El ayuntamiento de la capital, Harare, emitió un comunicado el pasado martes 3 de octubre en el que informaba sobre un nuevo brote de cólera que afecta a la capital zimbabuense.

Según han admitido las autoridades sanitarias se han detectado un total de cinco casos confirmados de cólera en distintos distritos de la ciudad. Tres de los afectados lo habrían contraído en la ciudad de Buhera, situada a unos doscientos kilómetros de la capital, en la provincia de Manicalandia, la cual se ha visto muy azotada por la enfermedad. Las cifras oficiales hablan de 152 personas contagiadas y 12 muertos desde que se produjo el estallido a finales de agosto.

Lo que mantiene en vilo a los médicos y figuras de responsabilidad política de la capital son las otras dos personas diagnosticadas con la enfermedad, ya que estas no parecen haber tenido contacto alguno con personas que hubieran visitado Buhera durante los últimas días, lo que indicaría que pueden haberlo contraído de otro foco.

El Ministerio de Sanidad de Zimbabue ha instado a los distritos a tomar las medidas oportunas para evitar la propagación de la enfermedad; habiéndose prohibido en algunos las grandes aglomeraciones en lugares públicos, como los centros religiosos, los mercados o los bares. De la misma forma, las autoridades han prohibido la elaboración, distribución y venta de comida en lugares no autorizados y han puesto en marcha una campaña para dotar a los locales públicos de puntos donde higienizarse las manos con agua limpia y jabón.

El propio ministerio ha emitido un comunicado en el que se ruega a la población evitar el contacto físico, mantener una correcta higiene, cocinar y lavar todos los alimentos y, sobre todo, evitar beber todas aquellas aguas que no hayan sido tratadas.

Fuente: New Zimbabwe

[Traducción y edición, Gabriel Castro]

[CIDAF-UCM]