OBAMA MBA, por Baron ya Bùk-Lu

5/06/2014 | Cuentos y relatos africanos

Obama Mba, un hombre muy poderoso, gran polígamo que, a pesar de tener muchas esposas, acostumbraba a salir de juerga y realizar largos viajes de placer. En uno de estos, conoce a una mujer muy guapa, la cual, sin perder tiempo, raptó para acelerar el proceso de su casamiento, según la cultura fang. Pero, lo que ignoraba, era que, Mifumu Mba, su nueva adquisición, era, ninfómana, necesitaba tener relaciones sexuales, por lo menos, tres veces al día.

Terminado el proceso o temporada de “Mbóm”, o luna de miel tradicional, Obama Mba, se dispuso a viajar como de costumbre. Aquel día, los hermanos de Obama Mba, no salían de su asombro, al ver que, su hermano, al llegar, se dirigió directamente a su casa en lugar de pasar primero por la Casa de la Palabra como acostumbraba.

Había transcurrido una media hora, cuando de repente sonó el Nkú, toque de llamada, tambor de guerra. Normalmente, este toque, se hace sonar en casos extremos… Se abrió la puerta de la casa de Obama y este salió a la calle. Encaminó sus pasos hacia la Casa de la Palabra, y fue al encuentro de sus hermanos. Junto a él caminaba, maniatada, su mujer Mifumu. Se paró en el centro del local y, dirigiendo la mirada hacia uno de sus hermanos dijo:

-¿Quién de vosotros ha sido? No voy a repetir la pregunta, insistió.

-He sido yo, replicó, Abaga Mba. Seguía sonando el tam-tam

Obama Mba, ordenó a sus esbirros que le cortaran la mano.

-Ya os advertí que el que tocara a mis mujeres, lo iba a pagar.

-Aaaaaaaaaaaahhh, ¡por favor, Socorro! no dejaba de gritar el desgraciado Abaga Mba.

A los 3 años, el poblado estaba lleno de discapacitados. A uno, le faltaba, el brazo, al otro la mano, al otro el ojo. Obama había mutilado a todos los hombres de su clan, por haberse acostado con su mujer.

Pero Obama Mba, tenía que seguir con su vida rutinaria y Mifumu también intentaba seguir satisfaciendo sus deseos carnales. Aquella tarde, sus hermanos, se encontraban como de costumbre en la Casa de la Palabra; después de venir de sus tareas diarias solían reunirse para jugar al Akong. Cuando entró Obama Mba, cabizbajo y con la cara hinchada, y sangrienta, se sentó junto a uno de sus hermanos, y les dijo:

-Me han pegado, me han agredido. No tengo quien me defienda…¡¡¡se han acostado con mi mujer…!!!

Obama Mba, había mutilado a todo el clan, incluido hermanos, por acostarse con su mujer. Mifumu ya no encontraba a nadie a su gusto en el entorno de su marido. Esta vez, se había trasladado al pueblo vecino en busca de su nueva aventura. El chivato particular de Obama Mba, le informó, de las nuevas andanzas de Mifumu y éste, sin pensarlo dos veces, se presentó en el poblado vecino para amenazar al supuesto adúltero o, contrincante. Esta vez no se salió con la suya ya que, resultó agredido por la familia del joven acusado. Le dijeron que se fuera de allí, si hubo adulterio es porque su mujer había ido en busca de su nueva aventura.

Obama Mba había salido de aquel poblado con el rabo entre las piernas. Sus hermanos, después de escuchar su relato, se quedaron unos minutos en silencio. El primero se levantó, le enseñó el brazo mutilado, otro le enseño la mano y, alguno, el ojo, oreja etc…

Todos al unísono, le dijeron:

-Nos hubiera gustado hacer algo por ti hermano pero… desgraciadamente, estamos mutilados por el mismo asunto, así que… ¡Somos un grupo de inútiles, no podemos hacer nada por ti!

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