8 personas pertenecientes a la ONG humanitaria internacional International NGO Safety Organization (INSO) han sido arrestados en Burkina Faso, bajo el pretexto de que estaban ejerciendo espionaje y traición. Los trabajadores pertenecientes a esta organización, con sede en Países Bajos y especializada en la protección de los derechos humanos, han negado “categóricamente” estas acusaciones y han declarado que están comprometidos con hacer todo lo que puedan para asegurar la liberación de sus compañeros. Entre los detenidos hay ciudadanos franceses, un franco-senegalés, un checo, un maliense y cuatro burkineses. El ministro de Seguridad de Burkina Faso, Majamadou Sana, ha declarado que estas personas continuaron operando después de que se les prohibiese su actividad el 31 de julio durante tres meses por “reunir información sensible sin autorización”, cosa que la organización niega.
La ONG ha declarado que su única labor es garantizar la seguridad y el respeto de los derechos humanos de los habitantes del país. A su vez, recalcan que únicamente se han centrado en reunir información exclusivamente necesaria para esta investigación y que incluso habían estado colaborando y mediando con las autoridades, quienes eran “plenamente conscientes” de su labor. Sin embargo, el gobierno militar burkinés, asegura tener pruebas suficientes para presentar a los implicados ante la justicia e informan que están investigando a los posibles colaboradores locales.
El presente caso no es un episodio aislado, sino que en Burkina Faso se está dando una creciente tensión entre las autoridades y distintas organizaciones internacionales preocupadas por garantizar el respeto de los derechos de los habitantes tras el golpe de Estado de 2022.
[CIDAF-UCM]


