tensión se han podido ver en lugares como la Feria de la calle Defensa, un mercadillo de artesanías que todos los domingos se instala en el barrio de San Telmo, donde puesteros autóctonos se enfrentan cada semana a los senegaleses que venden sus productos “sin pagar licencia” acusándolos de competencia desleal.
Pero sin duda el suceso más dramático que ha vivido la comunidad es el reciente asesinato de uno de sus miembros más influyentes, Massar Ba, conocido activista senegalés, defensor de los vendedores ambulantes y un referente para la comunidad. Tanto los perpetradores del asesinato como los motivos del mismo, acontecido el 07 de marzo pasado, cuando apareció su cadáver con golpes y cortes en la calle San Cristóbal, siguen siendo un misterio, pero la preocupación en la comunidad es evidente. Algunos senegaleses acusan directamente a la policía argentina hablando de violencia institucional, otros prefieren confiar en la justicia del país, lo que está claro es que se acercan tiempos difíciles para esta joven comunidad.
Original en : Africaye